Blesa aprobó un crédito de 11 millones de euros a Comisiones
Obreras para mantener el cargo
CC.OO. obtuvo un crédito de 11 millones de euros por parte
de Caja Madrid en el momento en que sus cuatro votos eran la clave para ganar
el poder en la entidad. Blesa intentó garantizar su apoyo con un crédito que
daba al sindicato un plazo hasta 2025 para devolverlo. El sindicato pactó
finalmente con Aguirre después de que la presidenta cambiara la ley de cajas.
Un pacto del PP de Aznar con el sindicato CC.OO llevó a Miguel Blesa a la presidencia de Caja
Madrid en septiembre de 1996. Un pacto del PP de Esperanza Aguirre con
CC.OO le arrebató esa plaza a finales de
2009. Pero antes de que se sellara el segundo, el presidente de la entidad
intentó evitarlo ganándose la lealtad del sindicato con un crédito de 11
millones de euros, según reflejan las actas de las reuniones a las que ha
tenido acceso Vozpópuli.
Fue en el penúltimo
consejo de administración en el que Miguel Blesa actuó como presidente de la
entidad, el 23 de noviembre de 2009. En ese momento, Aguirre ya había mostrado
su disposición a pactar con Comisiones Obreras para relevar a Blesa al frente
de la entidad. Entonces, Blesa presentó una operación al consejo: participar
con 11 millones de euros en un crédito sindicado al sindicato en el que Caja
Madrid adelantaba, además, 1.013.000 euros en esa misma fecha como “derivado
puntual”.
La operación fue
recogida en punto 14 del acta número 1.514 de Caja Madrid y sólo se mantuvieron
al margen dos de los cuatro representantes del sindicato: Francisco Baquero
Noriega, se abstuvo de tomar parte en la resolución de la operación y Pedro
Bedía Pérez ni siquiera acudió a la reunión. Sí votaron los otros dos, Juan
José Azcona Olóndriz y Rodolfo Benito, según consta en el acta.
A las seis menos
cuarto de la tarde, el sindicato sabía que disponía ya de un crédito de 11
millones de euros y Miguel Blesa creía saber que tenía el apoyo sindical a
largo plazo, puesto que el crédito vencía en un plazo de 16 años, es decir, en
2025. Hasta tal punto creía Blesa haber cerrado el problema que en el turno de
ruegos y preguntas, el consejero Alberto Recarte preguntó por el calendario
electoral que debía renovar cargos en la caja. Blesa respondió asegurando que
“no era necesario retrotraer ningún trámite procesal”, según fuentes de la
entidad.
Pero la garantía
económica que selló Blesa fue, sin embargo, superada por una garantía todavía
mayor y todavía más a largo plazo: la garantía política que concedió al
sindicato Esperanza Aguirre. La Presidenta de la Comunidad cambió la ley de
cajas de ahorro que tenía previsto aprobar para garantizar un poder mayor al
sindicato. Con la nueva ley, CC.OO. se convertía en la pieza clave para tomar
decisiones en un sentido o en otro en la entidad. Blesa caía apenas un mes
después.
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