Los antidisturbios cargan con dureza para culminar el desahucio en Caulina

Mañana intensa la que se ha vivido junto a la vivienda de José Gutiérrez y su esposa, en Caulina. Después de que el pasado miércoles se decidiera retrasar un par de días la orden de desahucio que pesaba sobre su casa, más de una decena de agentes de la Policía Nacional se ha personado esta mañana para hacer efectiva la orden. Sin embargo, se han encontrado con la presencia de un nutrido grupo de personas, casi todos ellos miembros del movimientos 15-M, que se han apostado en la puerta de la casa impidiendo su paso. Al final, después de usar sus porras con intensos forcejeos, la Policía tuvo que desistir y esperar la llegada de los antidisturbios. Aparecieron en dos furgones, «avisaron» de que iban a ejecutar el dictamen del secretario judicial en cinco minutos y así lo hicieron. Cargaron con dureza. Algunas personas se desmayaron, otras han sido detenidas. José Gutiérrez se encuentra ingresado en el hospital y su mujer ha tenido que ser atendida, junto a su hermana, debido a los momentos de tensión. A pesar de que han presentado el parte médico en el juzgado, el secretario judicial ha dicho que el embargo sigue adelante y que Gutiérrez pida el alta voluntaria, algo que el médico desaconseja.


Y es que ya el pasado miércoles el delicado estado de salud del cabeza de familia, unido a la presión ejercida por ésta y por integrantes del movimiento 15-M, impidieron que se ejecutara la orden de desahucio que pesaba sobre la vivienda de José Gutiérrez y su esposa.

El drama de los desahucios se repite cada vez con mayor frecuencia. En esta ocasión le ha tocado a una familia de Caulina. Antonia Alama y José Gutiérrez tienen tres hijos y él una incapacidad permanente del 100% por una enfermedad que durante dos meses le impidió hacer frente a la hipoteca. Un tiempo suficiente para que el banco, que ya rehipotecó la vivienda, decidiera vender la misma sin ni siquiera una subasta por 80.000 euros, cuando la casa y el terreno están valorados en 245.000 euros.

Así lo cuenta Vanesa, sobrina del matrimonio, trasladando la tragedia que se cierne sobre una familia cuyos ingresos ascienden a 600 euros, que es la cantidad correspondiente a la pensión de invalidez. La orden, según la joven, se tramitó «de un día para otro» y a los Gutiérrez no les ha dado tiempo a reaccionar ni a encontrar alojamiento, y su desesperanza va en aumento puesto que «con tan pocos ingresos, no saben ni dónde se van a meter»
fuente: lavozdigital