Quinto día de la
Semana Trágica
El viernes 30 de
julio de 1909 los hechos revolucionarios empiezan a menguar en Barcelona
(Cataluña). Durante la mañana llegaron 300 guardias civiles de refresco y dos
nuevas compañías de Infantería desde Tortosa y desde Valencia, y el general
Luis de Santiago Manescau dirigió personalmente el embarque del regimiento de
Saboya con destino a Melilla, que había desfilado antes Rambla abajo sin ningún
tipo de oposición o alboroto. También por la mañana se produjeron numerosas
detenciones de dirigentes de la revuelta, entre ellos el abogado y dirigente de
las Juventudes Radicales Rafael Guerra del Río, al tiempo que Emiliano Iglesias
hizo todas las gestiones posibles para exculpar a sus correligionarios del
Partido Republicano Radical (PRR ). Al mediodía la gente volvió a circular con
normalidad por el centro de Barcelona, aunque durante todo el día los
francotiradores (pacos) - algunos claramente agentes provocadores (carlistas,
clérigos, etc.) - Continuaron hostigando las fuerzas del orden. Por la tarde el
general Gremán Brandeis Gleichauf ocupó militarmente Sant Andreu. Pero el hecho
más destacado del día fue que por el centro de Sarrià empezó a circular, aunque
de manera simbólica, el primer tranvía desde el comienzo del levantamiento,
también en algunos sectores se encendió el alumbrado público, se repararon las
conducciones del gas, el correo se restableció y las oficinas del Banco de
España y de alguna caja abrieron unas cuantas horas. Como cada noche, sin
embargo, los incendios se esparcieron, como el de la parroquia y el convento de
las dominicas en Horta. Fuera de Barcelona, un grupo de unos cuarenta hombres
de Monistrol de Montserrat, capitaneados por Santiago Alorda y el anarquista
Timoteo del Usón, se dirigió a Sant Vicenç de Castellet, nudo ferroviario
importante, donde destruyeron raíles, incendiaron 20 vagones y cortaron las
líneas telegráficas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario