El anuncio radiofónico recomendaba a los ciudadanos llamar a un número de teléfono de la policía si sospechaban de alguien que tuviera un comportamiento esquivo, mantuviera bajadas las persianas y no utilizase tarjetas de crédito para pagar sus compras.
La Autoridad de Estándares Publicitarios (ASA por sus siglas en inglés) criticó el anuncio tras recibir varias quejas de oyentes que consideraban ofensivo que se animase a delatar sólo por su comportamiento a personas que no habían cometido ilegalidad alguna.
La Asociación de Jefes de la Policía, responsable del anuncio, presentó disculpas y explicó que con el anuncio sólo trataba de alertar al público sobre "comportamientos que por sí solos tal vez no significasen nada, pero que en conjunto podían justificar ciertas sospechas y ser indicativos de actividades terroristas".
El anuncio se basaba, según sus autores, en "tendencias identificadas por la policía" y "circunstancias específicas" presentadas como pruebas en juicios por terrorismo.
En definitiva, no sólo pretenden convertir a los ciudadanos en chivatos en masa de sus propios vecinos, instalando el panopticismo como doctrina ciudadana de seguridad preventiva, sino que, además, pretenden hacerlo a través de instaurar en la mente de tales ciudadanos una paranoia colectiva que haga más fácil la labor de los confidentes anónimos.
Aunque la estrategia no es nueva, no deja de sorprendernos el poco disimulo con el que, cada vez más, la quieren llevar a cabo. Así que ya sabe, cuidado con las monedas que lleva en su bolsillo, si osa pagar con ellas, pudieran ser convertidas en una prueba de acusación en su contra, como si de armas de destrucción masiva, al estilo Iraq, se tratasen.....
fuente: Kaos
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