Los antidisturbios cargan contra los mineros a las puertas
de Industria
Mucha
tensión a las puertas del Ministerio de Industria, en el número 160 del
madrileño paseo de la Castellana, donde desde las doce y media de la mañana se
concentran miles de manifestantes en defensa de las ayudas a las cuencas
mineras. Algunos de los mineros han intentado tirar las vallas de protección
que rodean todo el perímetro del ministerio y han lanzado de forma intermitente
petardos, botellas, palos y piedras y hasta una lluvia de plátanos a los
antidisturbios. Sobre la una y media, han caído varias vallas al suelo y un
cuarto de hora después se han producido las primeras cargas policiales, tras
unas salvas al aire para intentar controlar la situación y advertir a los
concentrados.
Al lugar
están llegando decenas de agentes, que estaban en calles aledañas. A las una y
media de la tarde han llegado al lugar los protagonistas de ls protesta, las
columnas de mineros. A esa hora, un grupo de antidisturbios, unos 30,
parapetados tras sus escudos y armados con escopetas de pelotas de goma, se han
agrupado en una esquina de la sede y han comenzado a grabando a los
manifestantes, lo que ha provocando una reacción airada de estos.
Una persona
fue detenida anoche durante la marcha minera tras agredir al senador socialista
Juan Barranco cuando este se encontraba en la zona de plaza de España. Barranco
fue víctima de insultos y zarandeos, pero no fue necesaria asistencia médica.
Los escoltas del exalcalde de Madrid
y exdiputado regional redujeron al agresor, que posteriormente fue trasladado a
la sede de la Brigada de Información de la Policía Nacional, donde se le ha
tomado declaración.
El
Ministerio de Industria, Turismo y Energía está completamente blindado, rodeada
de furgones antidisturbios y de agentes desplegados. Además de los petos
protectores del pecho, los policías llevan protectores en los antebrazos para
evitar los golpes, una protección infrecuente. Está previsto que termine sobre
las dos de la tarde, tras los discursos. No se espera que ningún representante
del departamento que dirige el ministro José Manuel Soria reciba a los mineros
para escuchar sus reivindicaciones. Denuncian el recorte del 60% de las
subvenciones para este año, lo que se temen que suponga el cierre de las minas
del carbón.
Con la
columna de 200 mineros que han
protagonizado 20 días de marcha negra al frente, la protesta arrancó
sobre las 11.15, un cuarto de hora después de lo previsto, con destino a
Industria, en el número 160 de La Castellana, donde los primeros manifestantes
han llegado a las doce y media. La protesta, bajo los lemas Sí a la reactivación
de las comarcas mineras y No al cierre de la minería del carbón,
echó a andar con grandes explosiones de petardos y un fuerte olor a pólvora.
Una hora antes, el punto de partida ya se llenaba de gente.
Al final de
la manifestación, a la altura de la plaza de Cuzco, un escenario se prepara a
estas horas para acoger los discursos de los líderes mineros, a la espera de
que lleguen los últimos manifestantes. El lema Por el futuro del carbón
autóctono, la reactivación de las comarcas mineras, por el empleo preside
la tarima. La marcha de los mineros, que están catalizando el descontento de
numerosos colectivos sociales afectados por los recortes, va tan lenta que se
prolonga a lo largo de varios kilómetros, hasta la plaza de Emilio Castelar.
UGT y CC OO
esperaban reunir a 25.000 personas aunque, a tenor del apoyo recibido ayer,
cuando los mineros tardaron
cuatro horas más de lo previstoen recorrer de Ciudad Universitaria a Sol
por el aluvión de ciudadanos que querían acompañarlos, la previsión se va a
quedar corta. De momento no hay una cifra de asistencia. La manifestación, al
ser muy amplia la Castellana y muy largo el recorrido, está muy disgregada, lo
que dificulta contabilizar a los participantes, que se cuentan por miles.
Los mineros, que lanzan petardazos cada dos minutos y
gritan "a por ellos, oe, oe", marcharon por la Castellana divididos
en seis filas según su procedencia. Un fuerte cordón de seguridad de los
propios manifestantes protegía la cabecera de la marcha, que también vigilaban
un amplio despliegue de antidisturbios y municipales. A pesar de la asistencia
masiva, Delegación del Gobierno ha mantenido el mismo dispositivo anunciado
días atrás. La delegada, Cristina Cifuentes, habló de un dispositivo policial "suficiente
y adecuado" para evitar incidentes y garantizar la seguridad ciudadana,
sin precisar datos. Hasta ahora, no se ha registrado ningún tipo de incidente
relacionado con la protesta. La sede del PP, en la calle Génova, ha pasado la
mañana protegida por 11 furgones policiales, a pesar de que la marcha ni se
acercaba al lugar.
El tráfico
se ha cortado desde Alonso Martínez hasta Cuzco, incluidas las aledañas a la
Castellana, lo que está provocando importantes atascos. Luis, de León, ha
llegado esta mañana en autobús, cuenta: "Venir es lo más digno que he
hecho en muchos años. Es una reivindicación justa". José Manuel Martínez,
de 12 años, tiene muy claro por qué ha viajado desde Cangas del Narcea hasta
Madrid con su padre: "Porque si cierran las minas nos quedamos sin
cuartos". "La próxima visita será con dinamita" y "si esto
no se apaña, caña, caña, caña", corean un grupo de manifestantes
procedentes de Valencia.
Tras los
mineros, iban los secretarios generales de UGT y CC OO, Cándido Méndez e
Ignacio Toxo, así como a los responsables de minería de estos sindicatos y los
secretarios generales de los sindicatos en Asturias, Aragón y Castilla y León.
También se han sumado a la manifestación los alcaldes de la cuencas mineras
asturianas, que han estado encerrados tres días en sus ayuntamientos, mientras
que continúan su encierro los trabajadores de las minas de varias comunidades
mineras. También hay miembros de los movimientos contra los recortes en Madrid,
desde la marea verde de la enseñanza a la negra de los trabajadores del
ayuntamiento.
Cuando
todavía no se han apagado los ecos
de la épica marcha nocturna, los mineros afrontan con esta protesta la última
etapa de caminata en defensa de las ayudas del carbón, que arrancó el 22 de
junio. A las diez de la mañana salieron para Colón entre aplausos los
protagonistas, los 200 mineros, esta vez no a pie sino montados en seis
autobuses, que los llevaron a la marcha desde las instalaciones del Complejo
Deportivo Zona Sur de la Universidad Complutense, donde durmieron unas
horas tras su marcha nocturna a Sol. Los organizadores de la marcha
movilizaron 500 autobuses procedentes de las comarcas mineras, que viajaron
durante la noche hasta la capital. Los primeros autocares llegaron pasadas las
ocho de la mañana a una explanada habilitada para ellos delante del Santiago
Bernabéu.
Esta manifestación es el segundo
acto masivo de los mineros tras
su llegada a la comunidad de Madrid el pasado fin de semana. Ayer por la
tarde se unieron en el barrio de Aravaca, en el noroeste de la capital, de las
dos columnas de mineros que, durante casi 20 días, han recorrido cerca de 400
kilómetros para expresar su rechazo a los recortes a las ayudas al sector. Tras
la unión de las dos columnas, los mineros realizaron la simbólica y emotiva
marcha nocturna, ataviados con sus trajes, linternas, cascos y lámparas de
trabajo.
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