El Ejecutivo cierra en estos momentos los últimos flecos de la reforma de pensiones. El principio de acuerdo con los sindicatos contempla que la edad de jubilación se amplía a los 67 años. Pero quienes han cotizado 38,5 años podrán retirarse a los 65 con el 100% de su pensión.
Mucho ruido para tan pocas nueces. Es el resumen que se extraerá el próximo viernes de la reforma de pensiones que aprobará al Consejo de Ministros. Al menos, si no hay sorpresas de última hora y se cumple el guión establecido.
Éste consiste en llegar a un punto intermedio que permita tanto al Ejecutivo como a los sindicatos vender la idea de que ambos han conseguido llevar al otro a su terreno, según fuentes inmersas en las negociaciones consultadas por lainformacion.com
El resultado de este pacto de mínimos será una reforma mucho más leve de lo que se ha dado a entender con todo el ruido generado durante las negociaciones. Aquí tienes las tres grandes líneas:
Edad de jubilación: Según el preacuerdo alcanzado por el Gobierno y los sindicatos, la edad de jubilación será flexible entre los 65 y los 67 años. Para retirarse al llegar a la primera, será necesario tener un mínimo de años cotizados, mientras que la segunda será la legal. Además, a partir de los 63 años se podrá acceder a la jubilación anticipada (actualmente, la edad media de retiro son los 63, aunque la legal esté dos años más tarde), con una penalización del 8% por cada ejercicio que se adelante. A cambio, se bonificará cada año que una persona decida seguir trabajando más allá de los 67.
Años cotizados: Los 38,5 años cotizados será la cifra que finalmente apruebe el Gobierno para permitir a los trabajadores seguir jubilándose a los 65 cobrando el 100% de pensión. Para quedarse en este punto intermedio, los sindicatos han defendido durante las negociaciones que fuera 35 años, con la idea de cerrarlo en 37; mientras que el Ejecutivo se ha ido hasta los 41, con el objetivo de pactar 39 años. En este punto medio estará la virtud.
Base de cálculo: Esta medida ha quedado relegada a segundo plano por el retraso de la edad de jubilación cuando, en el fondo, afecta todavía más al importe futuro de nuestras pensiones. Actualmente, ésta se calculan sobre los últimos 15 años cotizados, pero a partir de que entre en vigor la reforma, se pasará a 20 y, dentro de unos cinco años, se ampliará a 25. Según la información que envió el Gobierno a Bruselas el pasado febrero, este cambio supondrá un ahorro de 42.000 millones para las arcas públicas.
Número de años cotizados para cobrar el 100%: Actualmente, hace falta haber colaborado con el sistema durante 35 años para tener derecho a toda la pensión; sin embargo, con la reforma, esta cifra se elevará a 38,5 años, en línea con el número de ejercicio cotizados que nos permitirán retirarnos a los 65 años.
En resumen, si ahora podemos jubilarnos anticipadamente a los 61 y la edad legal se sitúa apenas cuatro años después, tras la reforma, el retiro anticipado será a los 63 años, mientras que la edad legal oscilará entre los 65 y los 67 años, dependiendo cuánto tiempo llevamos cotizando.
Aquellos trabajadores que hayan colaborado con el sistema el tiempo necesario para percibir el 100% de la pensión (actualmente en 35 años y probablemente en 38 tras la reforma) podrán seguir jubilándose a los 65.
Eso sí, y aquí llega el verdadero cambio, el importe de nuestra nómina de retiro se calculará sobre la base de los últimos 25 años cotizados, frente a los 15 actuales. Y eso sí será un gran cambio.
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