La trama corrupta vinculada al PP hizo un negocio redondo en la visita del Papa a Valencia en julio de 2006. Ganó más de 1,2 millones de euros en comisiones ilegales sin que su nombre apareciera en ninguna de las adjudicaciones para organizar el acto. Francisco Correa y su lugarteniente en Valencia, Álvaro Pérez, el Bigotes, urdieron un plan perfecto que ahora ha puesto al descubierto la investigación judicial y policial. La televisión pública valenciana, a cuyo frente estaba Pedro García, íntimo amigo de los directivos de la trama, adjudicó por 6,4 millones de euros el montaje de la sonorización del acto a una constructora leonesa, Teconsa, cuyos directivos están imputados en el caso por el supuesto pago de comisiones ilegales por obras públicas. Teconsa, que nunca había hecho un trabajo parecido, subcontrató con empresas sevillanas que mantenían relaciones con la trama corrupta. Estas empresas fueron las encargadas de pagar a Correa una parte del botín, más de 1,2 millones de euros.
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