Las dos grandes instalaciones deportivas municipales -el polideportivo Ciudad de Cádiz y el pabellón del casco histórico- cerrarán a partir de hoy sus puertas, salvo sorpresa de última hora, por el retraso en el pago de las facturas a la empresa adjudicataria, Eulen, por parte del Ayuntamiento. La empresa, concesionaria de los servicios que prestan estos centros, ha notificado a sus trabajadores y al Consistorio la suspensión de todas las actividades del Instituto Municipal para el Deporte, así como otros programas como el del Club de la Salud y del Deporte Escolar, en el que participan cientos de estudiantes de los colegios gaditanos. Además, también se verán afectados los servicios del centro de actividades náuticas de Cortadura y de la Escuela Municipal de Buceo.
Según ha notificado la compañía a los empleados: «La persistencia de esta situación (de impago) nos ha ocasionado un problema de origen productivo de importantes dimensiones, con forzosa implicación organizativa, al que la empresa no puede hacer frente». Además, añade: «Esto nos obliga a suspender temporalmente los servicios a partir del 12 de diciembre y a la concesión de vacaciones al personal a partir de ese día hasta agotar las vacaciones pendientes de disfrute del ejercicio 2011».
Por otra parte, Eulen también ha anunciado al comité de empresa su intención de presentar ante la autoridad competente la solicitud para llevar a cabo un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).
Estas medidas adoptadas por la empresa ha despertado un profundo malestar entre la plantilla de trabajadores. Por esta razón, el sindicato Autonomía Obrera ha solicitado a la empresa que renuncie a la adjudicación y que tramite la correspondiente denuncia contra el Ayuntamiento, y anunció que los empleados acudirán hoy lunes a sus puestos de trabajo. El portavoz de la fuerza sindical, Manuel Bienvenido, apuntó al respecto: «No entiendo que a esta empresa le ocasione un problema productivo u organizativo porque no realiza ninguna de las dos cuestiones». Además, con respecto al retraso en la factura, propuso a Eulen la rescisión del contrato firmado a principios del presente año y advirtió: «Tenemos la total seguridad que los motivos argumentados por la empresa son insuficientes y carentes de lógica, ya que al ser una concesión administrativa tienen que tener solvencia económica y, en su defecto, incluir en la facturación los intereses de demora, teniendo la única obligación de cumplir la legislación laboral y el convenio colectivo de los trabajadores».
En relación a la concesión de vacaciones a la plantilla durante la suspensión de los servicios que comienza hoy, el sindicato aseguró que le legislación laboral recoge que la concesión de vacaciones se debe realizar con dos meses de antelación y con el acuerdo de los empleados. Por esta razón, advirtió a los responsables de la concesión que interpondrán medidas judiciales si llevan a cabo esta amenaza.
Por último, cabe destacar que los empleados siguen percibiendo sus nóminas y, desde la empresa, aseguran que lo seguirán haciendo a pesar de que no se presten los servicios.
fuente: lavozdigital
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