A Miguel Vera aún le dura el susto en el cuerpo tras los altercado del lunes entre los agentes de la Policía Nacional y los ex trabajadores de Delphi. «Mi madre se enteró por las noticias y se llevó un gran disgusto», cuenta. Ayer operaron a su hermano, Pedro, herido de gravedad durante el incidente. Tras cinco días ingresado en el hospital, el equipo médico decidió intervenirlo en la mañana de ayer. El diagnóstico era fractura en el hueso de la frente a la altura de la ceja. «No lo han operado antes porque tenía alta la tensión ocular y temían que fuese peor». Ayer entró en el quirófano a las diez y media de la mañana y dos horas después salía. «Todo ha ido bien y ya lo han subido a la habitación». Miguel respiró ayer algo más tranquilo. «Nos hemos pasado cinco días yendo y viniendo de Puerto Real a Cádiz, lo lógico cuando ingresan a un familiar». Aún no entiende como pudo verse afectado en los altercados. «Mi hermano nunca ha sido una persona conflictiva, es más, el altercado se estaba produciendo en el otro lado de la concentración pero la pelota le dio a él, le pilló por sorpresa». Desde los sindicatos apuntaron que esperan que a mediados de esta semana puedan darle el alta.
Nueva concentración
Los antiguos trabajadores de Delphi llevan casi dos meses sin dar tregua. Exigen a la Junta que cumpla con el pacto firmado en julio de 2007 mediante el cual, la Administración se comprometía a la recolocación de la plantilla y a su cobertura social. Ayer volvían a concentrarse ante la sede de la Delegación de Empleo. Unas 200 personas acudieron con gorras para protestar por las últimas declaraciones del delegado de Empleo Juan Bouza que pedía que «se quitaran la gorra de Delphi». Y eso hicieron, los allí concentrados tiraron las gorras al suelo e hicieron una pequeña hoguera con ella.
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