Los Últimos fusilamientos del franquismo
Los Últimos fusilamientos del franquismo o Últimas
ejecuciones del franquismo acontecieron el 27 de septiembre de 1975 en varias
ciudades españolas (Madrid, Barcelona y Burgos). Fueron ejecutadas por
fusilamiento cinco personas: los militantes del FRAP, José Humberto Baena, José
Luis Sánchez Bravo y Ramón García Sanz y los militantes de ETA político-militar
Juan Paredes Manot (Txiki) y Ángel Otaegui. Estas fueron las últimas
ejecuciones del régimen franquista, poco antes de la muerte del dictador. Estas
ejecuciones levantaron una ola de protestas y condenas contra el gobierno de
España dentro y fuera del país, tanto a nivel oficial como popular.
A finales del verano del año 1975, había pendientes diversos
Consejos de Guerra y varias condenas a muerte en ciernes. Garmendia y Otaegui
por un lado, además del sumario militar por el atentado de la calle Correo de
Madrid, que involucraba a los procesados Eva Forest, Durán y María Luz
Fernández. Otros procesos seguían su marcha como el del atentado contra Carrero
Blanco, y otros casos contra miembros del FRAP por la manifestación del 1 de
mayo del 73 en la que murió un policía.
Un Consejo de Guerra ordinario se celebró en el Regimiento
de Artillería de Campaña 63 de Burgos el 28 de agosto. En él fueron juzgados
José Antonio Garmendia Artola y Ángel Otaegui Etxebarria, ambos de ETA
político-militar, que fueron condenados a muerte
A Garmendia se le
conmutaría la pena de muerte por la de reclusión y Otaegui sería ejecutado por
fusilamiento en Burgos
Un Consejo de Guerra sumarísimo se celebró el 19 de
septiembre en el Gobierno Militar de Barcelona. En él fue juzgado Juan Paredes
Manot, Txiki, de ETA político-militar
En las dependencias militares de El Goloso, cerca de Madrid,
se celebró los días 11 y 12 de septiembre un Consejo de Guerra sumarísimo
contra militantes del FRAP. De éstos, tres fueron condenados a muerte, a dos de
ellos (Manuel Blanco Chivite y Vladimiro Fernández Tovar) se les conmutaría la
pena de muerte por reclusión y uno (José Humberto Baena Alonso) sería ejecutado
por fusilamiento en Hoyo de Manzanares (Madrid). Otro procesado, Pablo Mayoral
Rueda, fue condenado a treinta años de reclusión mayor. Otro procesado,
Fernando Sierra Marco, fue condenado a veinticinco años de reclusión mayor.
Además, Mayoral, Baena y Sierra fueron condenados a cinco meses de arresto
mayor por uso ilegítimo de vehículo ajeno de motor.
Igualmente, en dichas dependencias militares de El Goloso,
se celebró el día 18 de septiembre otro Consejo de Guerra sumarísimo contra
otros militantes del FRAP
Fue condenado José Fonfrías Díaz a veinte años de reclusión
y otros cinco procesados fueron condenados a muerte, a tres de ellos
(Concepción Tristán López, María Jesús Dasca Pénelas y Manuel Cañaveras de
Gracia) se les conmutaría la pena de muerte por reclusión y dos (Ramón García
Sanz y José Luis Sánchez-Bravo Sollas) serían ejecutados por fusilamiento en
Hoyo de Manzanares (Madrid)
Fueron, por tanto, en total, once condenados a muerte. El
Consejo de Ministros del viernes 26 de septiembre indulta a seis de los
condenados a muerte, conmutando sus penas por la de reclusión y da el
"enterado" para los otros cinco condenados a muerte. El
"enterado" es la denegación del indulto y, por tanto, supone la
ejecución de la pena de muerte. Dichas penas de muerte se ejecutaron por
fusilamiento al día siguiente, el sábado 27 de septiembre.
Se hicieron varios intentos para evitar las ejecuciones. Hay
varias protestas de abogados en el Colegio de Abogados de Barcelona y se
realizan gestiones con el Vaticano. Se les aplicó con carácter retroactivo el
Decreto Ley Antiterrorista aprobado el 26 de agosto, durante un Consejo de
ministros presidido por Francisco Franco. La norma fue promulgada para
aplicársela a ellos. Uno de sus artículos prorrogaba el plazo de detención de 3
a 5 días, y hasta a 19 días con autorización judicial, lo que ofrecía más
facilidades para la policía en los interrogatorios. También se abría la
posibilidad de celebrar juicios sumarísimos, en 24 horas, contra civiles.
Joaquín Ruiz-Giménez, que fue embajador en el Vaticano,
envió un mensaje a Pablo VI. El hermano de Franco (Nicolás Franco), le escribió
pidiéndole que reconsiderara su decisión. La madre de Otaegui, visitó al
cardenal Jubany, al obispo Iniesta y al cardenal Vicente Enrique y Tarancón
Las ejecuciones de las penas de muerte no indultadas se
realizaron por fusilamiento el sábado 27 de septiembre. En Barcelona, fue
ejecutado Juan Paredes Manot, Txiqui, de 21 años, y en Burgos, Ángel Otaegui,
de 33, ambos militantes de ETA político-militar. En Hoyo de Manzanares
(Madrid), José Luis Sánchez Bravo, de 22 años, Ramón García Sanz, de 27, y José
Humberto Baena Alonso, de 24, miembros del Frente Revolucionario Antifascista y
Patriota (FRAP)
En Hoyo de Manzanares los fusilamientos lo hicieron tres
pelotones compuestos cada uno por diez guardias civiles o policías, un sargento
y un teniente, todos voluntarios. A la 9.10, los policías fusilaron a Ramón
García Sanz. A los 20 minutos, a José Luis Sánchez Bravo y poco después a
Humberto Baena. A las 10.05 todo había concluido. No pudo asistir ningún
familiar de los condenados, pese a ser «ejecución pública», según marcaba la
ley. El único paisano que pudo asistir fue el párroco de la localidad, que
relato después la ejecución:
Además de los
policías y guardias civiles que participaron en los piquetes, había otros que
llegaron en autobuses para jalear las ejecuciones. Muchos estaban borrachos.
Cuando fui a dar la extremaunción a uno de los fusilados, aún respiraba. Se
acercó el teniente que mandaba el pelotón y le dio el tiro de gracia, sin darme
tiempo a separarme del cuerpo caído. La sangre me salpicó.
Los cadáveres de los tres miembros del FRAP fueron
enterrados la misma mañana de su ejecución en Hoyo de Manzanares. Los restos de
Sánchez Bravo serían trasladados, posteriormente, a Murcia, y los de Ramón
García Sanz, al cementerio civil de Madrid.
Cuando el viernes 26 de septiembre el Consejo de Ministros
por unanimidad y siguiendo las directrices de Francisco Franco aprueba el
fusilamiento de cinco los once condenados a pena de muerte se produce una
inmensa conmoción. Franco había ignorado todas las peticiones de clemencia que
le habían llegado, desde el Papa Pablo VI hasta su hermano Nicolás Franco
pasando por el primer ministro sueco Olof Palme o el presidente de México Luis
Echeverría Álvarez. Los titulares de la prensa española proclamaban la
generosidad del régimen por haber indultado a seis de los once condenados. Bajo
el título Hubo clemencia la prensa se plegaba a las consignas del régimen sin
que se oyera una palabra disonante.
En el País Vasco se decretaba una Huelga General en pleno
Estado de Excepción que era seguida mayoritariamente, por las diferentes
ciudades españolas se multiplicaban los paros y las protestas y en el mundo el
clamor contra las ejecuciones no cesaba.
Las irregularidades de los procesos realizados ya habían
sido denunciadas por el abogado suizo Chistian Grobet que había asistido como
observador judicial al consejo de guerra de Txiki en nombre de la Federación
Internacional de Derechos del Hombre y de la Liga Suiza de Derechos del Hombre
en cuyo informe del 12 de septiembre dice:
Jamás el abajo
firmante, desde que sigue los procesos políticos en España, ha tenido una
impresión tan clara de asistir a un tal simulacro de proceso, en definitiva a
una siniestra farsa, si pensamos un momento en el provenir que les aguarda a
los acusados.
El presidente mexicanos Luis Echeverría pide la expulsión de
España de las Naciones Unidas, 12 países occidentales retiran sus embajadores
de Madrid. Las embajadas españolas de diversas ciudades son atacadas por los
manifestantes quemándose la de Lisboa.
En el País Vasco
El sábado día 27 de septiembre de comienza una huelga
general de tres días de duración, hasta el 30, que fue mayoritariamente seguida,
se estima que pararon más de 200.000 trabajadores. Era la tercera huelga
general que se convocaba ese septiembre y ya había habido otras protestas en
agosto. Aún estando declarado el estado de excepción en Vizcaya y Guipúzcoa,
los talleres y fábricas se paran, se cierran los comercios y bares y hasta los
barcos de pesca se quedan en puerto. Se realizan manifestaciones en todas las
poblaciones importantes que son reprimidas con violencia por la Policía Armada
y la Guardia Civil llegándose a utilizar fuego real. Se realizan funerales en
casi todas la poblaciones vascas. En San Sebastián se convoca un funeral para
el día 30 a las 19:00 en la catedral del Buen Pastor cooficiado por el obispo
monseñor Setién y otros 30 sacerdotes, no se puede celebrar por estar tomado
por la policía la plaza y el templo. Aún así se concentra una gran cantidad de
personas y los disturbios duran hasta bien entrada la noche. Durante los
disturbios se producen disparos de bala y un niño es herido. Los disparos de
fuego real son comunes en la represión de las manifestaciones.
Los tres días de huelga general se convierten en tres días
de protestas generalizadas en las calles de los pueblos y ciudades del País
Vasco. La respuesta del gobierno fue el tomar las poblaciones con Policía
Armada y Guardia Civil, pero aún así los disturbios son generalizados en las
tres provincias y en Navarra.
En otras zonas de España las protestas son mucho menores. En
Barcelona se hicieron diferentes manifestaciones que fueron reprimidas por la
policía. Hay protestas en algunas ciudades pero se logra mantener el orden
La reacción internacional es fuerte, tanto a nivel
gubernamental como popular. Los países de la Comunidad Económica Europea piden
el indulto de los condenados (expresado en Londres por el embajador italiano),
lo mismo que el Vaticano y las Naciones Unidas. Hay protestas populares casi
todas las ciudades importantes y capitales. Se llega a asaltar o intentar
asaltar las embajadas y consulados españoles y se boicotean los intereses de
España en algunos lugares como en Francia.
Algunos gobiernos, como el de Noruega, Reino Unido u
Holanda, llaman a su embajador en Madrid, en Copenhague la Alianza Atlántica
aprueba una moción de protesta contra las condenas y exhorta a los países
miembros que no hagan nada que pueda favorecer el ingreso de España en ese
organismo.
El presidente de México pide que España sea expulsada de la
ONU, expulsa al embajador español y suspende contacto con España, las protestas
se extienden por todos los países tanto «occidentales» como «orientales». Las
manifestaciones y actos de protesta, donde hay fuertes disturbios, son
numerosos.(texto extraido de Wikipedia)
El tema Al alba, probablemente el más famoso y significativo
de toda la carrera de Aute, fue dedicado a las víctimas de los últimos
fusilamientos del franquismo, pero consiguió burlar la censura de la época al
disfrazarla como una canción de amor.
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