La movilización de ayer es el ejemplo de cómo se derrumba poco a poco el modelo de crecimiento desmedido y con pies de barro basado en la construcción que tenía Chiclana. Con críticas hacia la dirección de la empresa, insultos y abucheos hacia la persona del dueño Juan Polanco, así como con pancartas alusivas a su paso «de carpintero a empresario y de empresario a ladrón», unos 250 trabajadores y familiares de empleados de Maderas Polanco sacaba las movilizaciones que llevan días realizando a la calle.
Lo hicieron a través de una gran movilización que recorrió el centro de la localidad, y que dio comienzo a un nuevo calendario de protestas y huelga de la plantilla. Los representantes de los trabajadores se mostraron contrarios a que éstos pierdan sus empleos «por la mala gestión de la empresa», después de que el grupo haya iniciado un proceso concursal en el juzgado de lo mercantil número 1 de Cádiz.
Ayer, la jornada de huelga acordada en todos los centros de trabajo de la firma tuvo un seguimiento total. A las doce del mediodía se iniciaba el acto reivindicativo central en la Alameda del Río. La protesta acabó en el Ayuntamiento, donde una representación sindical fue recibida por el alcalde de la ciudad, Ernesto Marín, quien a los pocos minutos emitía un comunicado de solidaridad con los empleados, y cuyo gobierno local ya ha anunciado que mantendrá en los próximos días un encuentro con la dirección de Maderas Polanco para conocer a fondo la situación.
«Este empresario ha ganado en los últimos años decenas de millones de beneficios, y ahora no puede dejar a sus trabajadores tirados», criticaba José Ordóñez, miembro sindical de UGT presente en la protesta chiclanera.
Los representantes de los 300 empleados insisten en que la Fiscalía y las administraciones superiores «deben investigar lo que ha pasado en Polanco», y lamentaban de igual forma que el poner en marcha un calendario de reivindicaciones y «tomar la calle», sea «la única manera de que nos escuchen y se respeten nuestros derechos».
Al parecer, la empresa habría planteado que los despidos de los trabajadores pudieran ser costeados por el fondo de garantía salarial. A este extremo se niegan por el momento los sindicatos. «No podemos permitir que los empresarios salgan de rositas de una situación como ésta, tan solo por haber llevado a cabo una mala gestión», explican.
Un herido
En la movilización de ayer participaron los secretarios generales de UGT y CC OO en la provincia de Cádiz, Salvador Mera y Manuel Ruiz, respectivamente, así como el secretario de Empleo y Acción Sindical de UGT Cádiz, Miguel Abreu, el secretario general de MCA-UGT Cádiz, Diego Peces, y responsables de las federaciones del sector de ambas organizaciones.
A su protesta se unieron en un determinado momento también un grupo de empleados de la industria auxiliar naval, que mostraban su rechazo al despido de 23 trabajadores de Ditecsa y Navantia.
Se da la circunstancia de que en la movilización por las calles de Chiclana que protagonizaron ayer los empleados de Maderas Polanco, uno de los trabajadores sufrió heridas en una mano, tras explotarle el petardo que junto a bocinas y silbatos utilizaba para hacer ruido, y llamar la atención de los viandantes chiclaneros.
fuente: Lavozdigital
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