Comiendo con Arzak en el restaurante Sandó para acordar una salida no
traumática
Según ha podido saber Diario El
Aguijón, al mediodía de ese mismo sábado, tres consejeros y un alto ejecutivo
de Bankia participaron en una comida privada en el selecto restaurante Sandó,
junto a la Plaza de Santo Domingo en Madrid, y que últimamente se está
convirtiendo en uno de esos sanedrines madrileños de la cocina, al estar
dirigida por el afamado chef vasco con tres estrellas Michelín Juan Mari Arzak.
Durante esa comida, donde hubo no pocos nervios, acordaron hablar con Rato y
convencerle para que por todos los medios se pactara con Rajoy la salida y el
rescate del banco, y que esta salida no fuera “traumática para nadie”. O lo que
es lo mismo, para ninguno de los consejeros de la entidad. Uno de los
comensales, una persona muy cercana al presidente de la patronal madrileña
Arturo Fernández, fue el encargado de
hacer las gestiones con Esperanza Aguirre, sin la cual no se puede entender la
llegada de Rato al frente de Cajamadrid después de la guerra originada por la
presidenta madrileña por el control de la caja en 2009 con el anterior
presidente y amigo personal de Aznar, Miguel Blesa. Casi simultáneamente se
celebraba otra comida en la que participaron otros tres consejeros de Bankia en
el restaurante La Pesquera, habitualmente utilizado como lugar de comidas de
trabajo por altos ejecutivos de Bankia, cuya conclusión fue casi la misma que
en la de sus compañeros en Sandó.
Rajoy acepta pactar la salida de Rato y el nuevo presidente de la
entidad.
Al día siguiente, domingo, las
reuniones se aceleran, y los teléfonos no dejan de sonar. Durante esa mañana
afloran un abanico de tres nombres para presidir la entidad y relevar a Rodrigo
Rato de forma pacífica al frente de Bankia. Los tres nombres que se barajan
desde Economía y La Moncloa son los de Estanislao Rodríguez Ponga, ex
secretario de Estado con Aznar, José Manuel González-Páramo, actual consejero
en el Banco Central Europeo y cuyo mandato culmina en breve y el del actual
director general de Servicios de Estudios del Banco de España, José Luis Malo
de Molina. Un cuarto nombre se maneja, pero es rápidamente descartado porque
supondría una pérdida de poder español en el BCE, el de Antonio Sáinz de
Vicuña, actual jefe del servicio jurídico del Banco Central Europeo y que sonó
como candidato para sustituir a González-Páramo en el consejo del BCE y plaza
que perderá España a favor de un consejero holandés. Sin embargo, ninguno de
estos nombres gusta a Rodrigo Rato, ya que duda de que estos no vayan a iniciar
una investigación sobre lo sucedido en la entidad hasta ese momento. Así
transcurre todo el domingo.
El lunes 7 de mayo, el día clave. La dimisión y la aparición de
Gorigolzarri.
El lunes 7 de mayo amanece con
Bankia en todos los corrillos del mundo financiero madrileño hasta el punto de
que miembros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores hacen consultas
para valorar la suspensión de la cotización
de la entidad. Sobre las 9.30 de la mañana Rodrigo Rato habla personalmente con
Rajoy y le propone dos nombres alternativos. El primero es del economista
Fernando Fernández, actual consejero de
Red Eléctria y ex economista jefe del Banco Central Hispano y de Banco de
Santander, y el de José Ignacio
Goirigolzarri para sucederle, un hombre muy conocido en el mundo de la banca
especialmente por su paso por BBVA y Argentaria, pero siempre y cuando no se
realice ningún tipo de investigación sobre lo sucedido en Bankia. Las fuentes
consultadas por Diario El Aguijón señalan que Rodrigo “Rato tiene un interés
especial en aquel momento, y casi podría decirte que una obsesión por que no se
investigue la salida a bolsa, y ciertos créditos políticos que se han
concedido”. Ante esa aseveración tan directa, y ante la insistencia para que
nos aclare lo señalado sobre los créditos, nuestro interlocutor nos señala “de
eso ni puedo ni debo decirte nada más, investigad vosotros, pero hay mucho que
esconder en créditos concedidos a empresas vinculadas a cargos del PP y sobre
todo en la Comunidad de Madrid y su entorno, y que van en la línea de lo que
publicásteis sobre los créditos de Rato a Intereconomía donde apuntásteis mejor
de lo vosotros mismos sabíais. Como es lógico, no se pueden conceder créditos a
empresas de las que uno es accionista, y muchas otras cosas que hay, pero eso
investigarlo vosotros, que en esos sois muy buenos”.
Unas horas más tarde, y cerca ya
del mediodía Rodrigo Rato presentaba públicamente su dimisión, y anunciaba que
sería relevado en el cargo por José Ignacio Goirigolzarri y el otro candidato
de Rato, Fernando Fernández entrará días después a formar parte del nuevo consejo de Bankia.
El acuerdo estaba cerrado, y desde el gobierno se lanza públicamente el mensaje
de que cualquier investigación es innecesaria y que pondría en peligro todo el
sistema bancario y la imagen de España en los mercados. En el paquete acordado
se encuentra también la dimisión pedida por Rajoy y De Guindos, de todos los
consejeros de Bankia, que se produce el día 25. Al día siguiente de producirse
esta noticia, desde la Comunidad de Madrid se inicia una oledada de
declaraciones agresivas, especialmente por parte de la Delegada del Gobierno en
Madrid contra el movimiento 15-M, y desde algunos medios de comunicación muy
cercanos a La Moncloa se inician campañas para centrar la atención en el 15-M y
distraerla del caso Bankia. Después, la polémica de los pitidos. Cualquier
cosa, para que no se conozca la verdad.
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