Zapatero y sindicatos se dan 15 días para buscar pactos en pensiones y reforma laboral
UGT y CC OO, alarmados ante el planteamiento del Gobierno de modificar la negociación colectiva eliminando derechos reconocidos en convenios
El presidente admite que la reforma laboral le supone un desgaste
Méndez y Toxo sostienen que los reglamentos no solucionan nada
Los sindicatos ven inaceptable el plan empresarial sobre convenios colectivos
La decisión de ampliar a 67 años la edad de jubilación es inamovible
Los sindicatos están preocupados y alarmados ante el planteamiento que les ha trasladado el Gobierno para modificar la estructura de negociación colectiva vigente en España de manera que los empresarios tengan casi manos libres para negociar las condiciones del nuevo convenio de un sector o una empresa sin tener en cuenta los derechos reconocidos a los trabajadores en el convenio anterior y, por tanto, partiendo prácticamente de cero.
La imposibilidad de entendimiento entre los sindicatos y el Gobierno es la principal conclusión de la discreta cumbre que celebraron José Luis Rodríguez Zapatero y su ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, con los líderes de CC OO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente.
Ese encuentro del domingo 19 de diciembre acabó con un compromiso de ambas partes de estudiar antes del 10 de enero las posibilidades de acuerdo en tres temas cruciales para el futuro de la paz social en España: los nuevos reglamentos de la reforma laboral; las modificaciones en la normativa sobre negociación de convenios colectivos y los cambios en el sistema de pensiones.
La cita privada tuvo su origen en una reunión que Méndez y Toxo celebraron algunas semanas antes con Valeriano Gómez donde comprobaron las diferencias existentes entre los planes del Gobierno y los intereses de los sindicatos.
En esa reunión, según fuentes conocedoras de la misma, el ministro de Trabajo "mareó un poco la perdiz" respecto a la ampliación de la edad de jubilación a 67 años sin querer precisar si ese proyecto del Gobierno era definitivo o se podía rectificar. Toxo y Méndez salieron insatisfechos de aquel contacto y trasladaron a miembros del Ejecutivo su interés en hablar con el presidente para comunicarle que los sindicatos no están en la confrontación por la confrontación y que tienen voluntad de acuerdo, siempre que se retire la propuesta de ampliar la edad de jubilación. La clave está en que esa propuesta sea obligatoria y generalizada para todos los trabajadores o admita importantes matices.
El domingo 19 de diciembre, solo 24 horas después de que los sindicatos sacaran a la calle su malestar por los recortes sociales y avisaran de que si el Gobierno seguía adelante con su reforma del sistema de pensiones podrían convocar una nueva huelga general, Zapatero, acompañado del ministro de Trabajo, se reunió con Méndez y Toxo. Durante casi cuatro horas, repasaron tres temas a los que el Gobierno y los sindicatos dan una trascendencia especial para los próximos meses. Lo que sigue es el resumen de lo tratado, según fuentes conocedoras del contenido de la reunión.
REFORMA LABORAL: La hora de los reglamentos
El presidente admite que la reforma laboral le ha supuesto un desgaste serio aunque abre un abanico de posibilidades de acuerdo con los sindicatos. Zapatero y Gómez reflexionan sobre algunos aspectos de la reforma que no han funcionado como ellos preveían y ofrecen la posibilidad de corregir algunas cuestiones vía reglamento. Los sindicalistas dicen que para algunas cosas sirven los reglamentos, pero son inútiles para otras cuestiones que Toxo y Méndez rechazan abiertamente. Los sindicalistas recuerdan a Zapatero que UGT y CC OO están promoviendo una Iniciativa Legislativa Popular, que podría ser una oportunidad para corregir algunas cosas. El Senado acaba de aceptar a trámite esa iniciativa sindical que pretende revertir los aspectos más duros de la reforma laboral, entre ellos el abaratamiento del despido y la mayor flexibilidad en los convenios.
NEGOCIACIÓN COLECTIVA: Convenios desde cero
Al presidente Zapatero le preocupa el diálogo infructuoso que mantienen patronal y sindicatos sobre la reforma de la estructura de la negociación colectiva. El Gobierno pregunta a los sindicatos sobre las posibilidades que tiene la propuesta de la patronal sobre el controvertido tema de eliminar la ultraactividad de los convenios. Esta es una antigua reivindicación empresarial -también de organismos como la OCDE- que pasa por eliminar la prórroga automática que se produce en cada convenio si, al expirar, la empresa y los trabajadores aún no han pactado uno nuevo. Quitar la ultraactividad, por tanto, supone que cuando se negocia un nuevo convenio, los derechos de los trabajadores reconocidos en el anterior no sean la base sobre la que acordar nuevas mejoras, sino que el diálogo parta de cero, sin tener en cuenta las condiciones reconocidas por el convenio anterior.
El Gobierno, que les ha dado hasta el 19 de marzo para llegar a un acuerdo con CEOE y en caso contrario legislará, los sondea sobre la posibilidad de mantener los derechos consolidados durante unos años a partir de la fecha de caducidad del convenio y poner el contador a cero una vez pasado ese plazo si no hay acuerdo entre empresa y trabajadores. Para los sindicatos, el planteamiento es inaceptable e innegociable, pues supone una merma intolerable de los derechos del trabajador.
En la conversación, el Gobierno también hace referencia a la cantidad de convenios que se negocian para pequeñas y medianas empresas y lo disparatado de esa medida en un sector productivo tan atomizado como el español. Los líderes sindicales plantean al Gobierno que lo que necesita la reforma de la negociación colectiva no va por ahí, sino que va por una articulación eficaz de las unidades donde se deben negociar los convenios colectivos, las competencias que se le atribuyen a los convenios de cada sector, en la lógica de simplificar, por una parte, los ámbitos de negociación (sectorial, provincial, de empresa...), y seguir ampliando los niveles de cobertura porque sigue habiendo millones de trabajadores fuera de convenio.
PENSIONES: Posturas irreconciliables
Zapatero no se anda por las ramas y expresa a los sindicatos que la idea de elevar la edad de jubilación de los 65 a los 67 años es inamovible, que cualquier otra de las medidas que se pueda plantear queda como una solución que no tiene efectos reales para frenar el impacto del envejecimiento de la población en el gasto en pensiones y que, por tanto, la más significativa es la ampliación de la edad de jubilación, que está determinado a llevar a cabo. Les cuenta a los sindicatos que esa medida está directamente relacionada con los compromisos adquiridos hace un año en el Ecofin (reunión de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea) y se sitúa dentro de la lógica de lo que han hecho otros países.
Los líderes sindicales señalan que tienen voluntad de acuerdo y que aguardan a que terminen los trabajos parlamentarios del Pacto de Toledo, que el próximo miércoles aprobará definitivamente sus conclusiones. Pero dejan claro a Zapatero que UGT y CC OO no podrán aceptar que se eleve la edad de jubilación a 67 años y le recuerdan que el objetivo de conseguir acercar a la edad real de jubilación (hoy 63,7 años) a la legal (65) es posible potenciando la permanencia voluntaria en el mercado de trabajo por encima de los 65 años, que ya existe.
El Gobierno recuerda a los sindicalistas que hay posibilidades para la aplicación flexible de la medida, pero Toxo y Méndez contestan que esa flexibilidad no supone nada y que el error del Ejecutivo es situar las pensiones en la agenda de las reformas necesarias para salir de la crisis.
Méndez y Toxo discuten con Gómez y Zapatero sobre la reforma que el Gobierno defiende. Los sindicalistas sostienen que el modelo perjudica a los colectivos más débiles, a jóvenes con inserción laboral tardía, a trabajadores con carreras discontinuas o con bajos salarios y, por tanto, bajas cotizaciones.
El Gobierno, remachan los sindicalistas, no tendrá respaldo a su propuesta por parte de la Comisión del Pacto de Toledo sino al contrario, según la información que ellos tienen. Y le reprochan al presidente que aunque hiciese cambalaches para conseguir determinados apoyos a su propuesta definitiva en el Congreso, ya no podría acogerse a la coartada de que cuentan con el respaldo de la comisión del Pacto de Toledo, pues esta comisión se ha limitado a constatar su desacuerdo sobre la edad legal de jubilación.
CALENDARIO: Consensos y diferencias
Tras ratificar las grandes diferencias que los separan, los líderes de UGT y Comisiones Obreras acuerdan con Zapatero y Gómez hacer un trabajo de prospección discreto sobre la reforma laboral, la negociación colectiva y las pensiones para conocer qué posibilidades hay de acuerdo y qué certezas de desacuerdo existen. En los 10 primeros días de enero, el trabajo debe estar terminado. Será, prácticamente, un libro blanco de la conflictividad social de los próximos meses.
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