SOY una de las personas que el otro dia, en el Parlamento, interrumpió el discurso de Elena Torres en defensa de la Ley de inclusión social. Por ello, la dirección de vuestro partido me ha llamado, nos ha llamado fascistas.
Os escribo esta carta, no para justificarme o rebatir el insulto, sino para explicaros a vosotros y vosotras, militantes del Partido Socialista de Navarra, por qué lo hice y, también, para pediros algo.
En primer lugar, quiero hacer unas consideraciones sobre el derecho a discrepar. Hace poco leí que hay formas democráticas de acceder al poder y formas democráticas de ejercerlo y pienso que, hoy en día, el poder no se está ejerciendo democráticamente. La defensa de las ideas, la participación política, la protesta política forman parte de esas formas democráticas de ejercer el poder, tanto por los representantes políticos como por la ciudadanía en general. Efectivamente, creo en la protesta política como una forma de participación democrática, y que hoy está siendo criminalizada por la clase política por ciertos partidos políticos. No es de recibo que por realizar una sentada se pidan dos años y medio de cárcel, como se pidió hace poco a las personas de Piztera Goaz, que aunque finalmente no fueron condenadas, tuvieron que vivir años con esa amenaza, porque la justicia es lenta, otra forma de condena. No es de recibo que, por dar un tartazo a una presidenta autonómica, se pida de cuatro a ocho años de cárcel, baste recordar que por el mismo hecho y a los mismos imputados en otro país de la UE se les solicita una multa. No es de recibo que, por un legítimo acto de protesta, se nos llame fascistas, más lo que estén pensando hacer; mi acción interrumpió un discurso, sí, pero la acción de la persona que estaba dando el discurso podría interrumpir muchas dignidades de vida. Podemos discrepar de ciertas acciones, pero de ahí a criminalizarlas va un trecho, a este paso va a ser de recibo declarar la huelga como una protesta política ilegal, de hecho, algunas voces ya lo insinúan.
Pero, aparte de ello, quisiera deciros por qué fui al Parlamento a interrumpir el discurso de Elena Torres. Lo hice no solo porque nos están haciendo pagar una crisis que no causamos, no solo porque nos están desmantelando lo público, no solo porque mientras dan 500 mil millones de euros a los bancos nos están recortando... hasta el aire que respiramos. Sino también, y sobre todo, porque ahora están haciéndolo con los sectores más desfavorecidos y vulnerables de nuestra sociedad. Para recortar, están suprimiendo puestos de trabajo de los niveles más bajos de la Administración, nivel E, (oposiciones, cocinas, limpieza,...); están quitando prestaciones a las personas dependientes, condenándoles a la desatención o a una mayor dependencia; quieren quitar la Renta Básica como derecho, expulsando a más de 2.500 familias a la exclusión. Porque muchas de esas medidas las está decretando la consejera de Política Social, y además de una manera perversa, justificando su recorte en el fraude, cuando ni ella ni yo sabemos qué fraude puede haber porque no ha realizado ningún estudio serio para cuantificarlo (de todas formas, el fraude se combate con el control no con la supresión del derecho), justificando también su recorte en un supuesto efecto llamada. ¿Alguien puede concebir que una familia sin ingresos se traslade a Navarra, espere un año para tener derecho a cobrar la Renta Básica y otros seis meses de retraso para cobrarla? Además de pobres, defraudadores; además de pobres, aprovechados. ¿Eso es lo que quiere transmitir a la sociedad una consejera socialista?
No me voy a extender más en explicaros las perniciosas consecuencias que tendría aprobar la Ley de inclusión social, de la fractura social que ello supondría. No lo voy a hacer porque, dentro de nuestras probables discrepancias de formas de pensar y de formas de actuar, pienso que estamos de acuerdo en ello. Estamos de acuerdo en que esta ley es injusta y que produciría una mayor injusticia social, porque así lo habéis manifestado a través de algunos de vuestros y vuestras representantes, solicitando la retirada de la ley en los ayuntamientos de Tafalla y de Ansoáin y negándose a defender mociones de apoyo a la ley en otros ayuntamientos de Navarra. Porque algunos de vosotros y vosotras habéis participado con vuestra firma en el manifiesto en defensa del derecho a la Renta Básica.
No cito estos hechos para echar en cara nada a nadie, lo cito para pediros una cosa: que os opongáis activamente a la aprobación de esta Ley, que ejerzáis la protesta política, seguramente distinta de la mía, dentro o fuera de vuestro partido, como lo estiméis conveniente; pero que esta ley no se apruebe, defendamos la Renta Básica. Me atrevo a pediros todo esto porque, en este tema, creo que tenemos más acuerdo que discrepancia. Vuestro secretario en Navarra ha firmado recientemente un manifiesto titulado Mucho PSOE por hacer, os propongo empezar por el derecho a la Renta Básica.
Fuente: http://www.noticiasdenavarra.com/2011/12/27/opinion/colaboracion/carta-abierta-de-un-39fascista39-a-las-bases-del-psn
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