La Policía Nacional ha decidido no hacer "ningún
tipo de declaraciones" sobre la existencia de infiltrados en los
movimientos sociales (MMSS) de Sevilla, según han explicado fuentes oficiales
de la Policía a este blog, después de que miembros del 15-M y otras
organizaciones sociales de la ciudad destaparan el pasado viernes a 'Luis
García Pérez' (nombre falso), como infiltrado policial.
Tras difundirse este caso, a través de las redes sociales, el entorno más cercano al infiltrado, dentro de los MMS, ha podido saber que la verdadera identidad del falso activista sería la de Luis Castilla Pérez. Su nombre coincide con el de un agente que consiguió aprobar las oposiciones a Policía Nacional, según se recoge en una resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado, BOE, del 10 de julio de 2007.
Tras difundirse este caso, a través de las redes sociales, el entorno más cercano al infiltrado, dentro de los MMS, ha podido saber que la verdadera identidad del falso activista sería la de Luis Castilla Pérez. Su nombre coincide con el de un agente que consiguió aprobar las oposiciones a Policía Nacional, según se recoge en una resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado, BOE, del 10 de julio de 2007.
Desde que se conociera
el caso y Luis fuera 'detenido' en un control policial rutinario el pasado
viernes, poco después de ser descubierto por sus compañeros activistas, Luis no
ha vuelto a dar señales de vida, a pesar de que su teléfono móvil sigue
operativo, al igual que su falso perfil en facebook, creado expresamente
para su infiltración. En el perfil no hay fotos de Luis y, tanto sus amigos
como temas y fotos en esta red social, versan exclusivamente sobre el 15-M y
otros temas políticos, sin vida más allá de este entorno. Tampoco ha contestado
a las preguntas realizadas por este blog a través de facebook.
Los errores de Luis
El infiltrado, que ingresaría en la academia de Policía de Ávila con 21 años, en caso de que su edad actual, de 26, fuera cierta, no tardó mucho en crear las primeras sospechas dentro del 15-M, tras cometer algunos errores a la hora de dar detalles de su falsa vida a sus nuevos amigos. "Cuando le pregunté, de forma inocente, en qué instituto había estudiado, sólo llegó a decir que "en uno de por ahí", para posteriormente explicar que había estudiando en el instituto Giralda, de la barriada de la Corza", según explica María, una de sus primeras amigas del 15-M. Casualidades de la vida, María había estudiado en ese instituto, que ya no existe, y ambos tienen la misma edad.
"No me sonaba la cara y el instituto era pequeño. Le pregunté a otros compañeros y profesores y nadie recordaba a ese Luis. Con ese nombre y esa edad sólo había dos chicos más en el centro", explicó María a este blog. Pero la actitud de Luis, al que María define como "buena gente y muy comprometido", y la excusa que Luis puso, la de que "antes era un niño con sobrepeso" hizo olvidar las primeras sospechas.
Infiltrar a un agente en la misma ciudad en la que ha vivido toda su vida tiene sus riesgos, como el de que alguien lo pueda reconocer. Así le ocurrió a una chica, que lo recordaba de su etapa de camarero en la discoteca Antique, algo que él negó. Pero los activistas pudieron contactar recientemente con uno de los trabajadores más antiguos de dicha discoteca, al que le enseñaron la foto de Luis. Este trabajador lo reconoció "inmediatamente", según María, que deja claro que "ha existido una labor de investigación muy rigurosa, y todo se ha contrastado antes de hacer pública la infiltración".
"Era nuestro amigo y llegó a dormir varias veces en mi casa", relata otro activista muy cercano a Luis. "Los más sospechoso es que ni si quiera conocíamos a su novia, de la que nos hablaba, ni a ninguno de sus amigos", explica este joven.
Lo que Luis sí tenía bien preparado desde un principio era su coartada para escapar en caso de ser descubierto. "Dijo que estaba en busca y captura porque trabajó como pintor y su compañero de trabajo robó en una casa en la que habían trabajado. Aseguró que le llegaron citaciones del juzgado y decidió no presentarse". Cuando fue descubierto por los activista, Luis pudo avisar a sus compañeros de la Policía, que lo detuvieron el viernes en un supuesto control rutinario, a las 23.00 horas en el entorno del Arco de la Macarena. Ninguno de sus amigos activistas ha podido contactar desde entonces con él.
Los errores de Luis
El infiltrado, que ingresaría en la academia de Policía de Ávila con 21 años, en caso de que su edad actual, de 26, fuera cierta, no tardó mucho en crear las primeras sospechas dentro del 15-M, tras cometer algunos errores a la hora de dar detalles de su falsa vida a sus nuevos amigos. "Cuando le pregunté, de forma inocente, en qué instituto había estudiado, sólo llegó a decir que "en uno de por ahí", para posteriormente explicar que había estudiando en el instituto Giralda, de la barriada de la Corza", según explica María, una de sus primeras amigas del 15-M. Casualidades de la vida, María había estudiado en ese instituto, que ya no existe, y ambos tienen la misma edad.
"No me sonaba la cara y el instituto era pequeño. Le pregunté a otros compañeros y profesores y nadie recordaba a ese Luis. Con ese nombre y esa edad sólo había dos chicos más en el centro", explicó María a este blog. Pero la actitud de Luis, al que María define como "buena gente y muy comprometido", y la excusa que Luis puso, la de que "antes era un niño con sobrepeso" hizo olvidar las primeras sospechas.
Infiltrar a un agente en la misma ciudad en la que ha vivido toda su vida tiene sus riesgos, como el de que alguien lo pueda reconocer. Así le ocurrió a una chica, que lo recordaba de su etapa de camarero en la discoteca Antique, algo que él negó. Pero los activistas pudieron contactar recientemente con uno de los trabajadores más antiguos de dicha discoteca, al que le enseñaron la foto de Luis. Este trabajador lo reconoció "inmediatamente", según María, que deja claro que "ha existido una labor de investigación muy rigurosa, y todo se ha contrastado antes de hacer pública la infiltración".
"Era nuestro amigo y llegó a dormir varias veces en mi casa", relata otro activista muy cercano a Luis. "Los más sospechoso es que ni si quiera conocíamos a su novia, de la que nos hablaba, ni a ninguno de sus amigos", explica este joven.
Lo que Luis sí tenía bien preparado desde un principio era su coartada para escapar en caso de ser descubierto. "Dijo que estaba en busca y captura porque trabajó como pintor y su compañero de trabajo robó en una casa en la que habían trabajado. Aseguró que le llegaron citaciones del juzgado y decidió no presentarse". Cuando fue descubierto por los activista, Luis pudo avisar a sus compañeros de la Policía, que lo detuvieron el viernes en un supuesto control rutinario, a las 23.00 horas en el entorno del Arco de la Macarena. Ninguno de sus amigos activistas ha podido contactar desde entonces con él.
Okupas y antifascistas, posibles objetivos de Luis
Infiltrarse en un movimiento tan transparente y abierto como 15-M no tiene ningún mérito, pero ayudó a Luis a entrar en contacto con otros MMSS más herméticos, como la Coordinadora Antifascista y el movimiento okupa, en el que el agente no tardó en comenzar a participar de forma muy activa y comprometida. Su labor sería la de aportar informes sobre cada uno de los activistas de Sevilla. El agente infiltrado llegó a participar en okupaciones y otras acciones, como la de poner silicona en cerraduras de bancos, algo que él mismo se encargaría de hacer.
Precisamente fue en el Centro Social Okupado y Autogestionado (CSOA) la Huelga, en el que Luis se implicó de forma más activa. Este centro fue desalojado por la Policía Nacional el pasado mes de mayo.
Por último, aquí podéis leer el relato, mucho más personal, de una chica que lo conoció en el 15-M y fue su amiga.
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