La policía continúa esta tarde el registro de la sede de la Iglesia católica en Bélgica dentro de una investigación por abusos sexuales contra menores. Un portavoz de la fiscalía confirmó la operación, que se desarrolla en el palacio del Arzobispado de Malinas-Bruselas. El edificio, según la BBC, ha sido acordonado y una treintena de policías buscan pruebas relacionadas con las denuncias de pederastia.
El registro ha coincidido con una reunión de la Conferencia Episcopal belga, a la que asistía el nuncio, según el diario Le Soir. Este periódico asegura que también se registran las oficinas de la comisión independiente que investiga los abusos.
El portavoz de la fiscalía de Bruselas, Jean-Marc Meilleur, ha informado de que la investigación se abrió recientemente tras varias declaraciones que apuntaban a abusos sexuales a menores "que podrían haber sido cometidos por un cierto número de personas en el seno de la Iglesia", ha añadido.
En abril pasado, coincidiendo con la conmoción por los casos de pederastia conocidos en países como Alemania, EE UU o Irlanda, el entonces obispo de la ciudad belga de Brujas, Roger Vangheluwe, dimitió tras admitir que había cometido abusos sobre un niño años atrás. El arzobispo, Andre-Joseph Leonard, prometió una política de tolerancia cero. Leonard, primado de Bélgica y presidente de la Conferencia Episcopal, lleva en le cargo desde principios de año.
Tras la revelación de Vangheluwe, se encargó a una comisión la investigación sobre los abusos, que recibió cientos de denuncias. En mayo, los obispos del país pidieron perdón a las víctimas públicamente, "tanto por la agresión" como por el silencio de los responsables eclesiásticos, según el diario belga.
El registro ha coincidido con una reunión de la Conferencia Episcopal belga, a la que asistía el nuncio, según el diario Le Soir. Este periódico asegura que también se registran las oficinas de la comisión independiente que investiga los abusos.
El portavoz de la fiscalía de Bruselas, Jean-Marc Meilleur, ha informado de que la investigación se abrió recientemente tras varias declaraciones que apuntaban a abusos sexuales a menores "que podrían haber sido cometidos por un cierto número de personas en el seno de la Iglesia", ha añadido.
En abril pasado, coincidiendo con la conmoción por los casos de pederastia conocidos en países como Alemania, EE UU o Irlanda, el entonces obispo de la ciudad belga de Brujas, Roger Vangheluwe, dimitió tras admitir que había cometido abusos sobre un niño años atrás. El arzobispo, Andre-Joseph Leonard, prometió una política de tolerancia cero. Leonard, primado de Bélgica y presidente de la Conferencia Episcopal, lleva en le cargo desde principios de año.
Tras la revelación de Vangheluwe, se encargó a una comisión la investigación sobre los abusos, que recibió cientos de denuncias. En mayo, los obispos del país pidieron perdón a las víctimas públicamente, "tanto por la agresión" como por el silencio de los responsables eclesiásticos, según el diario belga.
fuente: el pais
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