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lunes, 3 de septiembre de 2012

CRONICA DE UNA HUMILLACION


Crónica de una humillación.
de Zurzufo Alegre

Todo el calvario empezó cuando recibo una llamada de teléfono de Mercadona S.A. Pasé tres entrevistas y un reconocimiento médico, todo el mundo decía que era una gran oportunidad ya que Mercadona ofrecía lo que muchas empresas no hacen, un sueldo bastante bueno, un seguro médico, tu mes de vacaciones... Pero realmente la cosa cambia cuando llegas a la tienda. En mi caso, la humillación era constante: por las mañanas la jefa de tienda nos gritaba y nos insultaba con palabras como inútiles, niñatos que no servís para nada ni para trabajar aquí, date prisa, corre. Yo entré como cajera reponedora, trabaja muchísimo; allí dentro trabajábamos todos muchísimo, pero un día sin darnos explicación alguna cambiaron al jefe de tienda por una jefa. Al principio daba la sensación de que era una persona comprensiva, pero todo empezó cuando un día me cambió a limpieza. Empezó la humillación: me tenía que meter en un cuarto de basuras donde el olor era tan insoportable que muchas veces terminaba enferma del estómago, tenía que limpiar con una máquina que cada dos por tres se rompía , toda la culpa caía sobre mí... La maquina había que abrirla y limpiarla cada vez que se llenaba de agua, me prohibieron usar guantes porque decía que eran muy caros y que los malgastaba. Tenía que utilizar productos de limpieza muy fuertes, y me hacían agacharme para recoger todo lo que había tirado en el cuarto de basuras expuesta a un montón de infecciones. El problema llego con mi enfermedad. Se me formaron hongos en las uñas y me provocaron infecciones, tenía las manos llenas de heridas y casi en carne viva, así que un día me llené de valor y entré a la oficina a hablar con la jefa de tienda. Su respuesta fue "eso no es normal, voy a llamar al médico y que te lo mire" El médico ni siquiera me reconoció; me miro las manos y me dijo "eso es un hongo, te vas a tu médico de cabecera y que te de algo" (ese es el seguro médico que Mercadona presta a sus empleados).

Las humillaciones continuaban día a día: ponte a fregar esto coño, no vales ni para agarrar una fregona. Esto está lleno de mierda ponte a limpiarlo, ya no podía ni salir al descanso. Una compañera charcutera que sufrió un corte en el dedo bajó corriendo a los servicios de los empleados, con el dedo lleno de sangre. Era un buen corte así que me quedé a ayudarla. Entró la jefa y dijo "¿qué pasa, se necesitan dos para curar el corte? Cuando le faltaba parte del dedo... Mi respuesta educada fue "mira cómo lo tiene" a lo que ella respondió: "tú ponte a fregar" Mi compañera como es lógico le dijo que se iba al médico, y la respuesta de la jefa fue "si te vas mañana no vuelvas" Aún así mi compañera se fue llorando, porque estaba perdiendo sangre y no soportaba el dolor. Necesitaba un médico y era urgente que la atendieran; al día siguiente de haberle puesto la vacuna de la antitetánica y curarle el corte, le dio reacción: fiebre e inflamación del brazo. Se lo comunicó a la jefa, que le hizo bajar al parking de los clientes y la puso a barrer. El sol era insoportable y sumado a la fiebre y en el estado en que se encontraba sufrió un desmayo. La reacción de la jefa fue despedirla esa misma mañana. Para Mercadona no eres productivo cuando estas malo, nadie decide nunca cuándo y cómo ponerse malo, sus palabras son las siguientes: no eres productivo así que la empresa ha decidido prescindir de ti.

Puedo comprender que si una persona no trabaja o no realiza bien su trabajo puedan regañarte e incluso despedirte, pero yo soy una persona trabajadora y he dado todo lo que he podido allí dentro, porque realmente necesitaba el trabajo y tal y como está el mercado laboral ahora mismo, no podía optar a más, pero fue un gran error. Mi despido tuvo lugar un día en el que la humillación ya era demasiado, porque me hacía llorar todas las mañanas o por las tardes según el turno. El último día, además de hacerme llorar a las 7 de la mañana,  me puso  a  fregar los baños que estaban llenos de porquería, y me trajo una botella de lejía y un trapo, realmente quería verme humillada todavía más, antes de despedirme. Cuando me llamó a la oficina no me dio ningún tipo de explicación, me dio la hoja del despido para que la firmara con los dos gerentes como testigos, en tono irónico y con sonrisa burlona. Yo sufría depresión, la enfermedad de las manos, pérdida de apetito y lo peor que se le puede hacer a una persona, el maltrato psicológico que sufrí, las humillaciones constantes de cada día el llegar a pensar que no servía para nada. Yo no pude hacer nada ya que estaba en periodo de prueba y la empresa alega que yo no cumplía con mis obligaciones, así que desde aquí os escribo mi historia, y os doy mi consejo que es que por nada del mundo entréis a trabajar allí, no merece la pena ser humillada, sufrir maltratos y acusaciones todos los días. No podemos dejar que por mil euros al mes acaben con la dignidad de las personas.

una trabajadora

PARA VER MAS SOBRE MERCADONA PINCHA EN EL ENLACE: http://www.cnt.es/mercacoso

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