El 1 de abril --muchas fuentes citan
erróneamente el 2 de abril-- de 1908 nace en Peguera (Berguedà, Cataluña) el
militante anarcosindicalista y maquis anarquista Ramon Vila Capdevila, también
conocido bajo varios pseudónimos (Caracremada, Pies Largos, Capitán Raymond,
Ramon Llaugí Pons, El Jabalí), según los diversos periodos de su actuación.
Había nacido en una familia modestísima y era conocido como En Maroto, nombre
de la masía donde vivía. Sus padres fueron Ramon Vila Llaugí y Carme Capdevila
Solé. Pasó la niñez en la colonia minera de Peguera, donde quedó huérfano el
agosto de 1920. Dos años después, se puso a trabajar en el ramo del textil en
la Pobla de Lillet, afiliado a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y participó
en la publicación El Trabajo, editada en las cuencas del Llobregat y del Cardoner.
En 1926 asistió, con Antonio Vidal, Manuel Buenacasa Tomeo y otros compañeros,
al Pleno Intercomarcal clandestino del Alto Llobregat. Entre 1929 y 1930
saboteó la maquinaria de una fábrica de la Pobla de Lillet que había despedido
obreros y realizó otro acciones ludistas; por este hechos fue detenido y condenado
a ocho años de prisión. En la prisión conoció destacados militantes anarquistas
y anarcosindicalistas, y, también, consiguió la exención del servicio militar.
Con la
llegada de la II República española y su amnistía, salió en libertad.
Nuevamente se estableció en la Pobla de Lillet, se afilió a las Juventudes
Libertarias y, debido a su condición de expresidiario, se vio obligado a
trabajar en las minas de Fígols. El enero de 1932 participó activamente en el
levantamiento anarquista de Fígols. Después de los hechos capitanea la fuga de
unos 400 hombres, que también tuvieron participación, pero fue detenidos en la
Nou de Berguedà y él fue encarcelado en Manresa y más tarde en Barcelona. Al
salir, a finales de 1932, no encontró trabajo en Fígols hizo de leñador en
Berga, donde conoció Marcelino Massana Vancell. El abril de 1936 tuvo un
importante enfrentamiento con la policía en Castelló de la Plana, en el cual
cayo herido Ramon Rives Capdevilla y un agente; detenido, se le intentó aplicar
la «Ley de fugas».
Salió de
la prisión el 18 de julio de 1936, con el levantamiento fascista, y se enroló
el septiembre en Manresa en la «Columna Tierra y Libertad», combatiendo en
primera línea al frente de Teruel, junto con Marcelino Massana, Ramon Casals,
Josep Ester y Josep Viladomiu, entre otros. En octubre, con la rotura del
frente, fue a parar a una columna comunista, dentro de la cual fue detenido y
traído a Montjuic, de donde fue liberado, poco después, gracias a las gestiones
de la CNT. También perteneció al Servicio de Información Periférica Militar (SIPM)
e incluso se infiltró en la retaguardia enemiga en Zaragoza. El marzo de 1937,
con la militarización, abandonó los frentes y volvió a Fígols, donde hizo una
gran amistad con el director de las minas colectivizadas, Maximiliàno Puertas.
Después fue nombrado delegado de Abastecimientos de la central térmica de Fígols
y comandante del Cuerpo de Carabineros. Con el triunfo franquista, pasó en
Francia con Puertas y pateo los campos de concentración (Santo Cebrià y Argelers).
En 1941 huyó del campo de Argelers y se integró en la lucha clandestina
encuadrado en los primeros grupos antifranquistas como guía y enlace.
Después realizó acciones de sabotaje, como por
ejemplo la voladura de los Carburos de Berga y de diferentes líneas de alta
tensión en el Bages, el Berguedano y Osona. En 1943 fue detenido por la policía
nazi en uno de sus frecuentes desplazamientos por el Midi por no traer
suficiente documentación, fue encerrado dos meses en el Castellet de Perpiñán y
después fue enviado a trabajar por la organización alemana Todt a las minas de
aluminio de Bedarius, de las cuales huyó para integrarse en la resistencia gala
de Limoges («La Armée Secrete» y «Franco-Tireurs-Partisans»). Adscrito en la
red de Menessier y a la guerrilla, sobresalió en operaciones de castigo contra
las divisiones de las SS y de sabotaje bajo el pseudónimo de Capitán Raymond.
Después de actuar a Gironde y Charente en las unidades de la Unión Nacional, a Rochecouart
comandó un grupo de 200 guerrilleros de «El Armée Secrete», que asaltó y aniquila
toda una división alemana a Oradour-sur-Véze, y después encabezó una compañía
del «Batallón Libertado» a la costa atlántica. Al frente de este batallón, en
1945 consiguió liberar algunos prisioneros de los últimos reducto nazis, a
Royan y a Pointe-lleva-Grabo.
Con la derrota nazi, se incorporó en la lucha
antifranquista en las comarcas pirenaicas, apoyando grupos de acción que se
dirigían a Barcelona, especialmente Francisco Sabaté Llopart, y actuando muchas
veces con Marcelíno Massana en la comarca del Berguedà, especialmente entre
1946 y 1949, realizando espectaculares sabotajes. El 17 de mayo de 1947, a raíz
de una visita de Franco a las minas de Sellent, dirigió un grupo de 50
guerrilleros que tenía que atentar contra el dictador, pero un incidente chafa
el plan. Entre 1947 y 1948 hizo de guía, pasando hacia Francia Antonio Gil
Oliver. También, en este periodo, colaboró con Josep Lluís Facerias,
especialmente a través de la sierra del Canigó y la del Cadí. Trajo, también,
el grupo francés encargado de instalar en Barcelona la imprenta de Solidaridad
Obrera. Hacia el 1949 operaba al Alto Berguedano con Francesc Denís (Catalán),
Manel Sabaté y el italiano Elio Ziglioli. En la Pobla de Lillet, cayó gran
parte de su grupo y fue gravemente herido. A partir de 1951 empezó a ser muy
buscado por la policía franquista, puesto que se le atribuía el asesinato de
dos ingleses a la collada de Tosses. En 1953 la CNT en el exilio desautorizó la
lucha armada, pero él mantuvo el combate por su cuenta. En esta coyuntura, se
le presentó la oportunidad de emigrar a América, cosa que rehusó.
El 7 de agosto de 1963, después de haber
realizado cinco días antes el que sería su último sabotaje en una línea de alta
tensión que alimentaba la ciudad de Barcelona, fue sorprendido y abatido por un
pelotón formado por 200 miembros de la 231 Comandancia de la Guardia Civil de
Manresa a la Cruz de Perelló, cerca del castillo de Balsareny (Castellnou de
Bages, Bages, Cataluña), y fue enterrado a la otra banda del muro del
cementerio de Castellnou, sin cruz ni referencia. Ramon Vila Capdevila fue el
último maquis catalán y con su muerte se puede dar por desaparecida la
resistencia armada al franquismo. El 7 de octubre de 1978, con la conmemoración
de su septuagésimo aniversario, se le organizó una acto de homenaje en Sellent,
al cual tenía que asistir Frederica Montseny, junto con más de 2.000 personas;
pero fue disuelto por la Guardia Civil a instancia del gobernador civil.
Posteriormente se le han organizados varios actos similares por todas partes
Cataluña. En 2002 y 2006 Josep Clara publicó Ramon Vila, Caracremada, el último
maquis catalán.
Ramon Vila Capdevila (1908-1963)
Ramon Vila Capdevila (1908-1963)
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