La Comisión del Pacto de Toledo que estudia la reforma de las pensiones en el Congreso de los Diputados retomará sus trabajos en septiembre. Y el Gobierno tiene prisa para que esta reforma salga adelante cuanto antes. Los agentes sociales, por su parte, serán también consultados y la patronal CEOE ya se ha puesto manos a la obra para elaborar sus propias propuestas de cambio. Los técnicos empresariales están recabando propuestas de todas sus organizaciones y ya tienen un primer documento.
Tras analizar la situación del sistema y sus retos futuros, CEOE concluye que "España experimentará uno de los mayores aumentos en el gasto en pensiones de la UE"; además, el sistema español actual "genera importantes incentivos para cotizar menos años y en una menor cuantía, sin que ello tenga un impacto en la reducción de su pensión". Por ambos motivos, consideran urgente acometer las reformas necesarias para evitar problemas de sostenibilidad a largo plazo. Los empresarios estudian la posibilidad de acometer tres grandes cambios. En primer lugar, admiten que la edad de jubilación en España (65 años) está dentro de la media de referencia de la Unión Europea. Pero aún así, creen que el aumento de la esperanza de vida junto a la necesidad de dotar de una mayor financiación al sistema de pensiones aconseja "extender la edad de jubilación".
En ese punto, CEOE remite a la intención de la Comisión Europea de "buscar prácticas para retrasar la edad efectiva de jubilación, planteando la posibilidad de establecer mecanismos que ajusten automáticamente los cambios demográficos a los sistemas de pensiones". Y destacan la situación de Irlanda con una edad de retiro de 66 años, y Alemania, que aprobó en 2007 elevar progresivamente dicha edad de los 65 a los 67.
Una segunda propuesta consiste en alargar el número de años que se tienen en cuenta para cobrar el 100% de la pensión. Para CEOE, España "está entre los países que menos años necesitan para recibir la prestación completa".
En la actualidad, el sistema español fija 35 años para poder cobrar toda la pensión, por lo que la patronal asegura que "habría que ser generoso en ese sentido". A este respecto cita como referencia los principales países de la UE "donde se tiene en cuenta toda la vida laboral o periodos muy amplios, al menos entre 40 y 50 años para poder alcanzar la pensión máxima a la que se tuviera derecho".
Esto haría el sistema más contributivo y, por tanto, "favorecería la sostenibilidad de las finanzas públicas a largo plazo", opina el documento de CEOE.
Un incentivo para retrasar el retiro
Para avalar esta última propuesta, la patronal comparte las últimas directrices de Bruselas que opina que "un aumento de años para alcanzar la máxima pensión se ha mostrado como un incentivo importante para alargar la vida laboral".
En tercer y último lugar, CEOE aborda la polémica sobre la fórmula para calcular la pensión. España tiene en cuenta las cotizaciones de los últimos 15 años trabajados y los empresarios aseguran que esto hace al sistema español "uno de los más desequilibrados de la UE". Por ello, el documento propone "ampliar a todos los años de la vida laboral la base de cotización para calcular la pensión de jubilación". Esto es lo que se exige en Bélgica, Alemania, Italia, Polonia o Suecia.
Mientras que Holanda y Reino Unido usan un sistema mixto: parte de la pensión no tiene en cuenta los ingresos previos, sino los años trabajados y otra parte se calcula con un sistema de capitalización, recuperando las aportaciones hechas a un fondo a lo largo de su vida laboral.
Recomendaciones de la comisión europea
l Trabajos flexibles: crear empleos con disponibilidad horaria, junto a la mejora de cualificación, puede facilitar la permanencia de los más mayores en sus puestos de trabajo.
l Más movilidad: reforzar el mercado interior de las pensiones. Para ello habrá que reformar la supervisión de los fondos de pensiones para mejorar la actividad transfronteriza.
l Fondos de pensiones: diseñar un régimen de solvencia, que evite los efectos perniciosos del ciclo.
Según los últimos cálculos de la Comisión Europea que maneja la CEOE, el principal reto que deben afrontar los sistemas de pensiones es el derivado del envejecimiento de la población. Ahora existen cinco personas en edad de trabajar por cada dos personas de más de 60 años. Sin embargo, en los próximos treinta años ese ratio será de cinco personas entre 20 y 60 años, frente a cuatro personas con más de dicha edad.
En opinión de la Comisión, la manera de mantener el actual ratio de dependencia constante y sostenible es "a través de un retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años en 2040 y a los 70 años en 2060".
En España, este primer retraso de dos años en la edad de retiro supondría un aumento de tres puntos porcentuales en la tasa de reemplazo de las pensiones (ingresos recibidos en el primer año de la jubilación respecto de los ingresos en el último año de vida laboral).
Este incremento mitigaría las estimaciones de Bruselas que indican que entre 2006 y 2046 la tasa de reemplazo de las pensiones caerá en España en 12 puntos, mientras que esta reducción en la zona euro será de 2,8 puntos. "Ante esta caída de ingresos hay que ofrecer más oportunidades para adquirir derechos adicionales", dice la patronal.
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