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domingo, 3 de marzo de 2013

EL SECTOR INDUSTRIAL DE CADIZ PIERDE 7000 PUESTOS DE TRABAJO EN 5 AÑOS


El sector industrial pierde 7.000 puestos de trabajo en los últimos cinco años

Los trabajadores del sector del metal de la provincia se han echado esta semana a la calle con todas las consecuencias. La defensa de sus puestos de trabajo y, sobre todo, de los intereses que regula su convenio colectivo han sido motivo suficiente para plantar cara a la patronal. La industria gaditana no levanta cabeza desde 2007. La crisis ha tocado de lleno a uno de los sectores productivos más importantes de la economía provincial del que dependen unas 10.000 familias. Los efectos de la parálisis que sufren los astilleros, así como la ausencia de actividad en otras factorías han llevado a una pérdida de peso del sector industrial que se ha traducido en un aumento del paro. Más de 7.000 personas han perdido su empleo en el sector del metal en los últimos cinco años. La hemorragia no ha terminado. Las tres plantas de Navantia se enfrentan en los próximos meses a una reconversión naval encubierta. La dirección de la compañía ha informado al comité intercentros, donde están representados los seis astilleros públicos del país, que la situación económica y financiera de la compañía es muy grave, debido a la falta de actividad. Ante esta situación, Navantia ha diseñado un plan de ajuste que tiene como objetivo prioritario reducir gastos y contener la sangría de pérdidas que acumula de los tres últimos ejercicios.

 Los planes de Navantia han puesto en guardia a la plantilla, que teme la aplicación de medidas laborales. De momento, la empresa se ha mostrado partidaria de trasladar mano de obra de las plantas con menos actividad, caso del astillero de Puerto Real, a otras donde haya una carga de trabajo puntual, como Cartagena. La medida ha sido rechazada de pleno por los trabajadores de la factoría puertorrealeña, que consideran que esta actuación es el principio del desmantelamiento de la fábrica.

 La incertidumbre que vive el sector naval de la Bahía pone en jaque a unos 1.500 trabajadores. Navantia ha desvelado alguna de sus cartas, sin embargo, todo apunta a que se guarda un as para más adelante. De momento, su política de contención del gasto trata de hacerla efectiva recortando los contratos que mantiene con las empresas auxiliares y revisando los programas con algunos proveedores. El anuncio ha caído como un jarro de agua fría entre las empresas subcontratadas, que temen ahora la pérdida de los contratos de mantenimiento, electricidad y mano de obra en los astilleros gaditanos. La dirección de Navantia quiere que esa actividad, hasta ahora externalizada, la desarrollen los propios trabajadores del astillero.

 El movimiento de la industria naval, especialmente de su máquina tractora, los astilleros, es clave para alterar o no el mercado laboral de la Bahía. La última Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente a cuarto trimestre de 2012 ha arrojado en Cádiz una tasa de desempleo del 40,6%, lo que significa unos 214.000 parados. Se trata de una cifra récord.

El desempleo en el sector industrial ha ido escalando posiciones desde 2007. En enero de ese año sólo había 7.977 parados del metal en la provincia frente a los 16.496 que hay en estos momentos.

El cierre definitivo de Gadir Solar el año pasado, que dejó en la calle a unos 150 trabajadores, la deslocalización de Visteon, que envió al paro a 400 trabajadores, y la adscripción de los exDelphi a la bolsa de parados de la provincia, han sido tres fenómenos que han multiplicado el desempleo industrial en la Bahía.

 El conflicto de Delphi sigue marcando la actualidad laboral de la provincia seis años después del cierre de la planta. Unos 600 extrabajadores de la factoría, que aún siguen sin recolocar, exigen a la Junta que cumpla con los compromisos firmados en el protocolo de junio de 2007. La administración regional dio por concluida la relación con la plantilla de Delphi el pasado septiembre al reconocer que no había más fondos públicos para mantener la actividad formativa remunerada de la plantilla. La Junta se comprometía entonces a buscar un inversor que se hiciera cargo de la planta. Así, se captó la atención del grupo asiático BWI, pero las condiciones de esta multinacional, que quería abrir una fábrica de embragues y rodamientos en la antigua Delphi, dio al traste con la posible recolocación. Los asiáticos querían los mínimos costes de mano de obra y una contratación por debajo del salario mínimo interprofesional. Esta opción de inversión se ha dado por pérdida. Los asiáticos han centrado su punto de mira en Polonia, donde los costes laborales son menores.

 Ante esta situación, la plantilla de Delphi reclama una solución al conflicto. La Junta ha reconocido las dificultades para la recolocación. Ante ello, los extrabajadores mantienen un calendario de movilizaciones por sorpresa. El pasado lunes, los exDelphi se desplazaron a Conil, donde el vicepresidente de la Junta y coordinador regional de IU, Diego Valderas, daba una conferencia en la Casa de la Cultura. La plantilla exigió a Valderas que cumpliera las promesas que hizo cuando estaba en la oposición. Los extrabajadores reprochan a IU su nuevo discurso tras el pacto de gobierno con el PSOE.

 La Junta y el Estado han desembolsado entre 2007 y 2011 unos 307 millones de euros correspondientes al plan de reindustrialización, orquestado por el Gobierno central con 190 millones de euros; y el plan de incentivos a la innovación, amparado por la Junta con 116 millones de euros. El objetivo no era otro que buscar una salida a los 1.889 trabajadores que dejó Delphi en la estacada. Al final, el asunto Delphi ha resultado un auténtico fiasco.

 El tercer frente que se mantiene abierto en la provincia es el futuro del parque de Las Aletas, clave para el desarrollo de la Bahía. La última sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía da el jaque mate a un proyecto que lleva más de diez años de gestación. El pasado enero, la Justicia anulaba el carácter autonómico de la inversión de Las Aletas. El TSJA reconocía en su fallo que no estaba justificada esta declaración. La sentencia complementa a la que ya emitió en octubre de 2009 el Tribunal Supremo, aclarando que el proyecto vulnera la Ley de Costas en lo relacionado a la ocupación del dominio público marítimo terrestre. Ahora, los propietarios de los terrenos afectados han dado un paso más y han elevado al Supremo el proceso expropiatorio. Las últimas sentencias avalan la solicitud de los afectados y es lógico que la sentencia anule también el trámite de expropiación forzosa que llevó a cabo la Junta en 2008 y obligue, además, a la devolución del suelo a sus propietarios.

 Ante esta situación el Consorcio de Las Aletas se enfrenta a un nuevo escenario. No se puede continuar el proyecto en estas circunstancias. Los representantes del PSOE en el consejo de administración de las Aletas han sido los primeros en solicitar el borrón y cuenta nueva. La vicepresidenta del Consorcio y consejera de Presidencia de la Junta, Susana Díaz, se ha mostrado a favor de realizar una nueva ordenación urbanística de Las Aletas y acometer el proyecto en dos fases y con menos superficie. Igualmente ha lanzado un órdago a los gestores, ahora en manos del PP, al proponer que sea el Consorcio de Las Aletas el que compre los terrenos de Delphi y garantice así la inversión industrial. Las espadas están en alto y el sector industrial de la Bahía tocado y hundido por falta de actividad. La única esperanza se encuentra ahora en la aeronáutica.

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