El acto que parecía confirmar de forma visible el avance de la obra del segundo puente y que transmitió, el pasado lunes, la sensación de que comenzaba la fase de culminación de la obra tuvo una cara oculta. Esa es la versión de varios trabajadores de la UTE Puente de Cádiz. Fuentes de la plantilla denunciaron ayer que todos los miembros de este equipo de trabajo, unos 40, han recibido el finiquito en las últimas horas y ya no son trabajadores de la obra. De hecho, varios de los denunciantes afirman que los primeros finiquitos se entregaron, al otro lado de la gran estructura, en el término de Puerto Real y lejos de las cámaras, mientras el vicepresidente Manuel Chaves presidía el acto de colocación del primer tablero.
La mayoría de estos trabajadores son vecinos de la provincia de Cádiz y, en casi todos los casos, llevaban, al menos, dos años consecutivos de trabajo en la mayor obra de infraestructura pública que está en marcha. Según aseguran varios de los afectados, el pasado lunes empezaron a ser citados para recibir el despido y la indemnización. Creían que serían varios, «unos 15, quizás», pero aseguran que entre ese día, el del acto público, y el siguiente (ayer martes), todos los integrantes técnicos de la plantilla de la UTE Puente de Cádiz han sido despedidos. «Solo quedan los de administración». Además del daño personal a los trabajadores que han perdido su empleo, los exempleados afirman que «se ha producido un enorme engaño a los ciudadanos».
Según aseguran, se les pidió que trabajaran a ritmo muy acelerado, en fines de semana y festivos, de noche, para cumplir con el objetivo de desplazar el primer tablero en la fecha anunciada: el pasado 12 de septiembre. Pero aseguran que, una vez cumplido el ritual, se les despide y la obra se ralentizará. Afirman que al ser sustituidos por trabajadores de contratas, la obra permanecerá frenada al menos un mes y dan por seguro que no llegará a 2012. «Aunque la gente piensa que va más rápido que nunca, el segundo puente se ha parado otra vez», sentencia uno de los despedidos.
Fuentes oficiales del Ministerio de Fomento negaron esa ralentización y aseguraron que los despidos ya estaban contemplados. Responden, según esta versión, a la necesidad de trabajadores muy especializados y la salida de los que han cumplido una función ya culminada. En ningún momento, considera el representante del Gobierno, que el relevo vaya a suponer ningún tipo de retraso en los plazos y, mucho menos, un parón de la obra.
fuente: lavoz
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