«Si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra, guerra». Es su principal lema y lo están cumpliendo sin ningún tipo de miramiento. Ni siquiera las últimas declaraciones del presidente de Diputación, Francisco González Cabaña, han servido para calmar los ánimos de los ex Delphi. El socialista, que se ha comprometido a mediar en el conflicto, pedía que se cuidaran las acciones reivindicativas ya que hay ciertas protestas que «no ayudan». Pero, a los afectados ya se les ha acabado la paciencia y para bajar la intensidad de sus concentraciones piden resultados. Como no los hay, ayer volvieron a realizar cortes de tráfico simultáneos en San Fernando, Puerto Real, El Puerto y Jerez.
Fuentes sindicales explicaron que se ha movilizado «todo el colectivo», con lo que han secundado las movilizaciones «más de medio millar» de personas. Según indican, la protesta pretende ser una «llamada de atención para que no se olvide nuestro problema». Los primeros en saltar a la acción fueron el centenar de ex empleados que estaban en los cursos de San Fernando. Ocuparon la autovía CA-33 pasando la estación de Bahía Sur sobre las diez de la mañana y se mantuvieron en la vía unos quince minutos. Una vez llegaron los agentes, el colectivo decidió abandonar su protesta. Igual ocurrió en otros sitios como Puerto Real o El Puerto. Aunque su objetivo era otro y por ello se subieron en sus coches y se trasladaron a la pedanía jerezana de Torrecera, donde se inauguraba las Bodegas Entrechuelos.
Centenares de ex trabajadores se congregaron allí por el rumor de que iba a acudir el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, pero sólo se quedó en eso, en un rumor. Claro que no era la única persona a la que querían llamar la atención, pues el que si estaba planeado que acudiera era el actual presidente del Consejo Regulador del Vino y ex consejero de Empleo, Antonio Fernández, la persona que negoció con ellos el cierre de la fábrica.
Desde las once y media de la mañana y hasta casi las dos de la tarde estuvieron en la puerta de la bodega gritando sus reivindicaciones pero sin que apareciera por allí ningún político destacado, ya que se incorporaron después, una vez que ya se había marchado el colectivo.
Cansados del llamamiento al «diálogo» quieren soluciones y por eso seguirán con su calendario de movilizaciones y ya preparan una gran manifestación en Cádiz, a la espera de las pertinentes autorizaciones.
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