Antonio Soto Canalejo – militante anarquista
en la Patagonia rebelde
El 8 de octubre de
1897 nace en la calle Pardo Bajo de Ferrol (La Coruña, Galicia) el militante
anarquista Antonio Gonzalo Soto Canalejo, conocido como El Gallego Soto. Su
padre (Antonio Soto Moreira) murió en la guerra de Cuba, en el hundimiento del
buque "Oquendo» durante la batalla de Santiago de Cuba contra la armada
norteamericana, cuando tenía un año. En 1900, con su madre (Concepción Canalejo
González), nuevamente casada, emigró a Buenos Aires (Argentina), pero retornará
a Ferrol debido a discrepancias con su padastre, Eduardo Rey. Vivió con unas
tías - hermanas de su padre - beatas y autoritarias y, aún adolescente, empieza
a leer literatura anarquista y se apasiona con el antimilitarismo de Tolstoi.
En 1914, contrario a la guerra colonial en Marruecos, se declara insumiso al
ejército y emigra a Argentina, donde trabajará como tramoyista en la compañía
teatral Serrano Mendoza, que hacía giras teatrales y de zarzuelas por los
puertos de la Patagonia.
La Revolución rusa de
1917 lo marcó fuertemente. En 1920 llegará con la compañía en la ciudad
patagónica de Trelew, donde participará en actividades de protesta, intervendrá
en mítines y sufrirá la primera detención, que implicará su expulsión de la
provincia de Chubut. Luego, con la compañía, marchó en Río Gallegos, también en
la Patagonia, donde se involucró en las actividades de la Sociedad Obrera,
adherida a la Federación Obrera Regional Argentina (FORA). Poco después, a
petición de uno de sus asesores, el periodista vasco José María Borrero,
abandona el teatro para dirigir el movimiento obrero de la comarca. El 24 de
mayo de 1920 fue elegido secretario general de la Sociedad Obrera de Río
Gallegos y adquirió notoriedad entre los obreros rurales. Con el apoyo de
Domingo Barón, Baltasar Lorido y otros libertarios, se convierte en la cabeza
de la Patagonia insurgente. En julio de 1920 fue detenido a causa de la huelga
del Gran Hotel de Puerto Gallegos y en septiembre de ese año fue de nuevo
tomado para intentar rendir un homenaje a Francisco Ferrer Guardia, intentando,
sin éxito, las autoridades expulsarlo del país en el mes siguiente. Con Manuel
Outerelo, Argüelles, Font y otros, desarrollará una gran tarea de propaganda
por toda la región al tiempo que desaprueba las acciones violentas de la banda
de El Toscano.
A finales de 1920 la rebelión patagónica pone en marcha con
los obreros de Río Gallegos y orientados por Soto y otros anarquistas españoles
(Leoncio Alonso, Antonio Fernández, Antonio Freire, Domingo Tarragó, Eligio
Bautista, José Traba, José Díaz, Francisco García , Paulino Martínez, Enrique
García) adquiere un cariz revolucionario. Soto, al frente de un grupo de 500
jinetes, logra tomar varias haciendas, pero el ejército argentino, comandado
por el teniente coronel Héctor B. Varela, contraatacarà. que implicará una
fuerte represión. Consigue llegar a Buenos Aires y representa, con Daniel
Blanco, la Sociedad Obrera de Río Gallegos en el XI Congreso de la FORA, donde
denuncia la represión y la actitud de la burocracia de la FORA de Buenos Aires,
sin encontrar eco ni sólo en las filas anarquistas. El 6 de diciembre de 1921,
Soto y su grupo son finalmente rodeados en La Anita, una hacienda de la alta
montaña. El ejército vence a los levantados, fusila más de 120 revolucionarios
y indulta aquellos que son más aptos para el trabajo. Soto, con un grupo de 12
leales, pudo huir por las montañas y entró a Chile por el paso de Centinela,
tras negarse a entregar las armas y perseguido por el ejército argentino y los
carabineros chilenos que no querían que entrara en el país .
En esta época sufrió
una campaña difamatoria por parte de los dirigentes de la FORA del IX Congreso,
pero siguió contando con un gran prestigio entre los sindicatos argentinos. En
Chile deambuló por diversas ciudades: Puerto Natales, Punta Arenas, Valparaíso
- en esta ciudad se casó con Amanda Soup y de este primer matrimonio nacerán
seis hijos (Alba, Antonio, Mario, Aurora, Amanda y Enzo) -, Iquique , etc. En
Santiago hizo trabajo de chofer de su propio autobús recorriendo Chile de norte
a sur - patín varios accidentes de tráfico importantes - y pudo reanudar su
militancia anarquista. En 1932 s'intal • instaló en Punta Arenas. Más tarde
abrió un cine, llamado «Libertad», en Puerto Natales, donde también asesoró
sindicalmente los obreros de la industria frigorífica. Cuando estalló la
Revolución española no pudo marchar a causa de su mala salud. El 5 de marzo de
1938 se casará de nuevo, con Dorotea Cárdenas, de la isla de Chiloe, con quien
tendrá una hija, Isabel. En 1945 se trasladó a Punta Arenas, donde hizo trabajo
en una fundición donde adobaban motores de barcos y después vivió una parada de
frutas en el mercado. Más tarde pasó una temporada errante por Tierra de Fuego
y luego regresó finalmente a Punta Arenas, donde abrió un restaurante llamado
«Oquendo», en honor del barco donde navegó su padre. En esta ciudad participó
activamente en diversas entidades, como el Centro Republicano Español, el
Centro Gallego (1950), el Club Deportivo de Pesca y Caza (1951), la Cruz Roja
Internacional, la Sociedad de Amigos de la Unión Soviética - a pesar de su
reconocido e inequívoco anarquismo - e incluso hizo costado la candidatura de Salvador
Allende.
La salud le obligó a
dejar el restaurante y montó una pensión que llevará su linaje, situada en la
calle Ecuatoriana, y que ayudará económicamente con un camión que llevaba
cargas desde el puerto. En 1962 abandonó toda clase de trabajo. Parece que
estuvo bastante unido a la fracción española de la FORA (Abad de Santillán,
Manuel Villar Mingo, Emilio López Arango, José Torralvo, etc.). Su figura ha
sido protagonista de varias películas - La Patagonia rebelde (1973), Patagonia,
utopía libertaria (1998) - y de libros y ensayos (José María Borrero, González,
Osvaldo Bayer, Lois Pérez Leila, etc. ). Antonio Soto Canalejo murió a causa de
una trombosis cerebral el 11 de mayo de 1963 en Punta Arenas (Magallanes,
Chile). En Buenos Aires existe el Centro Gallego-Argentino de Estudios
Sindicales y Sociales "Antonio Soto" ya Ferrol una calle lleva su
nombre.
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