Libertad para lxs cinco de Barcelona
Lo que está ocurriendo actualmente en el Estado español es
una vuelta atrás en las políticas fascistas que nunca llegaron a desvanecerse
completamente, dando lugar a nuevos montajes policiales, listas negras y
persecuciones policiales. ¿Pero por qué principalmente al movimiento
anarquista?
Al morir el dictador
mareas de gente inundaron las calles clamando libertad y justicia, y en esa
justicia reclamada se incluía, por supuesto, la exigencia de la amnistía para
todas y todos los presos políticos que fueron encarcelados por cuestiones
ideológicas durante el régimen. Nadie
dudaba de la ilegitimidad de estas detenciones, realizadas puramente por
cuestiones de depuración ideológica, y nadie dudaba, por tanto, de la honradez
e inocencia de que gozaban los acusados.
Y no hablamos de esa honradez ganada a base de acatar las normas y la
autoridad, de la falsa honradez sistémica, sino de honradez para con sus
iguales, para con sus hermanas y hermanos, honradez para con el pueblo
oprimido. Eran disidentes del régimen
fascista, disidentes de la opresión.
Pero hoy en día a nadie le importa la detención de unos
disidentes de este régimen capitalista-fascista que a tantos amamanta, de unos
locos anarquistas subvertidos y pervertidos. Al igual que hace 40 o 60 años,
estos disidentes de la era contemporánea están encarcelados por depuración
ideológica, por prevención reaccionaria, por luchar altruistamente por una
causa que a toda la población atañe, sin atisbo de egoísmo y siendo muestra de
preocupación por los problemas de los demás antes que de los problemas de uno
mismo. Pero el resto de población,
también sometida al yugo del Estado-Capital, nos comportamos de una manera
extremadamente egoísta y damos la espalda a nuestras hermanas y hermanos
presos, y lo que es peor, no nos avergonzamos de ello.
Lo que está ocurriendo actualmente en el Estado español es
una vuelta atrás en las políticas fascistas que nunca llegaron a desvanecerse
completamente, dando lugar a nuevos montajes policiales, listas negras y
persecuciones policiales. ¿Pero por qué
principalmente al movimiento anarquista?
¿Porque realmente somos los más violentos? En absoluto, hace décadas que
no hay constancia de ninguna agresión o asesinato a manos de anarquistas; en
cambio, esto no es así en cuanto a asesinatos a manos del Estado tanto dentro
de las cárceles como fuera, o asesinatos laborales a manos de la codicia del
patrón-empresario. Ni siquiera la iglesia puede jactarse de tal afirmación.
El movimiento anarquista es perseguido porque es el único
que cuestiona al Estado-nación y que lucha por la libertad total del individuo
en la colectividad. Todo el resto de movimientos sociales contemplan un Estado,
diferente o no del actual, que debe regir nuestras vidas de manera enajenante
para nosotras y nosotros. Como
paradigmas pro-Estado, no anhelan una destrucción de éste sino una
modificación, y con el juego democrático se les da fichas para el tablero y se
desvanecen todas las vías no electorales. Por lo tanto, no luchan contra el
Estado, sino que se adentran en sus estructuras y se mimetizan, con lo que
necesitan de éste.
Consecuentemente, el Estado no tiene nada que temer con el
resto de movimientos sociales o ideológicos, pues siempre permanecerán sus
estructuras. Además, al nuevo gran
movimiento de masas pro-Estado llamado “ciudadanismo” no le interesan las
cárceles, ni quienes están presas ni lo que ocurre allí dentro: el problema
carcelario simplemente “no existe”. En
más de dos años pisando las calles, apareciendo diferentes gurús
revolucionarios mediático y tomando la voz organizaciones ilusoria e
irrisoriamente salvadoras, para nada este “ciudadanismo” ha cuestionado el
sistema carcelario, ni siquiera ha nombrado el tema si no ha sido para reforzar
su legitimización como “correctora” pidiendo cárcel para políticos o
banqueros. Solamente el movimiento
anarquista cuestiona el sentido y la legalidad de estos centros de exterminio.
Y dado que el movimiento anarquista anhela la supresión de
todo tipo de Estado, desea asimismo la destrucción de todas las instituciones
que lo representan, empezando por las más degradantes para el ser humano: las
cárceles. En las cárceles, muy lejos de
reinsertar en la sociedad a los delincuentes, se destruye física y
psicológicamente al individuo de una manera terrible y atroz. Es imprescindible analizar primero qué se
entiende por “delincuente”, qué se entiende por “reinsertar”, y qué por
“sociedad”. Pero tratando de superar
esta primera barrera, si a la vista de la opinión pública está que en estas
cárceles no se educa, ni se dan clases, ni se prepara laboralmente, sino que se
tortura, se emplean las más pervertidas técnicas de acoso y destrucción
psicológica, se ejerce la aislación absoluta respecto de la vida real… ¿cómo
puede entender cualquier persona de a pie que las cárceles son buenas o,
asquéame decirlo, “eficaces”? En
absoluto, sería un insulto para la lógica y el entendimiento. Y por ello pedimos no solamente la amnistía
para lxs cinco de Barcelona, ni para las y los presos políticos, sino que
pedimos la amnistía total para todas y todos los presos de todos los Estados
represivos.
¿Qué es un delincuente, quién lo crea? ¿Una persona se arriesga a padecer las
consecuencias de ser violento y de no acatar sus leyes, o bien esta persona se
ve obligada o condicionada por el hambre, la miseria, la falta de condiciones,
la falta de educación, o la existencia de diferentes estratos sociales con las
consecuentes explotación y desigualdades, entre otras causas? ¿Acaso no desaparecerían los crímenes en un
mundo mejor donde no existiesen desigualdades de ninguna índole?
En estos momentos hay cinco jóvenes que creen que un mundo
mejor es posible, que lo expresaban por las redes sociales y que por este
motivo están encarcelados desde el pasado 15 de mayo de 2013. Encarcelados, aislados y dispersados por la
península bajo régimen penitenciario “FIES”, un régimen penitenciario
extremadamente severo y dañino para el equilibrio mental de las personas y
diseñado especialmente para acusados de terrorismo. El auto del juez que ordenó prisión para
estos jóvenes no se sostiene por falta de pruebas y lo compensa con un lascivo
exceso de juicios de valor de carácter reaccionario y censor, al servicio del
Estado fascista, pero esto no ha impedido que tras cinco meses aún continúen
secuestrados/as sin ver a sus seres queridos. No tienen delitos de sangre ni de
violencia. En sus casas, sus familias no
entienden de terrorismo, solamente esperan que dejen de una vez libres a sus
hijas e hijos y no entienden por qué aún les retienen si nada han hecho, pero
sin embargo se están sucediendo un indulto tras otro a personas que sí han
atentado contra terceras personas, directa o indirectamente.
A pesar de todo lo anterior estos defensores pro-sistema
camuflados de lucha social seguirán callando sus sucias bocas y esconderán sus
furcias manos, sirviendo a su patrón-Estado al que nunca eliminarán, sino que
como mucho le cambiarán los ropajes.
Pero sea bajo una camisa roja o bajo una camisa azul, el Estado seguirá
manteniendo los estratos sociales que le permitan seguir ejerciendo el dominio
sobre la población bajo falsas ilusiones de prosperidad y felicidad. No, la
amnistía ya no se pide en las calles, se ejerce en los burdeles del Estado.
La cruel realidad es que hay muchas otras personas
encarceladas injustamente por delitos creados por el propio sistema o por sus
implicaciones ideológicas. Por este
motivo nos es imposible evitar que un comunicado por lxs cinco de Barcelona se
convierta en un comunicado por todas y todos los presos que día a día sufren
los secuestros legales del Estado. No podemos sino pedir la libertad de todxs
lxs presxs. Y es por ello que gritamos con toda nuestra rabia:
¡LIBERTAD PARA YOLANDA, SILVIA, JUAN, XABIER Y J.
CARLOS! ¡LIBERTAD PARA TODXS LXS
PRE-S.O.S.! ¡ABAJO LOS MUROS DE LAS
PRISIONES!
CNT LA SAFOR – GRUPO LOS SOLIDARIOS
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