Masacre de oficiales polacos en Katyn
BERLÍN, Martes 13 - La Oficina Alemana de Noticias anuncia,
por Radio Berlín, el descubrimiento de enormes fosas comunes en Katyn, cerca de
Smolensk, Rusia, con gran cantidad de cadáveres de oficiales polacos asesinados
en masa por las fuerzas soviéticas.
MOSCÚ, Lunes 26 - Radio Moscú informa que la URSS rompe
relaciones con el gobierno polaco en Londres, por haber aceptado la versión
alemana sobre el asunto del asesinato de oficiales polacos en Katyn, según noticias
alemanas del día 13, y por haber acusado al gobierno soviético de un crimen,
que fue cometido por los alemanes.
Se enturbian las
relaciones entre los aliados
Edición No 12 de la
revista Signal
Esas noticias se
propalaron en el mes de Abril de 1943. La Agencia Alemana de Noticias divulgó
el descubrimiento de las fosas ubicadas en el bosque de Katyn cerca de
Gneizdovo a 18 kms de Smolensk, en la carretera Smolensk-Vitebsk. Los rusos
negaron una y mil veces haber cometido los crímenes, reprochando al gobierno
polaco -para entonces su aliado- el creerle a los alemanes. Los ingleses
apoyaron a su aliado soviético e hicieron lo posible por apaciguar al gobierno
polaco en el exilio.
Goebbels de plácemes
Durante meses, el
Ministerio de Propaganda alemán, explotó el tema en interminables alocuciones
radiales, dando detalles de los acontecimientos que se iban desarrollando en el
Bosque de Katyn, donde un grupo de forenses de varias nacionalidades realizaban
la exhumación de los cadáveres, para hacerles la respectiva autopsia.
4143 cadáveres
Según las
informaciones radiadas, se habían encontrado más de 10 mil cadáveres de
oficiales polacos que incluían a almirantes y generales. En su diario, Goebbels
dice que fueron 12 mil los cadáveres, cantidad que hoy se sabe que no es
correcta. En Katyn, se encontraron 4.143 cuerpos, faltando por conocerse el
paradero de otros 10.000 prisioneros polacos desaparecidos. El Ministerio de
propaganda sindicó como autor del crimen en masa, al Servicio Secreto Soviético
NKVD, quien habría actuado por órdenes directas de Stalin.
Durante el reparto de Polonia
Durante la invasión
soviética a Polonia en 1939, unos 14500 oficiales polacos fueron capturados e
internados en tres campos de concentración en la Unión Soviética. Posteriormente,
entre los meses de Abril y Mayo de 1940, durante cinco semanas, la NKVD estuvo
transportando prisioneros polacos desde campos de concentración en Starobielsk,
Kozelsk y Ostashkow hacia un lugar en la carretera Smolensk-Vitebsk. La orden
directa de Stalin era eliminar a los prisioneros.
La Colina de las Cabras
para asegurarse que
no hubiera testigos, la policía seleccionó un centro de 1 Km2 rodeado de espesa
arboleda que se encontraba a 2 Kms de distancia de la granja más cercana. El
camino fue cerrado y se prohibió transitar por las inmediaciones. En ese lugar
fueron asesinados 4143 oficiales polacos quienes fueron llevados a razón de una
centena por día. Los cuerpos fueron sistemáticamente enterrados en fosas
comunes, apilados a razón de unos 500 cadáveres por fosa. Sin embargo, a pesar
del cuidado que tuvo la policía para evitar dejar rastros y testigos,
cometieron un gran error: muchos de los cuerpos fueron enterrados sin quitarles
sus pertenencias, posiblemente debido a la premura con que se efectuaban las
ejecuciones.
Desaparecidos en 1941
El 14 de Noviembre de
1941, el embajador polaco en Moscú Jan Jot, logró hablar con Stalin
exponiéndole que a comienzos de 1940 habían sido transferidos 40 mil oficiales
polacos de los campos de concentración de Starobielsk y Kozelsk a otros centros
desconocidos y que no se conocía el paradero de esos hombres. En 1942, unas
brigadas de la Organización Todt que trabajaban en la zona de Katyn, tuvieron
noticia por un campesino de la zona, que entre las estaciones de Katyn y
Gnesdowo se encontraban unas tumbas. Las brigadas excavaron en el lugar
señalado y encontraron restos humanos, pero volvieron a cubrir los restos y
colocaron en el lugar una cruz con ramas de abedul.
Cuando Alemania
invade la URSS
Después de la
Operación Barbarossa en 1941 y cuando la Batalla de Smolensk terminó, la zona
quedó en manos alemanas. Luego de la limpieza del bosque y cuando las fuerzas
de ocupación tenían totalmente asegurada la zona, no había razones para
revisarla nuevamente. Probablemente, nunca se hubieran hallado las fosas que
ocultaban el crimen en masa, de no ser por un hecho fortuito que rebelaría uno
de los crímenes de guerra más sonados del siglo 20.
Gracias a unos
lobos...
A comienzos de ese
año, una jauría de lobos, que azotaba la zona, era rastreada por un oficial
subalterno del Regimiento de Transmisiones 537, estacionado en el Bosque de
Katyn en Rusia. En su búsqueda, se tropezó con lo que parecía una parte
escarbada del terreno, al lado de una cruz hecha con ramas de árbol. En los
alrededores había huesos. Reportó el hallazgo a sus superiores, quienes
enviaron una patrulla que incluía al médico de la unidad. El médico, confirmó
que se trataba de huesos humanos. Para identificar los restos, se hicieron
investigaciones con personal médico del Grupo de Ejércitos Centro, quienes
realizaron excavaciones en los alrededores de lo que parecía una fosa común y
confirmaban que se trataba de osamentas humanas. Se encontraron más huesos,
correspondientes a varios cadáveres, lo que obligó a extender la búsqueda. Lo
que hallaron fue espeluznante. Se trataba de enormes fosas con miles de
cadáveres apilados, todos con uniformes polacos, con insignias y medallas, pero
sin anillos ni relojes.
Investigaciones
Al lugar fueron
enviados médicos forenses alemanes y polacos, grupo al que más tarde se unieron
prestigiosos profesionales de varios países, para formaron un equipo de
investigación dirigido por la Cruz Roja Polaca. Su misión era, elevar un
informe completo sobre lo sucedido en la zona.
Autopsias
Después de
desenterrar todos los cadáveres y hacerles la autopsia, se contabilizó un total
de 4143 oficiales y profesionales polacos y se determinó, que eran los
cadáveres de prisioneros procedentes de campos de concentración soviéticos,
cuya población, a partir de un traslado, habían sido declarados desaparecidos.
Las autoridades polacas, que participaron en las investigaciones, confirmaron
que había suficientes evidencias que determinaban que los soviéticos fueron
quienes cometieron el asesinato de todos los militares y civiles.
Los polacos exilados
en la capital británica recibieron la ratificación del hallazgo y de las
cifras. El Primer Ministro polaco, Sikorski, se reunió con Churchill y le
manifestó que las evidencias encontradas sindicaban, irrefutablemente, a los
aliados soviéticos como los culpables del crimen en masa.
Churchill protege a
su aliado
Churchill hizo lo
posible por evitar una confrontación entre los aliados, manifestándole al
Primer Ministro que mejor era olvidar el asunto, en vista que nada le
devolvería la vida a los oficiales asesinados. Por su lado el Ministro de
Asuntos Exteriores Anthony Eden informó al gobierno británico el día 19 de
Abril, que hizo lo posible para culpar a los alemanes, quienes habrían hecho todo
un montaje para enemistar a los aliados. No logró engañar a nadie; las pruebas
eran demasiado evidentes para ser fraguadas.
Acusaciones de parte
y parte
Los polacos pidieron
una investigación por un equipo internacional, mientras el Kremlin acusaba a
los servicios de propaganda alemanes. El gobierno soviético acusó de mentirosos
a los polacos exiliados en Londres y ratificaba sus acusaciones contra los alemanes.
Por coincidencia, en esos días, el Primer Ministro Sikorski murió en un
accidente de aviación que ocurrió en Gibraltar, desapareciendo el hombre que
incansablemente se esforzaba por conseguir que se abriera una investigación y
se castigara a los culpables.
Británicos acusan a
Alemania
Churchill hizo lo
imposible por apaciguar a sus aliados, pero no lo logró, ante la cantidad de
evidencias presentadas por los propios polacos. El día 26, los soviéticos
rompieron relaciones con el gobierno polaco en el exilio. En vista de las
circunstancias, el gobierno británico descargó de culpas a su aliado soviético.
Anthony Eden se presentó en la Cámara Baja, el 4 de Mayo, y dijo que el
gobierno británico cargaría, la culpa de lo sucedido al enemigo común, es decir
Alemania. El Ministro de Asuntos Exteriores añadió, "que deploraba el
cinismo con que el gobierno alemán acusaba a la Unión Soviética, con el velado
propósito de romper la unidad entre los aliados."
Evidencias
irrefutables
Dentro de las
evidencias encontradas, se hallaron los uniformes con sus insignias e
identificaciones, condecoraciones, objetos personales, diarios, cartas,
periódicos, fotografías, es decir todo lo que cualquier soldado lleva encima.
En el lugar se encontraron casquillos percutados y de los cadáveres fueron
extraídas balas. Los casquillos y las balas eran de fabricación alemana.
Goebbels escribió en su diario, que lamentablemente se habían encontrado balas
procedentes de la fábrica Genschow de Karlsruhe-Durlach y -él mismo se preguntó-
si las balas fueron usadas por los soviéticos para involucrar a Alemania o si
fueron parte de las ventas de armamento a los países bálticos en cumplimiento
del acuerdo de Rapallo. Posteriores investigaciones confirmaron que se trataba
de las municiones vendidas a los soviéticos y que formaban parte del parque
regular de sus fuerzas armadas.
El turno soviético
Cuando la URSS
recupera sus territorios ocupados, inmediatamente vuelven a exhumar los
cadáveres y emiten informes probatorios de los "verdaderos autores de la
masacre" es decir las fuerzas armadas alemanas. Para entonces, como se
supo más tarde, no había un político británico que creyera remotamente en la
culpabilidad alemana, aunque públicamente manifestaran el descargo de culpa del
aliado soviético.
La patraña en
Nuremberg
Durante el juicio de
Nuremberg se intentó, bajo presión soviética y la indiferencia cómplice
británica, de investigar y acusar a los "culpables" alemanes del
crimen en masa de Katyn. Incluso se pretendió incriminar a oficiales superiores
incluso generales, que no habían sido incriminados en otros supuestos actos
criminales.
Por los archivos del
juicio, en virtud de los Estatutos de Nuremberg según los cuales los informes
de las comisiones de encuestas aliadas tenían el valor de prueba, el informe
soviético sobre Katyn, acusando a los alemanes de la matanza de 11.000
militares y civiles polacos fue aceptado por los vencedores como prueba
auténtica, indiscutible, el 8 de agosto de 1945.
Finalmente, no hubo
pruebas suficientes y la causa fue sobreseída
Epílogo
En 1989, después del colapso de la Unión
Soviética, el Primer Ministro Gorbachov admitió, que la NKVD había ejecutado a
los polacos y confirmaba la existencia de otros dos lugares más de ejecución
similares, donde siguiendo las órdenes de Stalin, en Marzo de 1940, la NKVD
había dado muerte a 25.700 polacos, incluyendo los encontrados en Katyn.
En Mayo de 1992, en
un bosque cerca de Kharkov, investigadores privados rusos descubrieron una fosa
común conteniendo 3.891 cuerpos de oficiales polacos procedentes del campo de
Starobielsk en Ukrania. En Junio de ese año, autoridades rusas descubrieron 30
fosas comunes en Miednoje, 100 millas al noroeste de Moscú. Contenían los
restantes 6287 prisioneros polacos del campo en la isla Ostashkov en el Lago
Seliguer.
Antes de la masacre de 1940, 245 oficiales de Kozielsk, 79
de Starobielsk y 124 del campo de Ostashkor, fueron transferidos, por razones
no aparentes, al campo de Pavlishchev Bor, a cien millas al noroeste del campo
de Kozielsk. Esos 448 oficiales fueron los únicos supervivientes de la masacre
de Katyn. En otros lugares del bosque de Katyn se encontraron otras tumbas,
conteniendo cuerpos de políticos rusos prisioneros quienes fueron ejecutados
por la NKVD antes de la guerra. Parece ser que el Bosque de Katyn fue el lugar
principal de ejecuciones de la NKVD de Stalin. -Nota: No confundir Katyn, cerca
a Smolensk, con Kathyn cerca a Minsk, donde existen otras fosas comunes de
crímenes distintos.
El 13 de Abril de 1990, cincuenta años después
de la masacre, Boris Yeltsin oficialmente admitió la responsabilidad de la
Unión Soviética en el crimen de Katyn y el 14 de Octubre de 1992, envió al
presidente polaco Lech Walesa los archivos secretos del caso.
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Bibliografía
The Crime of Katyn: Facts and Documents, 5th
edition. Polish Cultural Foundation, London 1989.
"The
Katyn Massacre; an assessment of its significance as a public and historical
issue in the United States and Great Britain, 1940-1993", Louis Robert
Coatney, 1993.
Katyn. The
untold story of Stalin's Polish Massacre, Allen Paul, Charles Scribner's Sons,
Macmillan Publishing Company, 866 Third Avenue, New York, NY 10022, 1991
Revista Signal, Edición
quincenal 12 en alemán, del año 1943. Nota: Hay dos versiones de esta edición.
Probablemente se reimprimió la edición al conocerse la noticia de Katyn.
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