36 años sin respuestas del
accidente minero del Pozo María
Hacia las 19.30 h. del miércoles
17 de octubre de 1979 un accidente minero en la capa 13 del pozo María de
Caboalles provocó la muerte de diez mineros: Basilio Uría Cangas, Manuel Gómez
Díaz, Adolfo Real Suárez, Emilio Pinillas Álvarez, Arselí Fernández Díez,
Otilio Álvarez Fernández, Antonio Restrepo Vior, Manuel González Acero, José
Auviaña Díaz y Alfredo Prieto Suárez. A 150 metros de profundidad la mina
segaba la vida de quienes trabajaban en ella para mantener a sus familias.
Tenían entre 19 y 46 años y seis de ellos tenían hijos.
36 años después los interrogantes
sobre el accidente minero más grave de la historia de Laciana siguen, puesto
que aunque la versión de la empresa fue que el terrible accidente se había
debido a un derrumbamiento seguido de una explosión de grisú las versiones de
los sindicatos apuntaron en cambio a una explosión por acumulación de grisú, no
detectadas por graves deficiencias en la instalación propiedad de la Minero
Siderúrgica de Ponferrada (MSP). Dos días duró el rescate, hasta que el cuerpo
de Manuel González Acero fue rescatado del interior del pozo gracias al trabajo
de 2.000 mineros de la todopoderosa empresa de la que era dueña familias de
raigambre franquista como los Botín, los Villalonga o los Ussía.
Los entierros de los diez mineros
en sus localidades fueron multitudinarios, y especialmente emotivo el de
Caboalles, de donde eran la mayor parte de las víctimas. Cuentan las crónicas
periodísticas de la época que el silencio en Villablino en aquellos días era
impresionante y que las calles estaban llenas de banderas de España con
crespones negros como nunca se ha vuelto a ver.
En el año 2004 los testimonios y
la investigación recogidos en la Revista El Mixto contribuyeron a dar luz a los
hechos reales de este terrible accidente, el más grave de la historia minera de
Laciana. El grupo María fue cerrado en el año 2000 y hoy es pasto del inexorable
paso de la naturaleza.
Pese a las denuncias sindicales
de deficiencias en la instalación como causa del terrible accidente nunca se
inició una investigación oficial, que explicaba que se trataba de un
hundimiento y una posterior explosión de grisú que provocó más derrumbes y la
presencia de monóxido de carbono en la galería, resultando todo ello fatal para
los mineros. Pero la sensación entre los mineros y Laciana es que el accidente
del Pozo María no solo pasó a la historia por ser el más graves, sino también
por ser, quizás, el más olvidado.
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