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domingo, 12 de mayo de 2013

ANTONIO SOTO CANALEJO - MILITANTE ANARQUISTA


Antonio Soto Canalejo – militante anarquista

El 11 de mayo de 1963 muere a causa de una trombosis cerebral en Punta Arenas (Magallanes, Chile) el militante anarquista Antonio Gonzalo Soto Canalejo, conocido como El Gallego Soto. Había nacido el 8 de octubre de 1897 en la calle Pardo Bajo de Ferrol (La Coruña, Galicia). Su padre (Antonio Soto Moreira) murió en la guerra de Cuba, en el hundimiento del buque "Oquendo" durante la batalla de Santiago de Cuba contra la armada norteamericana, cuando tenía un año. 1900, con su madre (Concepción Canalejo González), nuevamente casada, emigró a Buenos Aires (Argentina), pero retornará a Ferrol debido a discrepancias con su padrastro, Eduardo Rey. Vivió con unas tías - hermanas de su padre - beatas y autoritarias y, aún adolescente, comienza a leer literatura anarquista y se apasiona con el antimilitarismo de Tolstoi. En 1914, contrario a la guerra colonial en Marruecos, se declara insumiso al ejército y emigra a Argentina, donde trabajará como tramoyista en la compañía teatral Serrano Mendoza, que hacía giras teatrales y de zarzuelas por los puertos de la Patagonia. La Revolución rusa de 1917 lo marcó fuertemente. 1920 llegará con la compañía en la ciudad patagónica de Trelew, donde participará en actividades de protesta, intervendrá en mítines y sufrirá la primera detención, que implicará su expulsión de la provincia de Chubut.

 Después, con la compañía, fue a Río Gallegos, también en la Patagonia, donde se involucró en las actividades de la Sociedad Obrera, adherida a la Federación Obrera Regional Argentina (FORA). Poco después, a petición de uno de sus asesores, el periodista vasco José María Borrero, abandona el teatro para dirigir el movimiento obrero de la comarca. El 24 de mayo de 1920 fue elegido secretario general de la Sociedad Obrera de Río Gallegos y adquirió notoriedad entre los obreros rurales. Con el apoyo de Domingo Barón, Baltasar Lorido y otros libertarios, se convierte en el jefe de la Patagonia insurgente. En julio de 1920 fue detenido debido a la huelga del Gran Hotel de Puerto Gallegos y en septiembre de ese año fue de nuevo tomado para intentar rendir un homenaje a Francisco Ferrer Guardia; intentando, sin éxito, las autoridades expulsarlo del país en el mes siguiente.

 Con Manuel Outerelo, Argüelles, Font y otros, desarrollará una gran labor de propaganda por toda la región al tiempo que desaprueba las acciones violentas de la banda de El Toscano. A finales de 1920 la rebelión patagónica pone en marcha con los obreros de Río Gallegos y orientados por Soto y otros anarquistas españoles (Leoncio Alonso, Antonio Fernández, Antonio Freire, Domingo Tarragó, Eligio Bautista, José Traba, José Díaz, Francisco García , Paulino Martínez, Enrique García) adquiere un tinte revolucionario. Soto, al frente de un grupo de 500 jinetes, consigue tomar varias haciendas, pero el ejército argentino, comandado por el teniente coronel Héctor B. Varela, contraatacará. que implicará una fuerte represión. Consigue llegar a Buenos Aires y representa, con Daniel Blanco, la Sociedad Obrera de Río Gallegos en el XI Congreso de la FORA, donde denuncia la represión y la actitud de la burocracia de la FORA de Buenos Aires, sin encontrar ningún eco ni sólo en las filas anarquistas.

 El 6 de diciembre de 1921, Soto y su grupo son finalmente rodeados en La Anita, una hacienda de la alta montaña. El ejército vence los levantados, fusila más de 120 revolucionarios y indulta aquellos que son más aptos para el trabajo. Soto, con un grupo de 12 leales, pudo huir por las montañas y entró en Chile por el paso de Centinela, tras negarse a entregar las armas y perseguido por el ejército argentino y los carabineros chilenos que no querían que entrara en el país . En esa época sufrió una campaña difamatoria por parte de los dirigentes de la FORA del IX Congreso, pero siguió contando con un gran prestigio entre los sindicatos argentinos. En Chile deambuló por varias ciudades: Puerto Natales, Punta Arenas, Valparaíso - en esta ciudad se casó con Amanda Souper y de este primer matrimonio nacerán seis hijos (Alba, Antonio, Mario, Aurora, Amanda y Enzo) -, Iquique , etc.

 En Santiago hizo trabajo de chófer de su propio autobús recorriendo Chile de norte a sur - patín varios accidentes de tráfico importantes - y pudo reanudar su militancia anarquista. 1932 se instala en Punta Arenas. Más tarde abrió un cine, llamado «Libertad», en Puerto Natales, donde también asesoró sindicalmente los obreros de la industria frigorífica. Cuando estalló la Revolución española no pudo irse a causa de su mala salud. El 5 de marzo de 1938 se casará de nuevo, con Dorotea Cárdenas, de la isla de Chiloe, con quien tendrá una hija, Isabel. 1945 se trasladó a Punta Arenas, donde trabajó en una fundición donde adobaban motores de barcos y luego vivió de una parada de frutas en el mercado. Más tarde pasó una temporada errante por Tierra de Fuego y luego regresó finalmente a Punta Arenas, donde abrió un restaurante llamado «Oquendo», en honor del barco donde navegó su padre. En esta ciudad participó activamente en diversas entidades, como el Centro Republicano Español, el Centro Gallego (1950), el Club Deportivo de Pesca y Caza (1951), la Cruz Roja Internacional, la Sociedad de Amigos de la Unión Soviética - a pesar de su reconocido e inequívoco anarquismo - e incluso hizo junto la candidatura de Salvador Allende.

 La salud le obligó a dejar el restaurante y montó una pensión que llevará su apellido, situada en la calle Ecuatoriana, y que ayudará económicamente con un camión que llevaba cargas desde el puerto. 1962 abandonó todo tipo de trabajo. Parece que estuvo bastante unido a la fracción española de la FORA (Abad de Santillán, Manuel Villar Mingo, Emilio López Arango, José Torralvo, etc.). Su figura ha sido protagonista de varias películas - La Patagonia rebelde (1973), Patagonia, utopía libertaria (1998) - y de libros y ensayos (José María Borrero, González, Osvaldo Bayer, Lois Pérez Leila, etc. ). En Buenos Aires existe el Centro Gallego-Argentino de Estudios Sindicales y Sociales «Antonio Soto» ya Ferrol una calle lleva su nombre.

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