El comité de Comes volvió a reunirse ayer con la Dirección de la empresa en la Delegación Provincial de Empleo para intentar acercar posturas. La empresa mantuvo la necesidad de aplicar un Expediente de Regulación Temporal de Empleo y una bajada en todos los conceptos del sueldo del 7 por ciento, lo que supondría que un trabajador dejará de percibir en el mejor de los casos unos 120 euros mensuales.
Los representantes de los trabajadores se mostraron dispuestos a aceptar el ERTE, a que no se les aplique la subida salarial prevista para este año fijada en 48 euros, y a trabajar 40 horas semanales en lugar de las 38,5 horas que actualmente establece el convenio colectivo vigente.
Con todo esto, la empresa podría ahorrarse cerca de un millón de euros, una cantidad que el comité considera “suficiente” para garantizar la viabilidad de Transportes Generales Comes durante los próximos años.
Por otro lado, el comité tiene asumido que la empresa reducirá siete servicios a partir del próximo día 15, una decisión que se ha tomado sin que la Dirección de Carreteras se haya pronunciado todavía al respecto. En este sentido, la empresa mostró su intención de seguir recortando servicios a partir del próximo 2 de marzo, “con o sin el consentimiento de la Junta de Andalucía”, explicó ayer a este periódico el presidente del comité, Francisco Ortiz de Galisteo. Los trabajadores temen que detrás de todo esto subyace la intención de vender la empresa.
“Nosotros queremos dejar atado que, si esto se produce, toda la plantilla tendrá que quedar surrogada en las mismas condiciones, porque lo que no queremos es que cambie la empresa y nos veamos todos en la calle sin tener nada a lo que agarrarnos”.
El delegado provincial de Empleo, Juan Bouza, emplazó a las partes a otra reunión que se celebrará el próximo martes a las 11.00 horas en la sede de la Plaza de Asdrúbal. Una hora antes, y a petición del propio Ayuntamiento, el comité se reunirá con el teniente de alcaldesa, Ignacio Romaní. Todo apunta a que el Consistorio se está empezando a preocupar ante la convocatoria de huelga prevista para el primer fin de semana de Carnaval, si el conflicto no encuentra una solución antes. De hecho, el comité siempre ha confesado que la alcaldesa de la ciudad es la más escurridiza a la hora de convocar una reunión con los trabajadores.
Francisco Ortiz de Galisteo insistió en la “voluntad negociadora” del comité. “Estamos dispuestos a ceder en algunos puntos por el bien de la empresa y de nuestro futuro laboral, pero lo que no vamos a permitir es que nos recorten de golpe y porrazo más de 20.000 de las antiguas pesetas al mes, porque eso supondría una merma considerable para nuestra economía doméstica. Los sueldos aquí son cortos de por sí, como para encima tener que soportar una reducción de todos los conceptos del 7 por ciento”.
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