En declaraciones a Europa Press, el presidente del comité de empresa, Juan Manuel Cazalla, ha cifrado la deuda del Consistorio jerezano con Urbaser en "100 millones de euros", lo que ha motivado que la concesionaria le exija una garantía de pagos a partir de enero de 2011, "aparcando la deuda" hasta que "mejore" la situación financiera de la institución municipal.
No obstante, según ha explicado Cazalla, la concesionaria le ha pedido al Ayuntamiento en un escrito que desde enero "cobren mensualmente lo que le corresponde" para no acumular más impagos, y ha anunciado "en una carta a cada trabajador" su marcha de la ciudad el próximo 23 de enero tras decidir "no renovar el servicio" al no tener respuesta por parte del Gobierno local.
En la carta que el pasado martes recibió cada empleado, la concesionaria --que presta servicios desde hace 16 años en la localidad jerezana-- advierte que la plantilla pasaría a ser cargo del Ayuntamiento o de la nueva empresa que asumiera el servicio.
Asimismo, Cazalla ha indicado que en el escrito dirigido al Consistorio, Urbaser también ha solicitado que los pagos se canalicen a través de la Diputación Provincial de Cádiz, "porque si pasan por el Ayuntamiento se pierden".
A raíz de esa misiva, unos 400 trabajadores se han concentrado este martes a las puertas del Ayuntamiento después de que la alcaldesa, Pilar Sánchez (PSOE), emplazara al comité de empresa a reunirse durante la mañana, en un encuentro que ha tenido que suspenderse ante la negativa de Sánchez a sentarse con dos asesores sindicales de CGT y CCOO.
Como consecuencia, el comité de empresa ha decidido emprender medidas de presión y "no esperar hasta el día 14", ya que tras finalizar la Cabalgata de Reyes "para no causar perjuicios a los niños", los trabajadores iniciarán asambleas informativas desde las 22,00 horas diariamente "que podrán prolongarse dos o tres horas".
Por su parte, la alcaldesa ha anunciado una reunión con la dirección de Urbaser el próximo martes para firmar un acuerdo. Asimismo, ha enviado un mensaje de "tranquilidad" a la plantilla --conformada por más de 400 trabajadores--- asegurando que sus puestos de trabajo "están garantizados" y que la concesionaria no se marcha de la ciudad.
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