La nueva sentencia del TSJA recuerda que la asociación entre la exposición
al material y el desarrollo de mesotelioma está «documentada científicamente
desde los años 30 del siglo XX», fue expresamente reconocida por la OMS en
1973. Aun así, siempre según el abogado, la sentencia explica que Astilleros
Españoles carecían «de un protocolo de seguimiento» a los trabajadores que
estuvieron expuestos. Se trata de la segunda en menos de un mes. La anterior se
dio a conocer hace un par de semanas cuando el Supremo condenó a la compañía
pública a pagar 177.300 euros a la viuda y los tres hijos de un antiguo
trabajador que falleció en 2008 a causa del amianto.
El trabajador que debe ser indemnizado padece «constantes derrames
pleurales», lo que obliga a la «evacuación de líquido pleural en el hospita» y
tiene «un elevado índice de mortalidad a corto plazo, del 95 %». El operario de
Navantia, que tiene una situación de invalidez permanente absoluta, fue
diagnosticado en 2009 de mesotelioma pleural y ha quedado acreditado que
desarrolló la enfermedad a consecuencia de su trabajo.
La sentencia indica que no consta que Navantia adoptase las medidas de
seguridad necesarias como eran la realización de mediciones de concentración de
amianto en el ambiente y tampoco proporcionó al trabajador «ropa adecuada,
reconocimientos médicos específicos y que los equipos de protección individual
se limitaban al uso de una mascarilla de papel», explica el abogado. Por ello
el TSJA concluye que la empresa debe responder de los daños y perjuicios que
padece el trabajador.
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