El Gobierno aprueba dar 877 millones más para armamento
Por segundo año consecutivo, el Ministerio de Defensa
recibirá un aguinaldo veraniego en forma de crédito extraordinario para pagar
la factura de los grandes programas de armas. Si el año pasado fueron 1.782
millones, esta vez el volumen de la extra será menor, aunque en absoluto
despreciable: 877,33 millones. Es decir, un incremento de casi el 15% respecto
al presupuesto de Defensa para este año aprobado por las Cortes, que ascendía a
5.937 millones.
Cuando compareció ante el Congreso en mayo pasado, para
informar sobre la reestructuración de los grandes programas de armamento (que
suman en conjunto unos 30.000 millones), el secretario de Estado de Defensa,
Pedro Argüelles, ya sugirió que necesitaría entre 800 y 1.000 millones anuales,
al margen del presupuesto, para pagar la factura pendiente.
Fuentes de Defensa aseguran que, si no hubiera negociado con
la industria la revisión de los programas, la cantidad que habría que pagar
este año ascendería al doble: unos 1.600 millones. Si con el crédito anterior
se pagaron las deudas pendientes desde 2010, con el de este año ya no se deberá
nada a las empresas, según dichas fuentes.
Más del 40% de la cantidad total se dedicará al avión de
combate EF-2000; más del 20% a distintos programas navales del astillero
público Navantia y casi el 20% a varios modelos de helicópteros fabricados por
Eurocopter.
Esta partida extraordinaria no será el único suplemento de
crédito que reciba este año el Ministerio de Defensa. Al mismo hay que sumar el
gasto de las misiones militares en el exterior (en 2012 ascendió a 767
millones) y los ingresos por ventas de inmuebles. Además, el INTA (Instituto
Nacional de Técnica Aeroespacial), un organismo propiedad 100% de Defensa, se embolsará
172 millones por la venta al grupo de infraestructuras Abertis del 16,5% de la
compañía de satélites Hispasat. En conjunto, el presupuesto de Defensa podría
rondar este año los 8.000 millones, frente a los 9.000 del año pasado.
El portavoz del Grupo Socialista, Diego López Garrido,
criticó ayer la fórmula elegida por el Gobierno para aumentar el gasto militar
“con nocturnidad y alevosía”. López Garrido recuerda que la Constitución
reserva el uso del decreto ley —que será la norma legal que ampare el crédito
extraordinario— para situaciones “sobrevenidas e imprevisibles”, y no hay nada
menos imprevisto que el pago de un armamento que, según Defensa, ya han
recibido las Fuerzas Armadas.
En su opinión, el Gobierno está haciendo un uso
“inconstitucional y fraudulento del decreto ley” con el objetivo de hurtar el
debate político que se produciría si un aumento tan fuerte de las inversiones
militares se incluyera en el Presupuesto junto a los recortes de servicios
sociales.
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