La Fiscalía Anticorrupción y la Inspección de Hacienda contaron con un garganta profunda fundamental para montar la Operación Poniente y destapar la trama corrupta en El Ejido (Almería), que se ha saldado con el arresto de 20 personas, entre ellas el alcalde, Juan Enciso, de la formación personalista Partido de Almería (PAL), escindida del Partido Popular. Un comunicante anónimo situado en la empresa mixta de servicios municipales Elsur, auténtico epicentro de la corrupción, alertó en febrero de 2007 de las irregularidades que presuntamente cometió José Amate, director de esta entidad participada en un 30% por el Ayuntamiento y en un 70% por Agua y Gestión, una filial de Abengoa.
El escrito, de tres folios, está dirigido al inspector jefe de la Delegación de Hacienda de Almería y cuenta cómo Amate, que ha sido detenido en la operación junto a sus dos hijas y los esposos de éstas, estaba al frente de un entramado empresarial al que Elsur subcontrataba obras a un precio inflado. La policía investigó 70 empresas hasta identificar las doce en las que ahora ha practicado los registros.
"Estas empresas sólo trabajan para Elsur, y es a la única empresa que se le factura. Amate dispone de cómo se hacen las cuentas en sus sociedades y autoriza después las facturas en Elsur", cuenta el comunicante. El anónimo señala que Elsur también paga por trabajos que hacen las empresas de Amate "en todas las oficinas del PAL" y en domicilios particulares de políticos. Además, afirma que Amate "se chulea en público de haberle dado algo así como 300.000 euros al alcalde para financiar al PAL".
Las subcontratistas de Elsur, propiedad de Amate, según el denunciante, "tenían facturas estándar por empresas según su actividad y únicamente cambiaban las unidades según el dinero que querían facturar". Elsur fue objeto de una inspección de Hacienda, pero el garganta profunda asegura que tras aparecer el inspector en la empresa mixta "cambiaron la forma de facturar y rehicieron todas las facturas" emitidas a partir de la fecha solicitada por el fiscalizador.
El denunciante pone ejemplos de irregularidades tales como que una empresa cuyo objeto social era "vender caracoles" fue contratada para "meter 12 kilómetros de tubería en El Ejido", o las empresas Pyma-Ejido o Pyma Roc, "que emitieron facturas que triplicaban las cantidades reales de pintura".
A modo de "anécdota", el denunciante relata que "la boda de la hija de Amate Irene se facturó por parte de Hacienda La Boticaria, de Alcalá de Guadaíra y de la sociedad Aguas de Sevilla, como congresos de jardinería en seis facturas de 8.000 euros cada una".
El anónimo afirma que cuando un representante de Aguas y Gestión, apellidado Fernández, acudía a El Ejido a revisar las cuentas, "Amate volvía loco al personal de Elsur y de las subcontratas cambiando los documentos (...) sin cambiar el coste total" de las facturas para "engañar" al representante de Abengoa. Además, asegura que las empresas subcontratistas cuentan con un sello de Elsur "con el que sellan las facturas de almacén". Finalmente, afirma que Amate utiliza como testaferros a un matrimonio amigo íntimo de su familia y que todas las propiedades, entre las que se encuentra una casa valorada en dos millones de euros en Sevilla, se encuentran a nombre de una de las sociedades.
Ayer los compañeros de corporación de Enciso en el PAL escenificaron su apoyo con la lectura de un comunicado tras la cual no aceptaron preguntas. El alcalde accidental, Ignacio Berenguel, afirmó que el equipo de gobierno "confía plenamente en la honradez de su alcalde y pide a la justicia que actúe con celeridad". Mientras tanto, Izquierda Unida anunció que pedirá al Consejo de Ministros la disolución del consistorio, como ocurrió en abril de 2006 en Marbella (Málaga).
fuente: El Pais
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