Hoy, 21 de marzo de 2011, miles de trabajadores y trabajadoras principian una nueva semana laboral, ajenos la mayoría a la memoria de todos aquellos que perdieron la vida en su puesto de trabajo o de camino a él. Precisamente hoy, se cumplen cuatro años de la muerte de un trabajador, otro más, que dejó su vida al precipitarse al vacío desde diez metros de altura. Es el caso de Carlos Dos Santos.
Carlos Dos Santos, un obrero portugués de 52 años, trabajaba en las obras de construcción de El Corte Inglés, ese epígono del capitalismo feroz y la cultura consumista. Carlos trabajaba junto a una cuadrilla de encofradores lusos que habían venido a ganarse la vida a Jaén, aunque aquí lo único que encontró Carlos fue la muerte. Pasó varios días en el hospital hasta que no pudo superar los problemas derivados de los traumatismos y finalmente murió el día 21. Aquel día su caso apareció en los periódicos locales, pero poco después ya se había convertido en un número más en la macabra estadística de trabajadores muertos en el tajo.
Como decimos, el caso de Carlos es otro más de esta negra lista, que el año pasado se cerró con la escabrosa cifra de 737 trabajadores fallecidos en 2010 en todo el Estado. Un dato que si ofrece una cierta mejora con respecto a años anteriores, no es sino por la bajada de la actividad laboral en sectores como con un alto nivel de siniestrabilidad como la construcción o el metal.
Accidentes laborales, muertes en el trabajo, que se siguen y se seguirán produciendo por diversos factores, más de carácter estructural que de otro tipo. Desde la CNT de Jaén pensamos que es imposible que la inversión en prevención y cultura laboral reduzca dástricamente las cifras de siniestralidad porque ésta va ligada a características estructurales de nuestro mercado de trabajo, como son la precariedad, la temporalidad, la voracidad empresarial y la falta de cultura preventiva.
Nosotros y nosotras, como trabajadores anarcosindicalistas, pensamos que en buena medida la falta de cultura preventiva viene ligada, una vez más, al deterioro de las condiciones de trabajo por un lado y a la desmotivación, falta de conciencia de clase y alienación de muchos trabajadores y trabajadoras, incapaces ya de pelear por un mínimo de derechos que le aporten seguridad en el desempeño de sus labores. Seguridad que para nosotros es sinónimo de dignidad.
Una alienación y desmotivación que viene dada por la destrucción del marco de valores de la clase trabajadora, por el aburguesamiento, sí, pero también por una desmovilización continuada y promovida por todos aquellos que se ganan la vida hablando por nosotros y nosotras, los políticos y liberados sindicales, que bien se han encargado de facilitar el deterioro de nuestras condiciones de trabajo a costa de su silencio comprado con prevendas.
Pero más allá de eso, cientos de trabajadores y trabajadoras seguiremos muriendo en los tajos porque somos carné de cañón para las empresas y los ricos que las gobiernan. Porque no le interesamos a nadie sino como votantes o consumidores. Carne de cañón para los magnates del capital, carne de cañón para los políticos, sean de la clase que sean.
No obstante, aunque sea con un pequeño gesto, a partir de este año la CNT de Jaén pretende convertir este día en una fecha de recuerdo y homenaje a todos los trabajadores muertos en su puesto de trabajo o de camino a él. Un día para recordar a todas la víctimas de los accidentes laborales. Es por ello que mañana convoca una rueda de prensa a las 18:00 en nuestro local. Así mismo, comunicamos que también el día 21 se concentrarán a las puertas de El Corte Inglés ubicado en Oporto (Portugal) un grupo de compañeros Y compañeras de la Sección Portuguesa de la AIT, a los que agradecemos su apoyo.
¡¡¡ACCIDENTE LABORAL, TERRORISMO PATRONAL!!!
¡¡¡ARRIBA LXS QUE LUCHAN!!!
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