Hay situaciones que representan la foto fija de una época. Así, los trabajadores de Nissan en Barcelona han aceptado un recorte de sus derechos laborales para, eso dice la multinacional, mantener los puestos de trabajo. Es obvio que una vez que se abre esa puerta, con la excusa del pragmatismo, ya es imposible cerrarla. No deberían sorprenderse los trabajadores si en cualquier momento Nissan exige otra vuelta de tuerca, y otra, y otra... . Es cierto que para que los trabajadores puedan hacer frente a las pretenciones de empresas como Nissan, deben tener a su lado al gobierno, como ocurre en Venezuela, sin ir más lejos. Esto es, poner sobre la mesa de negociación la posibilidad de nacionalizar la planta y construir vehículos con parámetros alejados del capitalismo. Pero sabemos que la palabra nacionalizar es tabú para un ejecutivo de derechas como el del actual PSOE. Lo lamentable es que también lo sea para los trabajadores que votaron a favor de la empresa y en contra de ellos. Quizás tantos años de prédica de que lo que es bueno para la empresa es bueno para el trabajador, esté teniendo su influencia. Se empieza negando la lucha de clases y se acaba de rodillas ante los jefes. Esto es más viejo que caminar de frente.
La adjudicación de la fabricación de su modelo pick up, fue posible después de que los trabajadores aprobasen en referéndum la propuesta de la multinacional. Además, era apoyada por los sindicatos UGT y USOC, mientras que CCOO, el sindicato mayoritario, y CGT, se manifestaron en contra y calificaron la pretensión de la dirección de Nissan de “chantaje”. No obstante, el 90% de los empleados de la empresa acudió a votar. Y, de ellos, el 70% dio su OK a los recortes que proponía la empresa:
congelación salarial en el año 2012 y durante tres ejercicios
disminución de los complementos por quinquenio
aumento de la jornada laboral en 112 horas anuales
aumento de la productividad del 6%
establecimiento de una bolsa de empleo temporal de entre un 10 y un 20% de la plantilla, con utilización de empresas de trabajo temporal (ETT).
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