En el pasado mes de diciembre, día 7, mi pareja y yo entramos en una perfumería la cual se encuentra ubicada en una céntrica calle de San Fernando, la calle Rosario; mi pareja necesitaba un producto de baño, así que ya que allí suelen poner ofertas pues decidimos comprarlo y de paso ver otras ofertas; él se dirigió a las cosas de hombre y yo a la de mujeres. Después de mirar cada uno lo que nos gusta, decidimos adquirir el producto un gel de baño y a pagarlo.
Acto seguido la empleada nos enseña una etiqueta blanca, arrugada y pisoteada diciendo que habíamos sido nosotros quienes la habíamos despegado, nos quedamos asombrados pues nosotros éramos clientes habituales y no nos esperábamos esa acción.
La encargada empezó a levantar la voz públicamente en un tono prepotente y beligerante acusándonos de que éramos reincidentes, que siempre que íbamos allí, les faltaban productos de cosméticas; yo le pedí que pasara por el lector la pegatina esa, cosa a la cual se negó, quería que le mostrara mi bolso o que si no que iba a llamar a la policía, que ella no tenia derecho a exigirme eso, así que llamo a la policía nacional, todo esto en público, habiendo allí clientes comprando; me acusó de que ya me había llamado la atención una vez intentando robar, todo esto en público y delante de personas, sintiéndonos humillados.
Cuando la policía llegó, ella quería que se nos revisara allí mismo en la tienda cosa que la policía le dijo que eso no era posible; después de revisarnos como si fuéramos delincuentes y de comprobar que efectivamente no habíamos sustraído nada, ella en vez de pedir disculpas, al contrario siguió usando una actitud poco profesional y pedir disculpas, empezó a elucubrar hechos inexistente, le dije que pusiera la cámara, para que viera que estaba equivocada.
Estoy bastante indignada con el trato recibido por estas empleadas de esta franquicia, nos acusaron sin pruebas, nos acusaron de hurto y encima de reincidentes. Así como de su poca profesionalidad y trato a los/as clientes, si hubiese tenido sospechas, al menos debió habernos llamado en privado, cosa que no fue así, fue en público y había testigos.
Si según ella ya me vio intentado robar, que poca sal hay que tener en la cabeza para volver a dejar a entrar a alguien; si según ella yo soy reincidente, por que me regalo una tarjeta de cliente fidelidad.
¿Qué clase de personas con tan poco tacto y poca profesionalidad contrata esta empresa? ¿Dónde esta la profesionalidad y la diplomacia? Hay formas y formas de hacer las cosas y desde luego no fue eficiente ni diligente.
Como ciudadana española conozco mis derechos constitucionales art 18.1 de la Ce , asi como el art 160 del código penal, lo cual reza como falta de injuria, y por supuesto esto no lo voy a dejar caer en el olvido.
Afortunadamente, nunca he tenido necesidad de robar, este año acabo mi carrera de trabajo social, tengo una economía solvente como cualquier ciudadano/a de clase media, mi pareja trabaja en el sector sanitario y no tenemos necesidad alguna.
Os deseo de corazón ciudadanos/as, que nunca os pase este percance, pues sentirse humillado e injuriado son sentimientos bastante desagradables, estoy con tratamiento para la ansiedad desde ese día.
Auxiliadora Moya Morales, de Cádiz
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