Peugeot cierra una planta en Francia y reduce 8.000 puestos
de trabajo
El grupo Peugeot-Citroën (PSA) va a cerrar la fábrica de
Aulnay, cerca de París, y quiere suprimir 8.000 puestos de trabajo en Francia,
de ellos 6.500 netos. Una portavoz de la empresa matizó a este diario que “la
fábrica dejará de funcionar en 2014, aunque no cerrará definitivamente, y todas
las salidas de trabajadores serán voluntarias”. Sin embargo, los sindicatos han
reaccionado con furia a la noticia y el Gobierno socialista ha recordado que
PSA ha recibido 4.000 millones de euros de ayudas públicas en los últimos años,
tras lo que ha pedido a la empresa que modere sus planes.
Peugeot explicó que recortará 3.000 empleos en Aulnay y
1.400 en Rennes; que la mitad de los de Aulnay serán recolocados en Poissy, y
que ofrecerá bajas voluntarias a 3.600 empleados de cuello blanco. En total, la
reestructuración supone 8.000 puestos menos y 6.500 despidos netos.
El primer ministro, Jean-Marc Ayrault, definió el plan como
“una enorme sorpresa”, y reclamó a Peugeot que trabaje con los sindicatos para
“preservar el empleo y mantener la actividad en las plantas francesas”. Otros
miembros del nuevo Gobierno socialista mostraron su malestar y su intención de
convencer a PSA de dar marcha atrás. “No podemos aceptar algo así”, dijo la
ministra de Asuntos Sociales, Marisol Touraine.
El consejero delegado de PSA, Philippe Varin, explicó que
“nadie será dejado al borde del camino”, y aseguró que el grupo es “consciente
de sus responsabilidades dentro del tejido industrial francés”, pero explicó
que han tenido fuertes pérdidas en el primer semestre (los analistas cifran la
cantidad en 700 millones de euros), y recordó que el mercado europeo —en el que
PSA vende el 61% de sus coches— se ha contraído un 8% este año. En su caso, el
recorte en las ventas se ha ido al 15% por el deterioro del mercado en los
países del sur de Europa, como España.
El año pasado, la empresa perdió 92 millones de euros y se
dejó en Bolsa un 60% de su capitalización. Hoy ha perdido un 1,74%. En febrero,
se alió con General Motors en lo que supuso el primer mordisco a la
independencia de los fundadores.
Ahora, el anuncio de cierre rompe un tabú de larga duración
en Francia, ya que la última vez que dejó de funcionar una fábrica de coches en
Francia —Renault en Billancourt— fue hace 20 años. Los sindicatos hablaron de
“seísmo”, en línea con la cólera de Jean-Luc Mélenchon, excandidato a la
presidencia de la República, quien afirmó que los planes son “más escandalosos”
porque “PSA está dirigida por una familia francesa que vive en Suiza para
eludir sus deberes fiscales y que ha recibido cuantiosas subvenciones”.
El ministro de Trabajo, Michel Sapin, afirmó que el Estado
“exigirá a Peugeot que abra un verdadero diálogo social”, mientras el de
Regeneración Industrial, Arnaud Montebourg, presentará el 25 de julio un plan
de viabilidad para el sector.
Una portavoz oficial de PSA aseguró a EL PAÍS que la empresa
“no tiene por el momento planes de reducción de plantilla para sus plantas españolas”.
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