Un grupo de discípulos y amigos de J. L. García Rúa, en las postrimerías de 1996, decidimos constituirnos en Aula Popular con las siguientes finalidades:
- A) Continuar la pedagogía popular que aprendimos de J. L. García Rúa en Gesto, en la Academia de la calle Cura Sama, en las tertulias, itinerantes, porque la persecución del nunca suficientemente infamado Claudio Ramos y otros sicarios de la Social, nos obligaba a hacerlas de ese modo. El magisterio de Rúa saco lo mejor que había en nosotros, propiciando unas posiciones personales de compromiso con los valores populares que la dictadura había querido enterrar, creando una cultura libertaria, colectiva, generosa. Todo ello transformó a nuestros grupos culturales en una verdadera isla de resistencia frente a la barbarie, el miedo y la sumisión al amo y sus lacayos, que constituían la realidad gijonesa. Dado que los horrores de la historia, tan lejana del bobalicón progreso en que creen vivir los siervos del Estado y los adoradores del mercado, nos siguen condenando a un eclipse de la razón colectiva, a una nueva edad oscura, los iniciadores de este proyecto, una vez curados de infantiles ilusiones, hemos decidido constituimos en Aula Popular J. L. García Rúa, para que, inspirados en la labor de resistencia cultural del pasado, nos dé motivos para mantener la esperanza de preservar territorios de cultura libre, popular y solidaria.
- B) Desde el espíritu de la Academia y de Rúa, proponemos, antes que el tiempo y los intereses borren su recuerdo, transmitir los valores que allí nacieron:
- 1.- La noción de una cultura que no conecte con las necesidades subjetivas de los individuos que, naturalmente, van a querer lo que deben; es decir, lo que quieren los de arriba; una cultura que haga que la gente se desprenda de esa máscara creada por el mercado, a la que llama su yo y que le hace desear esos cursos de leyes, macramé o idiomas; que la haga aprender en ese nosotros; que le pueda descubrir otras visiones y otros quereres distintos de los de la adoración de mercancía.
- 2.- La alternativa de una cultura que, como entonces, no separe a los profesionales de la enseñanza y a los receptores de la misma, sino que circule entre las gentes con ansias de libertad que, sin renunciar a su autonomía, estén deseosas de hablarse como entonces lo estábamos en aquellos archipiélagos que propiciaban las tertulias o Gesto.
- 3.- La elección de que lo popular no sea esos degradados productos de divulgación que cuelan como tal, sino la excelencia, como las experiencias de los sábados en Cura Sama, donde lo popular de la concurrencia nunca trivializó el tratamiento de los temas.
- 4.- El firme propósito de aprender de los errores y no permitir la utilización de lo cultural como medio propagandístico al servicio de la política, que la ha llevado, junto la devoción de las masas por la tele, el fútbol y las revistas del corazón, a su ruina más abyecta.
Para lograr dichos fines y sin pensar en victorias sino en resistir, el Aula Popular J. L. García Rúa se constituye como entidad autónoma dentro de las Sociedades: Cultural Gijonesa, Ateneo Obrero y Radio Kras; independiente de sus juntas directivas y compuesto ‘por los siguientes socios fundadores: JUANJO, CHEMA, BONI, GUILLERMO, VÍCTOR, BERNI y JUAN RÚA.
FUNCIONAMIENTO
Se constituye, en principio, una Mesa o Junta Directiva, compuesta por los socios fundadores, que será el único órgano rector del Aula. Formarán, también, parte de esta Mesa los presidentes, o persona en quien deleguen, de las Sociedades Culturales: Cultural Gijonesa, Ateneo Obrero y Radio Kras.
La Junta Directiva se compromete a:
- A) Organizar como mínimo una conferencia anual con el título general de Lección J. L. García Rúa, contratando a la figura mundial que mejor conecte con nuestros objetivos.
- B) Realizar todas las actividades de edición, difusión y organización que traten de desarrollar aquel espíritu y animar a las nuevas generaciones, que irán teniendo que inventar formas nuevas de sobrevivir al nihilismo mercantil.
- C) No permitir que la historia oficial diga que nunca existimos, que nuestras luchas y derrotas fueron un sueño, sino conservar la historia oral, el culto al héroe popular y el fomento de la memoria histórica de las gentes.
PATRIMONIO
Con orgullo, el Aula se declara insolvente y decidida a no poseer ningún bien y a invertir cuantos dineros tenga en actividades. En este sentido, estos Estatutos prohíben de manera formal cualquier acumulación patrimonial, debiendo revertir en actividades de mecenazgo cualquier dinero que el Aula reciba.
Gijón, diciembre de 1996.
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