Fernando Gómez Peláez – periodista y militante anarquista
El 15 de julio de
1995 muerto en Fontainebleau (Isla de Francia, Francia) el periodista y
militante anarcosindicalista Fernando Gómez Peláez. Había nacido el 22 de
febrero de 1915 en Torrelavega (Santander, Cantabria, España) en una familia de
modestos comerciantes. Su actividad en el movimiento obrero comienza con su
militancia en «Vanguardia Federal», agrupación local del Partido Republicano
Democrático Federal, que seguía los postulados de Pi y Margall, organización a
la que representó en los congresos federales de Madrid de 1932 y 1933. También
ocupó la secretaría del Ateneo Obrero de Torrelavega, centro cultural de
tendencia libertaria. Sus primeras crónicas periodísticas publicaron en La Región.
Periódico de clase, diario obrero de Santander donde hará trabajo como
corresponsal desde el movimiento revolucionario de octubre de 1934 hasta el
estallido de la guerra civil. En 1935 ingresó en la Unión General de
Trabajadores (UGT), presidiendo la Bolsa del Trabajo de Torrelavega y
organizando el Sindicato de la Industria del Caucho desde su lugar de trabajo
en la fábrica alemana de neumáticos «La Continental".
Con la guerra, el sindicato pasó a la Confederación Nacional
del Trabajo (CNT), en una práctica de reubicación ideológica muy extendida en
Cantabria y Asturias, donde la unidad sindical era un principio específico
hasta ese momento. Cuando estalló la guerra, y ya como militante cenetista,
intervino en el control obrero de la fábrica. Participó en la Comisión de
Abastecimientos de Torrelavega y se incorporó en las Milicias de Montaña
Confederales el frente de Burgos, como corresponsal de guerra. Siguió la
campaña de Asturias como comisario de Ingenieros, consiguiendo finalmente la
evacuación a Francia pasando por Avilés. Cuando volvió a la Península, ingresó
en la Escuela de Defensa Especial Contra Aeronaves (DECA) de Girona, de donde
salió con el grado de sargento administrativo hacia la campaña del Ebro. El 9
de febrero de 1939 cruzó la frontera, junto con miles de refugiados en un éxodo
en masa. Por el paso de Perthus llegó al campo de Saint Cyprien, primera etapa
de su destierro que duró más de tres décadas. Después de los campos de
concentración (Barcarès), las Compañías de Trabajo, el intento no exitoso de
trasladarse a México, y el paso por la prisión de Burdeos durante la ocupación
alemana, llegó la Liberación y con ella la vuelta de la CNT, ahora en Francia.
En marzo de 1946 el
sindicato anarcosindicalista le encargó la dirección de Solidaridad Obrera,
semanal de fuerza tirón que contó con colaboradores de prestigio, como Salvador
de Madariaga, Luis Araquistain, Chicharro de León, Bosch Gimp, Juan Andrade o
Albert Camus - de quien hará su necrológica («Camus, el espagnol») para el
periódico Le Monde Libertaire. Esta publicación, después en el exilio de la
histórica publicación libertaria, la editaba en París la fracción que tras la
ruptura confederal de 1945 se definió como «anticolisión colaboracionista» o
«apolítica», frente al sector que secundó desde el exilio la participación de
los comités de España en alianzas políticas contra la dictadura. Dirigió este
periódico hasta 1954, y además su colección de libros, folletos y el suplemento
mensual de carácter literario. En 1954 comenzó a trabajar como corrector en la
editorial Larousse, donde coincidió con el viejo militante libertario Antonio
García Birlan (Dionysios) y, más tarde, con su amigo Mariano Aguayo. Se adhirió
al Sindicato de Correctores de la Confederación General del Trabajo (CGT) de
París y ejerció como delegado de empresa durante una temporada. En diciembre de
1957 comenzó a editar la efímera revista mensual Atalaya. Tribuna confederal de
libre Discusión, el tono crítico de esta publicación provocó la irritación del
Secretariado Intercontinental (SI), máximo órgano de la CNT de España en el
Exilio, que bloqueó su aparición después de siete números. Atalaya representaba
la primera expresión pública de descontento militante en las filas del sector
«apolítico»; descontento dirigido especialmente hacia Germinal Esgleas,
secretario general del SI, y sus posiciones inmovilistas.
Esgleas sería
sustituido en agosto de 1958 por Roque Santamaría, acelerando un acercamiento
entre las fracciones escindidas de la CNT que concluyó en el Congreso de 1961
de Limoges, llamado «Congreso de la Reunificación". Pasado un primer
momento de euforia, la sombra de una unidad ficticia que no cubriera las
expectativas de los militantes que, como Gómez Peláez, habían participado en su
largo y laborioso proceso planeará durante toda la década de los sesenta,
generando espacios de expresión alternativos, tales como los Grupos de
Presencia Confederal, creados a finales de la década. Participaron en estos
grupos «marginalista» venidos de diversas corrientes; críticos que sin
constituirse en escisión permanecen dentro del movimiento como una facción
desafecta de la línea inmovilista del nuevo vigente en la dirección de la CNT.
Reunidos en Narbona en mayo de 1970, este disidentes acordaron editar un
periódico mensual, Frente Libertario, encargando su dirección a Gómez Peláez.
Cuando salió el primer número, en julio de 1970, ya había sido expulsado de la
CNT por una orden de 1969 de la Comisión de Asuntos conflictivos. Este
organismo, creado en el Pleno de Marsella de 1967, expulsó en pocos años un
tercio de los militantes del exilio, en ocasiones Federaciones Locales enteras
que se negaban a acatar la orden contra uno de los afiliados. Entre los
inculpados podemos citar militantes destacados como Cipriano Mera, José Borrás,
Mercelino Boticario, Roque Santamaría o José Peirats.
Entre julio de 1977 y octubre de 1982 dirigió el bimensual
confrontaciones. Boletín interno de las Agrupaciones Confederales y Afinidades
Libertarias en el exterior. Además de la actividad editorial, participó a
principios de los sesenta en la «Commission Internationale de Liaison Ouvrière
(CILO), fundada por su amigo Louis Mercier Vega y donde colaboró Helmut
Rüdiger, escribiendo en su boletín, en ocasiones bajo el seudónimo de Cristóbal
Barcena. Tras la unificación cenetista, creó con los militantes parisinos de
una y de otra tendencia, el Centro de Estudios Sociales y Económicos (CESE),
especie de ateneo libertario con el fin de organizar actividades culturales en
la nueva emigración los setenta y que publicó su propia revista, Estudios
Confederales. Fue vocal del Comité Central en Francia de la Cruz Roja
Republicana Española. Con Rudolf de Jong, del International Institute of Social
History (IISH) de Amsterdam, trabajó durante años en un proyecto general de
bibliografía general de la Guerra Civil española que, desgraciadamente, no
lograron concluir. Colaboró con este centro en la colección y el depósito de
buena parte de los periódicos, revistas y otros materiales impresos del
movimiento libertario en el exilio. Constituyó también, con su amigo Aguayo, un
fondo fotográfico de la Guerra Civil, actualmente depositado en el «Asociación
Guilda Cultural» de Mérida. Escribió además en multitud de revistas
(Interrogations, Cuadernos de Ruedo Ibérico, El Luchador, Tierra y Libertad,
etc.) Y colaboró en la edición de varios volúmenes, como las memorias de
Cipriano Mera - a petición del su amigo José Martínez Guerricabeitia, director
de «Ediciones Ruedo Ibérico" de París - o algunas novelas de Ramón J.
Sendero. Durante la primavera de 1976, acompañado de su hijo Freddy, también
militante libertario, pisó por primera vez la Península desde que la dejó en
febrero de 1939. En 1980 participó en el Pleno Nacional de Regionales de Madrid
representado el grupo de Narbona.
En 1982, muerto Roque
Santamaría, encabezó la fracción de los Grupos Confederales. Ya jubilado vivió
a caballo entre París y Santander, ya mediados de los años ochenta, el
Ayuntamiento de Torrelavega le propuso redactar sus recuerdos de juventud.
Afectado por los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer, escribió
Aquellos años, Torrelavega. Vivencias, recuerdos y desilusiones de un
libertario torrelaveguense, que finalmente no se publicó y permaneció
depositado en el IISH. Publicó Leyenda y realidad (1961) y Santiago Carrillo
huevo l'histoire falsifiée (1977). Fernando Gómez Peláez murió el 15 de julio
de 1995 en Fontainebleau (Isla de Francia, Francia) y fue enterrado el 26 de
julio en el cementerio de Bagneux, cerca de París. Su compañera, Consuelo
Tourman (Chelín), que colaboró con "Mujeres Libres" de París y de
Londres, murió el 17 de agosto de 1997 en Montrouge. El archivo de Fernando
Gómez Peláez, depositado en el International Institute of Social History (IISH)
de Amsterdam, es uno de los fondos documentales más importantes del exilio
libertario español, fuente fundamental para el conocimiento del
anarcosindicalismo de posguerra.
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