El administrador único de los Astilleros de Sevilla, Ángel Díaz-Munío, comunicó el pasado lunes al comité de empresa de la factoría que había presentado su dimisión "por motivos personales", según indicaron a Europa Press fuentes del comité, que han precisado que será el administrador único del Astillero de Huelva, José Luis Álvarez, el que pasará a ser gestor de ambos astilleros.
Díaz-Munío llegó al astillero sevillano en febrero pasado de la mano de la Junta, tras la firma de un acuerdo con los anteriores propietarios, encabezados por Rafael Gómez Naranjo, que cedieron los derechos políticos de las factorías de Sevilla y Huelva para buscar una solución conjunta a la ruina de ambas compañías.
Las auditorías realizadas por Díaz-Munío y Álvarez nada más llegar pusieron de manifiesto un importante agujero patrimonial de más de 300 millones de euros, graves vicios ocultos en la contabilidad, producción y situación económico-financiera de ambas factorías.
Desde esa fecha, la Junta y ambos administradores negocian con la Administración central, Pymar, armadores, proveedores y acreedores, la solución a la crítica situación de ambas atarazanas. Mientras, las plantillas de ambas factorías, con expedientes de regulación de empleo y sin cobrar sus nóminas, se manifiestan periódicamente en las calles de Sevilla y Huelva reclamando una solución.
El caso afecta también a la industria auxiliar naval de Sevilla, que ha propuesto a la Junta asumir la gestión del astillero de Sevilla, que le adeuda 26 millones de euros, y negociar un plan de futuro.
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