Domingo
Ascaso Abadía:
El 4 de mayo de 1937 muere en Barcelona
(Cataluña) el militante anarquista y anarcosindicalista Domingo Ascaso Abadía.
Había nacido el 10 de junio de 1895 en Almudébar (Huesca, Aragón, España) y fue
miembro de la famosa familia anarquista de los Ascaso, hermano mayor de
Francisco y de Alejandro. Forner de pan de profesión en Zaragoza, bien pronto
se adscribió a los grupos de acción anarquistas aragoneses y se le atribuyó la
participación directa en la muerte del redactor en cabeza del Heraldo de
Aragón, a quien acusaban de haber denunciado varios soldados levantados al
cuartel de Carmen en 1920. Miembro del grupo «Los Justicieros», a comienzos de
1921 se instaló en Barcelona, donde entrará en contacto con Buenaventura
Durruti y mostrará su oposición a la creación de una federación anarquista. Muy
unido a su hermano Francisco, en octubre de 1922 se integró en el grupo de
acción «Los Solidarios». Durante la dictadura de Primo de Rivera fue perseguido
durante el gran vareo contra los círculos libertarios y el 24 de marzo de 1924
consiguió eludir el círculo policiaco en Barcelona. Vivió escondido en el
cementerio de Pueblo Nuevo hasta que Joan García Oliver lo pudo pasar a Francia
--según algunos se exilia a raíz de la ejecución del comisario Espejo. En
Francia sirvió de enlace con Durruti y su hermano Francisco y todos juntos
intentaron acelerar el movimiento revolucionario que preveía una acción
guerrillera en los Pirineos que tenía que crear un clima revolucionario en el
interior de la península. Formó parte de la comisión encargada de organizar la
expedición y de obtener el armamento necesario para la expedición de Vera de
Bidasoa que se produjo el diciembre de 1924. A comienzos de 1929 vivió el
exilio en Bruselas, donde para sobrevivir vendía pañuelos y objetos de
escritorio. Después de la caída del dictador, volvió a la península. Como
miembro del grupo de la Federación Anarquista Ibérica (FAI) «Los Indomables», fue
detenido después de los hechos de Fígols y de Cardona y desterrado el 21 de
enero de 1932 en Villa Cisneros hasta septiembre de aquel año. Durante los años
siguientes se dedicó al campo sindical y, como pastelero, militó encuadrado en
el Sindicato de la Alimentación de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT),
dejando de banda los grupos de acción. Cuando estalló la Revolución española el
julio de 1936 fue ayudante de García Oliver en el Comité de Milicias
Antifascistas. Poco después, con Cristóbal Aldabaldetrecu, dirigió la Columna
Ascaso al frente de Aragón, especialmente en la comarca de Barbastro, que
abandonaron cuando la militarización de las milicias y esta columna se
transformó en la 28 División --aunque el motivo parece no haber sido la militarización,
puesto que la defendieron sin reservas en la asamblea de milicianos del 9 de
marzo de 1937 en Barcelona, sino la oposición de Miguel García Vicancos, de
Gregorio Jover y de Josep Joan Domènech que continuaran en el frente. De vuelta
en Barcelona, cayó abatido el 4 de mayo de 1937 en la Gran Vía de Barcelona
(Cataluña) en las luchas de barricadas contra las fuerzas contrarevolucionàrias
durante los «Hechos de Mayo de 1937» y fue enterrado al cementerio barcelonés
de Montjuic.
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