El desahucio a primera hora de la mañana de Clara Martínez, inquilina durante 23 años de la Casa del Aire, en el Albaicín, se ha saldado con varios incidentes después de que la plataforma Stop Desahucios convocara una concentración a las puertas de los juzgados de Granada, situados en Plaza Nueva.
Medio centenar de personas han taponado al mediodía el acceso principal de los juzgados, lo que ha obligado a intervenir a la Policía Nacional sin que se produjeran heridos. Aunque existía otra entrada por el mismo edificio, que llegó a utilizarse en los primeros instantes de la protesta, los agentes han decidido intervenir, no sin antes advertir a los allí concentrados que dejaran un espacio para que pudieran entrar y salir las personas. Antes de la actuación policial, un oficial ha tratado sin éxito de que los manifestantes depusieran su actitud: “Podéis continuar con la protesta pero, por favor, dejen un acceso para que las personas puedan entrar y salir al edificio. En caso contrario, intervendremos: tienen ustedes cinco minutos”.
Nunca antes se había impedido la entrada a los juzgados. Eso, al menos, asegura el abogado de la plataforma Stop Desahucios y del 15M, Pepe Iglesias. Si bien algunos de los manifestantes eran partidarios de abrir un vía de acceso, finalmente ha prevalecido la opinión de quienes apostaban por la resistencia pasiva. Fue entonces cuando una treintena de agentes ha actuado contra los manifestantes mediante los habituales empujones y, en algunos casos, arrastrando los cuerpos de los participantes en la bronca, sin que se produjeran heridos ni detenciones. Sí se escucharon muchos insultos hacia los antidisturbios y consignas reivindicativas. Una vez despejada la zona, los propios agentes se alinearon a ambos lados de la puerta para abrir un corredor por donde pudieran entrar los ciudadanos.
La protesta vino precedida del desahucio en el Albaicín, donde también se produjeron incidentes. Iglesias confirmó a Granadaimedia que la persona herida en el desalojo de la Casa del Aire, situada en el Zenete, ha presentado una denuncia en el juzgado de guardia por lesiones en un dedo y contusiones en el rostro.
Antes de que la Policía interviniera en Plaza Nueva, se ha leído un manifiesto para denunciar el “carácter desproporcional de la actuación policial y los juzgados”: “Unos por su intención de realizar el desalojo sin previo aviso y por el dispositivo desplegado que causaron heridos al levantar a los manifestantes, y los otros por desahuciar amenazando con cargar las costas del desalojo a la propia vecina”.
A continuación, Clara Aguilera relató el ‘vía crucis’ que ha soportar durante los últimos años con los distintos propietarios (inmobiliarias) que ha tenido el inmueble, denunciando la connivencia de las autoridades políticas y judiciales.
Lo cierto es que el desalojo se veía venir después de dos intentos infructuosos de la autoridad judicial que se encontró con la resistencia mostrada por el colectivo Stop Desahucios, coincidiendo con las movilizaciones del 15M. En esta ocasión existía cierto temor a que las costas -no solo del juicio, también del despliegue policial- corriera a cargo de la inquilina desahuciada, que curiosamente ya no vivía en el inmueble; entre otras razones, por lo que ella asegura haber soportado con el “acoso inmobiliario” de los propietarios.
fuente: agencias
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