Quiero denunciar públicamente el deterioro y mal estado de las instalaciones de nuestro querido colegio en San Fernando: CEIP Manuel de Falla.
Estamos cansados pero no rendidos de hablar con unos y con otros, de llamar a todas las puertas, pero se pasan la pelota de unos a otros y no nos arreglan el colegio. Tenemos un alto riesgo de accidentes dentro del centro y en el acceso. ¡Tenemos varias denuncias de padres y madres por caídas y fracturas, siendo el caso más grave el de una niñita de tres años que por una caída estuvo ingresada dieciséis días con fracturas en el cráneo.
Sentimos una impotencia terrible. Las deficiencias son notables; pero lo más urgente es el cuadro de luces, que comparte espacio con los artículos de limpieza, es decir, una bomba de relojería. La instalación eléctrica está desfasada. Continuamente salta el automático; con lo cual no se puede encender la calefacción, ni los niños pueden trabajar con los ordenadores, el comedor corre el riesgo de perder los alimentos por la falta de luz y lo más grave sin duda, es que al encender de nuevo saltan chispas y da miedo ponerlo en marcha. No contamos con una salida de incendios, convirtiéndose el colegio en una ratonera; si por ejemplo se produce un incendio en la parte de abajo, los tres cursos de infantil pueden ser fácilmente evacuados, pero los seis cursos de primaria no tendrían escapatoria. ¿A qué estáis esperando? Sé de lo que hablo, Ortuella (Vizcaya) 23 de octubre de 1980; lo recuerdo perfectamente, lo viví en primera persona. 49 niños fallecidos comprendidos en edades entre 5 y 6 años, 2 profesores y 1 cocinera.
Fue en el colegio público Marcelino Ugalde, un pueblecito obrero que aquel año se quedó sin niños. Negligencia, dejadez ¿o fue un accidente? ¿Se podría haber evitado?
Sólo pedimos un colegio digno ¡son nuestros hijos los que se quedan de nueve a dos en el centro! Los niños no entienden de siglas, ni de partidos; ellos entienden de personas que luchan por lo nuestro, por nuestro futuro, ya que nuestro futuro son ellos, que son los andaluces del mañana. Por este motivo denunciamos y a la vez pedimos que nos ayuden de alguna forma para solucionar estos graves problemas.
No queremos lamentar una desgracia, ya que se puede evitar. Señores políticos, luego vienen los homenajes para las víctimas, los pesares, ese lo siento mucho tan amargo, traje negro y fotito para la prensa. No es justo ¡basta ya! Estamos jugando con la seguridad de nuestros hijos. ¿Qué futuro les podemos ofrecer si el presente está tan negro? No creo que arreglar una instalación eléctrica afecte a la economía de la nación, pero sus reuniones, actos e historias si dejan menguada nuestra economía; cosas innecesarias pero que se llevan a cabo diariamente, utilizando un presupuesto con el que se podrían solventar muchísimas deficiencias tales como la nuestra.
Maria Angeles Mozo Blanco
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