MANIFIESTO DE LA FUNDACIÓN ANDREU
NIN DE CATALUÑA EN EL 75 º ANIVERSARIO DE LA DESAPARICIÓN DE ANDREU NIN y
CAMILLO BERNERI
La Fundación Andreu Nin forma
parte de un amplio y diverso movimiento por la memoria y ha creído necesario
recordar que hace 75 años, aquí cerca, al otro lado de la Rambla, Andreu Nin,
fue detenido y hecho desaparecer por la policía estaliniana. Poco antes, aquí
mismo donde estamos ahora, se había despedido de su y nuestro compañero
Wilebaldo Solano.Otro revolucionario internacionalista, en este caso
anarquista, Camillo Berneri, italiano y defensor incondicional de la revolución
en España, pagó también con su vida la lucha contra el estalinismo, durante las
trágicas jornadas de 1937. Andreu y Camillo tuvieron en muchos sentidos vidas
paralelas. No tuvieron ocasión de encontrarse y confrontar sus ideas, pero
compartían líneas de pensamiento y de acción en aspectos políticos
determinantes. Ambos participaron en la lucha contra el fascismo, a la que
contribuyeron con aportaciones intelectuales y prácticas. Uno y otro defendían
los consejos obreros. Entendían que, en su tiempo, en España, guerra y
revolución eran caras de una misma moneda. Ni la guerra contra los enemigos de
la República ni la revolución social se podían ganar por separado.Denunciaron
los efectos devastadores del estalinismo, que eclipsó el pensamiento de mucha
gente bienintencionada.
Tanto Berneri como Nin valoraban la revolución
de octubre de 1917 y la asumían como propia, pero sabían distinguir entre lo
que significó aquel cambio y la infernal deriva posterior.Compartían un
sentimiento de fraternidad con la figura de Antonio Gramsci. Defendían, al
igual que el genio comunista sardo, la esencia de la democracia obrera. Sabían
que socialismo y libertad son dos conceptos inseparables.La Fundación Andreu
Nin hace tiempo que realiza esfuerzos en favor del reconocimiento mutuo y el
diálogo entre tradiciones políticas diferentes. Hace cinco años, ya procurar el
apoyo más amplio posible de personas y entidades para rendir homenaje a Nin y
Berneri. En aquel momento todavía pudimos contar con la presencia y
contribución directa de Wilebaldo Solano, testigo y víctima de la represión
durante los hechos de mayo. Representaba, con sus 91 años, una sólida tradición
de diálogo abierto con todo aquel que comparte el ideal de los oprimidos,
expresado en la Internacional: No hemos sido nada, lo seremos todo.Él apostó
por la pluralidad, el debate y la crítica respetuosa entre las personas que
saben distinguir quiénes son los auténticos enemigos de la igualdad, la
justicia y la libertad.Desde esta actitud, dialogando con los compañeros de
lucha e implacable con los opresores, quisiéramos recordar a muchas mujeres y
hombres que, como Wilebaldo, fueron militantes cercanos, fronterizos, e intentaron
superar la brecha trágica del movimiento obrero causada por lejanos
enfrentamientos en la inicial AIT, de la que todos somos herederos.Podríamos
hacer una larga lista de momentos históricos compartidos y de personajes que
intentaron tender puentes, buscando vías de superación de sectarismos nuevos y
antiguos.Conviene recordar siempre la Comuna de París.
Y muchos años más tarde, la de
Asturias de 1934. Experiencias del sindicalismo plural y revolucionario en todo
el mundo.Los soviets, mientras existieron, como ejemplos vivos de democracia
participativa, la de los consejos obreros.Momentos históricos ligados a la
huella imborrable de personajes como John Reed, Carlo Cafiero, Rosa Luxemburgo,
Alfred Rosmer, Pierre Monatte o Victor Serge. Experiencias unitarias como la
campaña internacional conjunta de anarquistas y comunistas contra el asesinato
legal de los militantes libertarios Nicola Sacco y Bar Vanzetti.Hay que guardar
en la memoria los compañeros del grupo francés "Revolución
proletaria", que apoyaron tanto a la gente del POUM como la de la CNT.
Recordar también la tarea de Benjamin Peret, Mary Low y tantos otros
intelectuales surrealistas. Y no dejar que se borre el legado de pioneras del
feminismo y del pensamiento libertario, como Emma Goldman. O figuras como Joan
Peiró y Federica Montseny.
Todos ellos defendieron sin
ambigüedades el POUM durante el proceso judicial que sufrieron sus militantes,
en 1938.Nuestra Fundación valora permanentemente la labor de todos aquellos que
han hecho posible la difusión de ideas emancipadoras, como Marino Civera o el
mismo Pepe Martínez, que desde Ruedo Ibérico editó obras de José Peirats,
Andreu Nin, de la mano de Juan Andrade; Cipriano Mera, Maurín, Trotsky,
Castoriadis, García Oliver, Claudín ... Y tantos otros activistas de la
cultura, recientes y contemporáneos, que dan vida a espacios por el
conocimiento, aprovechando las grietas más o menos anchas que se pueden abrir a
las entidades culturales, a la prensa, los medios audiovisuales ya las nuevas
redes sociales. Ellos saben de primera mano a qué dedicamos nuestros esfuerzos
y como apreciamos su labor.La lucha cultural y militante por la recuperación de
la memoria que nos quieren arrebatar, los esfuerzos en defensa de la verdad,
son, en estos tiempos de canallisme sin fronteras, más necesarios que nunca.
FUNDACION ANDREU NIN
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