Julián Floristán
El 19 de mayo de 1997 muere en Royan
(Poitou-Charentes, Francia) el anarcosindicalista Julián José María Floristán
Urrecho. Había nacido el 16 de marzo de 1905 en Haro (La Rioja, España) en una
familia humilde y huérfano de padre. Abandonó la escuela antes de cumplir los
10 años ya los 14 empezó a trabajar de aprendiz de carpintero. A partir de 1920
empezó a militar en la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) de Haro y en
enero de 1926, al hacer los 20 años, para eludir el servicio militar, marchó a
Miranda, desde donde, después de hacer contacto con el anarquista Laurentino
Tejerina, se trasladó clandestinamente a Francia. Residió en Donibane Lohizune
y Biarritz, hasta que las dificultades económicas para encontrar trabajo le
obligaron regresar a la Península: en septiembre de 1927 trabajaba en los
ferrocarriles de Burgos como carpintero y en 1929 pasó una temporada en las
navarras Carcastillo y Tafalla. Ese mismo año se instaló en Santa Coloma de
Gramenet, donde fue delegado del Comité Pro Presos, intervino en la fundación
de la Casa del Pueblo, fue corresponsal de Solidaridad Obrera y distribuidor de
la prensa anarquista. Falto de trabajo, en 1933 se estableció en Palma
(Mallorca, Islas Baleares), donde llegó a ser secretario de la Federación Local
de CNT, miembro del Ateneo Racionalista de la barriada de Santa Catalina,
responsable del semanario Cultura Obrera y corresponsal de Solidaridad Obrera,
también sufrió un proceso por delito de prensa. En 1936 marchó a
Valle-de-robles (Matarraña, Franja de Poniente) y asistió al congreso de ese
año como delegado cenetista por Torre del Compte. Cuando estalló la Revolución
de julio, se trasladó rápidamente a Torre y Gandesa, e intervino en la
sofocación del levantamiento fascista en Villalba de los Arcos. Después se sumó
a la columna constituida en Tarragona para liberar Aragón, participando en la
toma de calaceitano y llegando hasta Valle-de-robles. Este mismo mes de julio se
unirá a la columna Carod-Ferrer, que acabó abandonando por discrepancias con la
cabeza, pasando a encargarse como secretario general de las colectivizaciones
de 19 pueblos de la zona de Vall-de- robles. Al producirse la razzia de los
estalinistas de Enrique Líster contra las colectividades, se vio forzado a
esconderse, hasta que consiguió llegar a Lécera, donde se unió a la Brigada
Confederal 117, integrándose en los servicios de Intendencia, más tarde, formó
parte del Batallón Remiro. El 9 de febrero de 1939 pasó a Francia por
Bourg-Madame y sufrió los campos de concentración de Mauz, Vernet y
Set-fuentes. Más tarde acabó en las compañías de trabajadores de extranjeros,
de una de las cuales desertó por los Pirineos, terminando en Fumel. Después de
la Liberación, trabajó en Frontonh y La Sala, para asentarse definitivamente en
Royan. En Francia militó en la CNT, participando en diversas actividades
orgánicas: secretario de la comarcal de Vall-de-robles en el exilio durante
muchísimos años; presencia en el Congreso de París de 1945 y en varios plenos
de la regional de Tolosa; secretario general de la CNT de Fumel entre 1945 y
1947, de Frontonh - y de Solidaridad Internacional Antifascista (SIA) - y de
Royan, desde 1954; secretario de administración de la regional tolosana entre
1947 y 1949; etc. Desde 1931 fue asiduo de la prensa libertaria, publicando
artículos, bajo diversos seudónimos (Royan, Urrechu, Florián, Riojano) en Acao
Directa, Boletín de los GG de Defensa Confederal, Boletín Interno, Boletín
Interno CIR, Cenit, CNT, Combate Syndicaliste, Cultura y Acción, Cultura
Obrera, Espoir, Ideas, Nervión, Nuevo Aragón, Solidaridad, Solidaridad Obrera,
Tierra y Libertad, Umanità Nueva, Umbral, etc. Colaboró en el libro Comarcal
de Valderrobres (1971) y es autor unas memorias Cosas vívidas (1971).
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