Roca i Junyent y todos los hombres del rey
Su Majestad que solamente tenía que responder ante Dios y la
Historia, echa mano a un “padre” de la Constitución para salvar el honor
perdido de la Casa Real.
Creo que lo primero que llama la atención que en este Reino
de las Españas que no iba a reconocer ni la madre que lo parió (A. Guerra), que
presumía de una posmodernidad que convertía la lucha de clases en una
antigualla, ahora resulta que descubrimos que tenemos una monarquía con unos
privilegios que recuerdan a la Edad Media.
Una monarquía que se
ha habituado a meter la mano allá donde ha podido, que duplicado su fortuna
hasta niveles de escándalo con total impunidad, y que ha creado una
escuela familiar que tratado de hacer lo
mismo. El problema es que no era lo mismo, pero también que los tiempos han
cambiado. La Casa Real se ha tenido que olvidar de los réditos que le rindió el
montaje del 23-F, y ya no puede salir en olor a multitudes para besar niños
y dar la mano a sus súbditos más
habituados a arrodillarse de los poderosos.
Su situación ha
cambiado sustancialmente, como lo ha hecho la de la gente. Hasta hace dos días
se pensaban que todo seguía igual, pero
la bola de nieve creada por el yerno no ha hecho más que crecer de manera que
hasta las muy conservadoras juventudes socialistas se están acordando que
habían sido siempre republicana. Ahora, la imputación de la “infanta” –en una ocasión alguien le preguntó
a Sofia por sus hijas, y ella respondió con soberbia: “Querrá usted decir las
infantas”, y la respuesta fue mostrada como ejemplo de conciencia “real”-, ha
hecho que la voz de la plebe llegue hasta palacio.
Hay pues toque de
alarma, y después de reuniones maratonianas, la Casa Real ha empezado a mostrar sus diferentes cartas.
Una es la de las bellas palabras, eso que los políticos más cínicos llaman
“buenísimo” y que también le ha funcionado. Ya saben: “no hay libertad sin
igualdad”, “la ley es igual para todos, etc. Este papel le ha tocado de asumir
el príncipe. Otra está siendo la desplegada por los intelectuales cortesanos, de navajeros de
carroza del tipo Luís Mª Ansón –maestro de maestros dicen algunos-, que ha
comenzado a echar basura sobre el juez
Castro, y en la misma onda de los
servicios que estaba prestando en el
linchamiento de Ada Colau. Otra más es la que le lleva a llamar a un Roca i
Junyet, al que El País trata no como un
padre más, sino de “padre de la
Constitución”, un traje que fue escrito a la medida del monarca que había
designado un “rey sin corona”, o sea el general Franco. Más ilegal imposible (
y un rey más desnudo también).
Roca i Junyet es toda
una autoridad en la materia, Durante los años que fue la mano derecha de Jordi
Pujol, le tocó vivir casos de corrupción al más alto nivel, que no fueron
pocos, pero el equipo supo encontrar los mecanismos exculpatorios. No obstante,
la situación es como decíamos, distinta. El mismo hecho de que después de
tantos años de enriquecimiento a lo grande, la familia Pujol-Ferrusola esté
siendo también destronada, lo demuestra. Ya no será suficiente un golpe de mano
por más que la prensa colabore, y la maquinaria monárquica se ponga a cien. Es
bastante probable que entre el fiscal, la casa real y los francotiradores del
PP como Martínez Pujalte, un hombre al que no hay más que oírle y verle la cara
para saber que es una persona honrada, haga que el juez se amedrenté, o que le
pillen los dedos. Pero no por esa van a convencer a nadie. Todo el mundo que si
la infanta fuese una mujer sencilla, caería arrastrada por ser la mano derecha
de Iñaki. Por cierto, ellos también están imputados por saquear los bienes
públicos.
La noticia ha dado
lugar a que Roca i Junyet ocupe nuevamente las portadas de los diarios. Esto ha
hecho de que se recuerde su experiencia como militante hasta su disolución del
Front Obrer de Catalunya, la rama del
Frente de Liberación Nacional, un capítulo de honor que pocos profesionales de
la política tienen.
A los dieciséis años.
Miquel comenzó sus estudios de Derecho en la Universidad de Barcelona. Más
tarde, participó en los primeros intentos de democratización del SEU, por lo
que fue detenido. Tras licenciarse en Derecho en 1961, se inscribió en el
Colegio de Abogados de Barcelona, de cuya junta de Gobierno formó parte, entre
1967 y 1972. Se especializó en asuntos administrativos y defendió a numerosos
acusados ante el Tribunal de Orden Publico y la jurisdicción militar. En 1962
fue profesor de Derecho Administrativo de la Facultad de Derecho de Barcelona,
de la que fue expulsado en 1966 con otros 69 profesores, por estar vinculado a
las actividades en favor del Sindicato Democrático de Estudiantes de Barcelona.
También dirigió la sección política internacional de la revista
"Destino" y colaboró en la revista catalana escrita en
catalán,"Serra d'Or", actividades que bajo el franquismo tuvieron su
mérito.
Otra cosa muy
distinta, por no decir opuesta, fue su participación
También se ha vuelto
a hablar de la “Operación roca” o la “Operación Reformista”, un proyecto de
ocupar el espacio “centrista” de la UCD que lideró Roca junto con el Trilateral
Antonio Garrigues Walter, y Florentino Pérez, otro de los nuevos señores
feudales de esta nueva Edad Media que se pretende liberal. Mientras escribo
estas líneas, leo que como presidente de
ACS, el tal Florentino, que sino me equivoco también es el presidente del Real
Madrid, ganó el año pasado 4,43 millones de euros de retribución en metálico.
El ejecutivo recibió 275.000 euros en atenciones estatutarias por su cargo de
presidente de la compañía, un sueldo fijo de 1,573 millones de euros por sus
tareas directivas y un bonus de 2,586 millones como retribución variable a
corto plazo… En total suma unos 100.000 euros más que los 4,33 millones
recibidos en 2011, lo que supone un ascenso del 2,4%, en línea con la
inflación.
Un detalle más al que
podíamos añadir la fortuna de Roca, y un trío de “grandes” de España que
invirtieron millones en la citada “Operación Roca” de 1986, pero que a pesar de que gozaron por
radio, prensa y TV el mayor apoyo que jamás conociera cualquier partido
extraparlamentario, no consiguieron ni un diputado. Entre otras cosas, esto
significó un auténtico boquete financiero del que no tuvieron que devolver ni
una sola peseta, ¿tengo que decir quien lo pagó?, ¿hay que decir quienes
miraron hacia otro lado?
Con estas
credenciales, resulta lo más natural del mundo que la Casa Real hay escogido al
convergente Roca para que defienda esa corona que dice respetar la justicia,
aunque quizás lo haga de la misma manera con que respeta la democracia: la
respeta siempre que les favorezca.
PEPE
GUTIERREZ-ALVAREZ
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