Una familia con dos niños iba a ser desahuciada hoy, jueves 1 de diciembre, por el impago de 14000 euros de un crédito. Cajasol, la Banca Cínica responsable del desahucio, ya tenía puesta en venta la casa, a pesar de que la familia todavía vivía allí. El hermano del propietario había intentado sin éxito pagar la deuda pendiente en los días anteriores, pero Caja Sol se había negado alegando que el plazo ya había expirado.
La asamblea 15M de Torreblanca convocó a los vecinos a las 9 de la mañana en calle Torrehermosa. Unas cien personas, en su mayoría vecinos del Cerro, con presencia de compañeros del 15M de otros barrios, se concentraron en la puerta de la casa. También se personaron los funcionarios del juzgado, el cerrajero y los abogados. Durante la mañana se intentó llegar a un acuerdo con el banco.
Viendo que la familia no tenía intención de abandonar la casa por propia voluntad, el juzgado requirió la actuación de la policía y a las 11 h se presentaron tres coches de la policía nacional. Cuando los agentes vieron la concentración, y a pesar de la insistencia de los funcionarios del juzgado, decidieron que no contaban con fuerzas suficientes para paralizar el desalojo. En las horas siguientes se siguió negociando, por un lado con los representantes del banco para buscar una solución, y por otro con la policía y los funcionarios del juzgado para intentar posponer el desalojo, ya que afirmaban que iban a traer refuerzos para hacerlo efectivo.
Finalmente el desahucio se paralizó y parece ser que se ha abierto una posible vía de negociación con Cajasol. Cuando los vecinos recibieron la noticia marcharon por las calles del barrio hasta la sucursal de dicha caja y la ocuparon al grito de “banqueros a prisión”, el director del banco hubo de esconderse abochornado en su oficina.
Cada día se están desalojando familias humildes en Sevilla, en su mayoría por ejecución de hipotecas por parte de Cajasol. Torreblanca, junto con otros barrios populares periféricos de la ciudad, es uno de los sectores más afectados y en los próximos meses están previstos decenas de desahucios más.
Este desahucio se ha parado, pero vienen muchos más. Hay que hacer que cada desahucio les cueste lágrimas no solo a las víctimas, también a los banqueros. Que cada amenaza de desalojo se transforme en una resistencia, que cada desalojo ejecutado se transforme en una ocupación.
fuente: kaos
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