DEFENDER LA EDUCACIÓN NO ES UN DELITO
En la pasada huelga en el sector de la educación,
estudiantes y trabajadores salieron a la calle para luchar contra la inminente
privatización de la educación, para parar la LOMCE y pedir mejoras y reclamar
derechos en las condiciones laborales.
La respuesta del
Estado a través de la Subdelegación del Gobierno y sus instrumentos de
represión (Policía Nacional) ha sido la de sancionar económicamente a través de
una veintena de multas a aquellas personas que participaron en la convocatoria
con el afán de defender los derechos de la clase trabajadora y el acceso y
permanencia al sistema educativo en igualdad de oportunidades.
Cinco de esas multas fueron a parar a militantes de este
sindicato que decidieron secundar la convocatoria. Lo paradójico de esta
historia es que tanto a estas cinco multas como al resto se les acusa de
acciones y hechos que no acontecieron y además fueron impuestas sin
identificación previa ni levantamiento de acta de denuncia delante de los acusados.
Empieza a oler a
podrido...
La historia más
llamativa es la de un joven estudiante que pertenece a otro colectivo y que
participa activamente en los movimientos sociales de la capital. Éste también
recibió la multa a pesar de que se encontraba a miles de kilómetros disfrutando
de la conocida beca Erasmus.
¿Hablamos del uso de
listas negras por parte de la Brigada de Información de la Policía Nacional?
Toma democracia!... come libertad!
Lo que está claro es
que parte de esas multas han ido a parar a personas que participan activamente
en los movimientos sociales o militan en algún colectivo u organización
política de índole contraria a la que sustenta el poder. Estas medidas
impuestas tienen un claro sentido amedrantador ya que lo que busca el Estado con
las mismas es perseguir, intimidar, atemorizar y apaciguar a personas
dispuestas a salir a la calle a luchar por lo que les pertenece y a todo aquél
que de un paso adelante y peleen por sus derechos y los derechos de los que
vienen detrás.
Pero el Estado se
olvida de una herramienta potente con la que cuenta la clase trabajadora: la
solidaridad. Estas multas no van a frenar nuestra acción sindical y política.
Seguiremos luchando en los centros de estudio, trabajo y en la calle contra el
sistema capitalista y contra el Estado que nos oprime.
Esta campaña se hace con el objetivo de visibilizar los
tejemanejes que la democracia usa para tenernos “atados y bien atados” y
denunciar públicamente el acoso al que se ven sometidos los movimientos
sociales en esta capital y el resto del estado español.
DEFENDER LA EDUCACIÓN
NO ES UN DELITO
CONTRA LA REPRESIÓN: ACCIÓN DIRECTA, SOLIDARIDAD Y LUCHA
POPULAR
Cnt-ait Almería Sección Enseñanza
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