Nació en Caniles, Granada, el 8 de mayo de 1917. Desde muy joven tuvo inquietudes sociales, y por ello fue perseguido por el caciquismo en su pueblo, viéndose obligado a marcharse hacia Barcelona, donde ejerció su oficio en la madera como carpintero y ebanista en la CNT de Barcelona, dentro del famoso e importante Sindicato de la Madera.
Cuando estalla la Guerra Civil participa en la oleada revolucionaria barcelonesa, derrotando a los fascistas. Se enrola en las milicias, y con 19 años entró en la Columna Durruti, y se le nombrará centurión. Participará en la victoriosa Batalla de Alcalá del Obispo. El 15 agosto de 1936 fue herido en un brazo, pero no quiso ir a la retaguardia, sino seguir con sus compañeros. Marchó con su centuria a Madrid, donde cayó Durruti, lo que desmoralizó, según Villegas, a todos los compañeros, pero siguieron combatiendo con todas sus fuerzas, a pesar de todo. Vinieron otras columnas y combatientes, y se luchó duro en Madrid. Irá a Játiva y allí se enfrentará, en una reunión, a Santiago Carrillo sobre la cuestión de la militarización. Va a Biñéfar y tras un desfile, le llaman del Estado Mayor. Allí se enfrenta con el general Pozas, que le llama indisciplinado y cobarde, y tras varias provocaciones, Villegas le dará dos puñetazos, por lo que será juzgado en un Consejo de Guerra y le condenarán a muerte, encerrándole en el Castillo de Figueras. Afortunadamente la CNT se las ingenió para salvarle y ayudarle a escapar. Entra en la Columna de Hierro y allí se tienen que ocupar de los peores puestos en el frente y los compañeros caen “como chinches”, siendo herido el propio Villegas. Son derrotados y tienen que huir a Francia, donde entrará en varios campos de concentración (como el de Argelès) siempre en condiciones muy duras.
Logrará escapar y se incorporará para formar parte de los nuevos grupos de acción. Se armará fuertemente con ametralladoras Thompson, un par de pistolas y varias granadas, escondidos en su gabardina. Tras varios atentados se le asigna la misión de coordinar los grupos de acción anti-nazis con mensajes secretos en la prensa, pero será emboscado por la policía francesa antes de ir a poner tales anuncios con códigos secretos, y caerá herido de bala tras abatir a cuatro policías. Lo llevan al hospital donde le atenderán unos médicos simpatizantes que luego le ayudarán a huir. Por esta época conoce a su futura esposa, va colaborando con la Resistencia, salvará la vida a Vincent Auriol (futuro presidente de Francia), se enfrentará a una emboscada de la policía francesa en una panadería cercana a su casa, donde conseguirá abatir a dos, obligando a los policías a retirarse. Más tarde será detenido otra vez, conociendo otros campos de concentración. Será liberado definitivamente por el ejército canadiense en su avance contra los nazis, cuando se encontraba en marcha de evacuación del campo de concentración de Buchenwald.
Tras la Segunda Guerra Mundial, sigue participando en la lucha anti-franquista, entrando en el grupo de Manuel Pareja Pérez, Antonio Gil Oliver (Antonio Sancho), Pedro Adrover, entre otros, donde actúa en el M.L.R. (Movimiento Libertario de Resistencia). Entre sus actuaciones está la participación en la ejecución del confidente Eliseo Melís, el traidor que causó la caída de casi todos los Comités en los años 40. Durante el tiroteo cayó herido Manuel Pareja, que fallecerá poco después en un hospital. Sin embargo su acción más temeraria es el bombardeo al Pazo de Meirás donde solía veranear Franco, con la evidente intención de acabar con él.
José Villegas vive en el exilio en Francia, Alemania y finalmente en Venezuela, donde pasá varias décadas trabajando en la Madera, hasta que en los años 90 vuelve a España, concretamente a Baza, cerca de su pueblo natal Caniles. Es invitado a innumerables e importantes actos en honor a las víctimas de los campos de concentración nazis, representando en repetidas ocasiones a los españoles. En Baza retoma el contacto con la CNT-AIT en 2006, reintegrándose en la Confederación hasta su muerte, ocurrida el 11 de Junio de 2008 mientras dormía tranquilamente.
Cuando estalla la Guerra Civil participa en la oleada revolucionaria barcelonesa, derrotando a los fascistas. Se enrola en las milicias, y con 19 años entró en la Columna Durruti, y se le nombrará centurión. Participará en la victoriosa Batalla de Alcalá del Obispo. El 15 agosto de 1936 fue herido en un brazo, pero no quiso ir a la retaguardia, sino seguir con sus compañeros. Marchó con su centuria a Madrid, donde cayó Durruti, lo que desmoralizó, según Villegas, a todos los compañeros, pero siguieron combatiendo con todas sus fuerzas, a pesar de todo. Vinieron otras columnas y combatientes, y se luchó duro en Madrid. Irá a Játiva y allí se enfrentará, en una reunión, a Santiago Carrillo sobre la cuestión de la militarización. Va a Biñéfar y tras un desfile, le llaman del Estado Mayor. Allí se enfrenta con el general Pozas, que le llama indisciplinado y cobarde, y tras varias provocaciones, Villegas le dará dos puñetazos, por lo que será juzgado en un Consejo de Guerra y le condenarán a muerte, encerrándole en el Castillo de Figueras. Afortunadamente la CNT se las ingenió para salvarle y ayudarle a escapar. Entra en la Columna de Hierro y allí se tienen que ocupar de los peores puestos en el frente y los compañeros caen “como chinches”, siendo herido el propio Villegas. Son derrotados y tienen que huir a Francia, donde entrará en varios campos de concentración (como el de Argelès) siempre en condiciones muy duras.
Logrará escapar y se incorporará para formar parte de los nuevos grupos de acción. Se armará fuertemente con ametralladoras Thompson, un par de pistolas y varias granadas, escondidos en su gabardina. Tras varios atentados se le asigna la misión de coordinar los grupos de acción anti-nazis con mensajes secretos en la prensa, pero será emboscado por la policía francesa antes de ir a poner tales anuncios con códigos secretos, y caerá herido de bala tras abatir a cuatro policías. Lo llevan al hospital donde le atenderán unos médicos simpatizantes que luego le ayudarán a huir. Por esta época conoce a su futura esposa, va colaborando con la Resistencia, salvará la vida a Vincent Auriol (futuro presidente de Francia), se enfrentará a una emboscada de la policía francesa en una panadería cercana a su casa, donde conseguirá abatir a dos, obligando a los policías a retirarse. Más tarde será detenido otra vez, conociendo otros campos de concentración. Será liberado definitivamente por el ejército canadiense en su avance contra los nazis, cuando se encontraba en marcha de evacuación del campo de concentración de Buchenwald.
Tras la Segunda Guerra Mundial, sigue participando en la lucha anti-franquista, entrando en el grupo de Manuel Pareja Pérez, Antonio Gil Oliver (Antonio Sancho), Pedro Adrover, entre otros, donde actúa en el M.L.R. (Movimiento Libertario de Resistencia). Entre sus actuaciones está la participación en la ejecución del confidente Eliseo Melís, el traidor que causó la caída de casi todos los Comités en los años 40. Durante el tiroteo cayó herido Manuel Pareja, que fallecerá poco después en un hospital. Sin embargo su acción más temeraria es el bombardeo al Pazo de Meirás donde solía veranear Franco, con la evidente intención de acabar con él.
José Villegas vive en el exilio en Francia, Alemania y finalmente en Venezuela, donde pasá varias décadas trabajando en la Madera, hasta que en los años 90 vuelve a España, concretamente a Baza, cerca de su pueblo natal Caniles. Es invitado a innumerables e importantes actos en honor a las víctimas de los campos de concentración nazis, representando en repetidas ocasiones a los españoles. En Baza retoma el contacto con la CNT-AIT en 2006, reintegrándose en la Confederación hasta su muerte, ocurrida el 11 de Junio de 2008 mientras dormía tranquilamente.
fuente: Columna Maroto
No hay comentarios:
Publicar un comentario