sábado, 24 de diciembre de 2011
HOMENAJE A LA GUERRILLA ESPAÑOLA 1936-1964 CNT PUERTO REAL 2001
El S.O.V. de Puerto Real llevó a cabo en la última semana de septiembre los Actos Conmemorativos en Homenaje a la Guerrilla Española entre los años 1936 a 1964. Un número monográfico de la revista A Proa, editada por el sindicato, recogía el resultado de la investigación sobre el tema realizada por los propios militantes, a saber:
Que durante muchos años se ha silenciado y olvidado el sacrificio de tantos compañeros y compañeras que dieron sus vidas por construir un mundo mucho más libre, justo y humanitario.
Que si bien la labor y contribución de otros grupos de resistencia al fascismo en Europa fue reconocida, la de los españoles fue abandonada y marginada, a pesar de haber contribuido en gran medida a la liberación de Francia y a la evacuación de miles de soldados y civiles europeos.
Que como pago por los “servicios prestados” recibieron de parte de las potencias vencedoras (Francia, Inglaterra y EE.UU.) el apoyo vergonzoso de éstas al régimen del dictador Franco, lo que dio paso a la tortura y asesinato de miles de hombres y mujeres antifascistas.
Que como colofón, los partidos políticos artífices de la Transición “democrática” y la Constitución de 1978 acordaron sin asomo de vergüenza la supresión del referente histórico de la Guerrilla Española, con el fingido propósito de “no alterar la convivencia futura”.
Para rescatar nuestra memoria histórica el sindicato organizó una charla-debate sobre la Guerrilla Española, que contó con la participación del compañero Eduardo Pons Prades, ex-guerrillero, periodista y escritor, el cual compartió con el numeroso público asistente sus propias vivencias en torno a la represión franquista durante la guerra civil, y posteriormente, cuando la dictadura vencedora se decide a eliminar todo resto de oposición al régimen.
Los testimonios de este veterano cenetista pusieron de manifiesto cómo los combatientes republicanos refugiados en Francia al término de la guerra fueron recluidos en una simple playa, con el mar por un lado y una alambrada por el otro, custodiada ésta por un escuadrón de la lengión extranjera que ni siquiera hablaban francés, esperando los franceses sencillamente a que se murieran de hambre, frío y enfermedades. Junto a este “campo de muerte” colocaron un campamento de Cruz Roja, equipado con comodidades, alimentos y medicinas, pero sólo utilizable por aquellos que permitieran voluntariamente ser repatriados a España.
Explicó también cómo la traición al bando republicano perpetrada por las “democracias” occidentales, Inglaterra a la cabeza, fue debida precisamente a la obra constructiva de la Revolución Española, puesta en marcha fundamentalmente por militantes de la CNT, puesto que las expropiaciones y colectivizaciones realizadas sobre empresas inglesas “no era del agrado del gobierno de su graciosa majestad”.
Dos militantes del sindicato local presentaron el acto, donde se dieron también calurosas intervenciones por parte de los asistentes, y expresaron la voluntad de rescatar para la memoria histórica colectiva el ejemplo de tantos hombres y mujeres masacrados por creer en la libertad, independientemente de su filiación política.
Al día siguiente se descubrió una placa Homenaje a la Guerrilla Española 1936-1964, colocada sobre la fachada del sindicato, en un emotivo acto que fue seguido por muchas personas. El texto de la placa glosa así:
“Vosotros hermanos, compañeros sencillos.
Que con la palabra, con lanza y escudo.
Os enfrentasteis a la barbarie con dignidad.
Vosotros quijotes olvidados,
Defensores de la equidad,
Forzados al ostracismo.
Por propios y extraños”.
Como colofón, el tercer día se proyectó la película sobre el maquis español “Silencio roto”, dirigida por Montxo Armendáriz, un relato muy fiel a la realidad que supuso el exterminio sistemático de los guerrilleros y sus contactos perpetrado por la Guardia Civil en el periodo de 1944 a 1948. La acción se centra en un pequeño pueblo de montaña, donde el miedo se impone sobre todo intento de resistencia al régimen, con represalias sobre familiares de los huidos a la montaña, y donde el amor de una muchacha, surgida de la admiración por el valor de un joven herrero que se echó al monte por defender sus ideas, consciente de arriesgar su vida, se ve truncado por el implacable terror impuesto por los vencedores.
Puerto Real Septiembre 2001
Sindicato de Oficios Varios CNT-AIT Puerto Real
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