Actos delictivos de la Iglesia
(la foto no pertenece al articulo) Fecha: 11/07/2013.
Enviado por: Alfonso Márquez Cruz, de San Fernando (Cadiz)
Como de todos es conocida las leyes están para cumplirlas y
son muchos los ciudadanos que son sancionados por incumplir las leyes y
ordenanzas municipales. Tales son los casos de individuos que estacionan
vehículos en línea amarilla, otros que depositan las bolsas de basura fuera de
los horarios establecidos, bares que ofrecen la actuación de grupos musicales
en el interior de ellos, o aquellos que realizan pequeñas obras sin tener el
permiso para ello, son algunos de los casos más significativos de este tipo de
actos. Estos ciudadanos finalmente aceptan su error y pagan la sanción que les
imponen los ayuntamientos.
El caso que vengo a contarles es muy diferente ya que se
trata de un señor, Rafael Vez Palomino, de profesión cura, sacerdote o párroco
de la iglesia San José Artesano situada en el parque Almirante Laulle de San
Fernando, y que presumiblemente está a cargo de la gestión, administración y
dirección de la finca en la que se encuentra dicha iglesia.
Resulta que este
señor dispone de salones parroquiales en dicho edificio y tiene la ocurrencia
un día de alquilarlos para que unas bandas de música ensayen y toquen en dichos
salones, además de establecer una escuela de música, sin tener permiso o
licencia municipal para ello y sin tener en consideración el daño ocasionado a
los vecinos por la emisión de ruidos y vibraciones molestos que originan.
Vulnerando e infringiendo la Ley de Protección del Medio Acústico.
Resulta que el que
subscribe este escrito es uno de esos vecinos de la citada iglesia, colindante
pared con pared a dichos salones parroquiales, que se vio sorprendido un día
cuando comenzaron estas bandas de música a tocar.
Ya se pueden ustedes
figurar la situación en la que me encontraba, tanto yo como los demás miembros
de mi familia. Tocaban hasta altas horas de la noche y casi a diario.
Trombones, trompetas, y demás instrumentos musicales propios de una banda.
Salíamos de nuestra casa, y el ruido y las vibraciones se podían seguir
sufriendo en nuestros cuerpos.
Le pedí al párroco
que cesaran dichas actividades a lo cual se negó diciendo que tenía permiso
para ello. Me personalicé en el Ayuntamiento de San Fernando donde me
informaron de que esta iglesia carecía de dicho permiso para realizar dichas
actividades.
Ante esta situación
presente un escrito dirigido al señor alcalde, escrito que fue derivado al área
de Urbanismo. Tras 3 meses de espera y de tener que soportar estos ruidos y
vibraciones muy molestos, el Ayuntamiento nos contesta emitiendo simplemente
una advertencia al señor párroco de que carece de licencia para realizar dicha
actividad y que no pueden llevarlas a cabo. Escrito firmado por el señor Diego
Cano González.
Me vi muy sorprendido
al ver que este señor no aplicaba la Ordenanza Municipal que hace referencia a
la Ley de Protección del Medio Acústico donde se refleja muy claramente que el
señor Rafael Vez Palomino supuesto infractor debió de haber sido sancionado y
no advertido.
Las actividades
musicales continuaban sin cesar a pesar de esta advertencia, y nos vimos
obligados a avisar a la Policía Local. Esta se personalizó en el lugar de los
hechos, tras alguna que otra dificultad, y le informo al señor párroco Rafael
Vez Palomino de que hay una advertencia municipal para que no realicen dicha
actividad.
A los días siguientes y sucesivos, la actividad continúa y
volvemos a avisar a la Policía Local que les vuelve a informar de que no pueden
tocar. Solicitamos los informes policiales con alguna que otra dificultad.
Presente un nuevo
escrito al Ayuntamiento adjuntando los informes policiales y rogando y
suplicando cesara dicha actividad por la salud mía y de mi familia ya que la
vida en casa era insoportable.
Nos percatamos de que
se estaban llevando a cabo obras en dichos locales para su insonorización. Y
ante los ruidos molestos de estas obras acudimos a la Policía Local, la cual
nos informa de que tras personalizarse en el lugar de los hechos comprueban que
no tienen licencia o permiso concedido para llevar a cabo dichas obras.
Una Iglesia no es un
edificio diseñado, ni acondicionado para la realización de este tipo de
actividades musicales, ya que para ello están los teatros o auditorios que si
lo están, que se han construido con la insonorización apropiada para evitar que
cualquier tipo de sonido o vibración salga al exterior. Parece ser que la
intención es conseguir el permiso municipal con la menor inversión en obras
posible.
Al final llegará
alguien, tomará mediciones y la banda de música tocará suave alguna que otra
melodía con la ausencia de los instrumentos más sonoros y graves. La Ordenanza
Municipal de Protección del Medio Acústico establece que las mediciones se
deben de llevar a cabo en las peores circunstancias posibles y en las viviendas
colindantes. Y una vez obtenida la licencia, si se consigue, quien garantiza
que no se toque en otro lugar de la iglesia que no está insonorizado.
Me dirigí al
Ayuntamiento para preguntarle al señor Diego Cano González por que había
advertido al señor párroco y no sancionado como así lo especifica la Ordenanza
Municipal de Protección del Medio Acústico, el cual me respondió que para estos
casos el Ayuntamiento sigue otro proceder.
A fecha de hoy, el
Ayuntamiento aun no me ha contestado al segundo escrito, y este señor, Rafael
Vez Palomino, supuestamente infringe las leyes y ordenanzas municipales sin ser
sancionado por ello. Esto se llama impunidad.
Esto supone un claro
ataque al Estado de Derecho, por lo que se ve no todos los ciudadanos somos
iguales ante la ley.
Es por ello, por lo
que hago el presente escrito, porque ante esta indefensión, espero que alguien
me pueda ayudar, es tal el sentimiento de impotencia e indefensión que al final
el párroco Rafael Vez Palomino me obligará a marcharme de mi hogar.
Y que nadie me diga
que acuda a los tribunales de justicia, porque viendo el proceder del
Ayuntamiento, poco o nada puedo esperar de la Justicia.
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